El presidente de la República, Santiago Peña, y varias auto­ridades del área económica acaban de regresar de un viaje a Estados Unidos y la República de China (Taiwán). En este último país, aparte de asistir a la asunción del nuevo presidente de esa nación, los altos funcionarios sus­cribieron un acuerdo económico de suma importancia para el Paraguay. Se trata del memorando de entendimiento y colabo­ración para instalar en nuestro país una industria de autobuses eléctricos.

Esta emblemática industria que revolu­cionará el aprovechamiento práctico del conocimiento científico y el sector fabril se estaría instalando aquí entre uno o dos años, según los anuncios oficiales. Lo que será para nuestro país un extraordinario logro, que hará posibles transformacio­nes importantes en el servicio de trans­porte público y una gran posibilidad de mejorar nuestra economía como produc­tor de buses de alta tecnología. Podemos decir con propiedad que, mediante ese proyecto, estamos en las puertas de dar un salto cualitativo de crecimiento en varios órdenes.

El documento lo firmaron el ministro de Industria y Comercio de nuestro país, Javier Giménez, y un directivo de la com­pañía Master Transportation, de Taiwán. Se trata de uno de los miembros del equipo representativo de DMIT e-Bus de Taiwán, cuyo presidente es Ting-Fa Wu, de acuerdo con las informaciones proporcionadas por voceros del gobierno nacional.

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En el documento se establece que la empresa proyecta establecer en Paraguay la primera planta de fabricación de chasis de autobuses eléctricos y carrocerías de carga rápida. Lo cual implicaría una inver­sión de altísimo nivel y un paso gigante en el progreso fabril de nuestro país. Aparte de abastecer el mercado local con los buses fabricados aquí, como miembro del Mercosur, podrá exportar a los países del bloque los vehículos en condiciones aran­celarias ventajosas.

El presidente Peña comentó que los buses eléctricos podrían ayudar a hacer un nuevo sistema de transporte público para el Área Metropolitana de Asunción. Señaló que la intención de los inversionis­tas es instalar la fábrica en nuestro país mirando el Paraguay, el Mercosur y los países de América Latina. “Esto no es sim­plemente poner baterías, chasis y cubier­tas. Es la posibilidad de transformar la vida de millones de paraguayos. Y yo me puse como un objetivo mejorar el sistema del transporte público y que en estos 4 años podamos dejar un transporte público que brinde realmente dignidad y un trato justo a los paraguayos”, resaltó el primer mandatario.

Se prevé que la empresa china estable­cerá servicios de posventa, lo que incluye tareas de mantenimiento, suministro de piezas, soporte técnico en línea. Hay esti­maciones de que también será una contri­bución para mejorar los sistemas de tráfi­cos inteligentes y otros servicios para las flotas de rodados en nuestro país. Explicó el presidente que, para Paraguay, es muy importante llamar la atención de las empresas taiwanesas para que vengan a invertir aquí, ya que más allá de la relación diplomática, tiene una oferta muy atrac­tiva para la radicación de inversiones.

Aparte del gran negocio que implicará el establecimiento de la fábrica de autobuses eléctricos en nuestro país, se estima que posibilitará la generación de alrededor de 2.600 puestos de trabajo, que va en con­sonancia con los planes del Gobierno que tiene como una de sus principales priori­dades la creación de más empleos.

La instalación de una planta que fabri­que buses eléctricos es de gran relevancia, porque permitirá que nuestro país, tra­dicionalmente dedicado a la agricultura, la ganadería y afines pueda incursionar con fuerza en el campo industrial, que es la etapa siguiente a la economía prima­ria en la que está sumido en la actualidad. De paso será fundamental para facilitar la transformación tan necesaria del obsoleto sistema de transporte público y se con­vierta en un servicio pensado en la gente, eficiente y seguro. Servirá también para demostrar que aquí existen ventajas que no se dan en las demás naciones, como la abundante energía eléctrica, la baja tasa de impuestos, un sector trabajador tran­quilo y un clima social equilibrado.

La apuesta que hace la industria china tai­wanesa aquí será fundamental para ingre­sar con sus productos en los mercados de esta parte del mundo. Y de paso podrá mostrar que trabajar con Paraguay es un excelente negocio.

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