Una buena noticia indiscutiblemente para todos es el reciente anuncio que hizo el Gobierno de que hasta fines del mes de mayo entrante no subirán los precios de los combustibles. Esta noticia positiva, muy alentadora en medio de una coyuntura política internacional sensible por cuestiones bélicas que sugería otro impacto, es plausible de valorar ya que es el resultado de esfuerzos administrativos que deben seguir siendo la vocación de servicio a la ciudadanía.

El aviso que dio el Gobierno hace un par de días a través del presidente de Petropar de manera directa y contundente señala que “no se darán aumentos de precios de los combustibles que vendemos hasta finales de mayo. No va a haber aumentos, creemos que es una buena noticia y es algo que ya habíamos anunciado, así que ratificamos eso” y fue contra los pronósticos negativos que ya comenzaban a difundir a mitad del mes los medios aliados de la oposición.

El informe que presentó Petropar terminó pulverizando una vez más las especulaciones de mala fe de los medios serviles a la oposición aliada del anterior gobierno que solo demuestra falta de tino al limitarse a poner palos en la rueda. En 8 meses de gobierno, sistemáticos cuestionamientos fueron cayendo uno por vez a medida que los proyectos y planes del Gobierno fueron tomando forma.

Las críticas a las administraciones públicas son sanas en la medida que tengan sustento, fiabilidad, coherencia. Por momentos parecieran que el extremismo de ciertos grupos de comunicación y aliados políticos de buscar defectos o hacer fracasar al Gobierno superan el interés común y hasta sugieren que prefieren el golpe al bolsillo de la población antes de que se perciba buena gobernanza.

Los cuestionamientos por el solo hecho de que las iniciativas se promuevan en la vereda del frente es un despropósito que atenta contra la democracia que tanto se pregona desde diversos sectores.

Los precios internacionales del crudo estimaban otros pronósticos, por el aumento de las cotizaciones del petróleo principalmente por el conflicto en Medio Oriente.

Desde el sector privado se comenzó a emitir alertas a mitad de abril sobre posibles subas en los combustibles. Tomando en cuenta el escenario y sin temor de exagerar con las apreciaciones, la línea del Gobierno está demostrando eficiencia y este hilo no podemos darnos el lujo de perder, peor aún por rencillas políticas.

Es muy importante la responsabilidad en las predicciones sobre todo si se trata de la economía de una población que sufre los embates propios de un proceso de recuperación económica.

Desde la petrolera estatal indicaron que la contención de los precios de los combustibles es posible gracias a las transacciones ya concretadas con los proveedores nuevos, a través de compras spot o inmediatas, con las que se logró conseguir cotizaciones especiales a través de licitaciones.

La estrategia de adquisición al menos tiene garantizada la provisión sin variación de precios por todo el mes entrante. Estas medidas son las que debemos requerir al Gobierno, el éxito de la gestión pública se traduce en mejores opciones para la gente.

Los esfuerzos necesariamente deben continuar. Los administradores de la República en quienes hemos depositado la confianza tienen la enorme responsabilidad de seguir levantando la cabeza de este país que venía sumido en la desgracia de la mala administración.

El compromiso de la ciudadanía es velar por el cumplimiento de los programas de gobierno, prioritariamente los económicos y respaldar con la seriedad de una población madura el proceso de mejora de la calidad de vida mediante la intervención estatal.

La meritoria labor tiene que sostenerse en el tiempo. Impera el desafío de la objetividad en el control y acompañamiento gubernamental para el bienestar colectivo, ese es el camino, no hay otro.