Apenas se inicia el nuevo ciclo fiscal el Gobierno está comenzando a acomodar los principales asuntos a resolver para hacer de este un período signado por números positivos que ayuden a mejorar la situación económica nacional.

En el 2023 el país cerró el año económico con un agujero fiscal equivalente a 1.790 millones de dólares (13 billones de guaraníes) debido en gran medida a las deudas atrasadas dejadas por el gobierno anterior, que este comenzará a pagar en los primeros meses del año. Además del denominado déficit coyuntural, ese pasivo está compuesto principalmente por lo adeudado por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) a las empresas constructoras viales y por las que tiene el Ministerio de Salud Pública con laboratorios y otros proveedores que la administración que dejó el gobierno en agosto fue acumulando a lo largo de cinco años.

Es una carga bien pesada que se busca cubrir con nuevos préstamos ya autorizados por el Congreso ante la imposibilidad de hacerlo con recursos propios. El balance negativo es del 4,1 % del producto interno bruto (PIB) y está por encima de lo establecido por la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF), pero autorizado por otra norma obtenida para la ocasión a fin de que se pueda llegar prontamente al equilibrio que se pretende. El saldo deficitario primario es del 2,5 %, parecido al obtenido a fines del 2021 y un poco por encima del que se tenía en el 2019, que fue del 2 %.

De acuerdo con los técnicos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), limpiando la deuda estatal de los débitos del MOPC y de Salud, el déficit primario podría llegar de nuevo a los niveles anteriores a la pandemia, que estaban un poco más del 1 % del PIB. Que es la tarea que se está emprendiendo en los distintos organismos de la cartera económica.

Para cubrir el endeudamiento total de esos ministerios, el Gobierno ya consiguió 524 millones de dólares que se obtuvieron últimamente con la colocación de bonos y títulos de la deuda. Con lo cual se cumplirán los compromisos que las autoridades anteriores no pudieron cubrir por falta de gestión.

Como la conducción del país no consiste solo en pagar deuda sino también en invertir en nuevos proyectos y en la continuidad de los existentes es que uno de los propósitos de la administración actual es incrementar sustancialmente la recaudación estatal. Resulta que hasta ahora para cubrir el Presupuesto General de la Nación necesariamente se está endeudando con nuevos préstamos o colocación de títulos de la deuda a causa del déficit heredado.

Para alcanzar mayor eficiencia en la captación de recursos y la administración del dinero público este gobierno creó el Ministerio de Economía y Finanzas, además de la Dirección Nacional de Impuestos Tributarios (DNIT), entre las principales medidas.

En el 2023 el Estado consiguió un aumento del 6,0 % en las recaudaciones impositivas, pero que no cubre los requerimientos totales de los gastos públicos. Si se tiene en cuenta que durante el 2024 se prevén gastos que son superiores en 10,4 % a las erogaciones establecidas en el presupuesto del 2023, las recaudaciones tendrían que tener un fuerte incremento para poder cubrirlas adecuadamente.

Esa es una de las tareas principales que tienen los organismos responsables de la economía y las finanzas del país de cara al año que comienza con numerosas novedades nacionales e internacionales. Aparte de conseguir mayor eficiencia en la recaudación atacando a la economía subterránea que no tributa, tiene que aprovechar la actual coyuntura internacional. Con las medidas de ajuste que está tomando el nuevo gobierno de Argentina, el vecino país ya no será el principal proveedor de mercaderías de contrabando. Entonces el comercio ya no se vería inundado de mercaderías ilegales, lo que puede significar que aumenten las transacciones que tributan los impuestos nacionales. Si esa apreciación se cumple, el ingreso impositivo tendría que tener un aumento superior al registrado anteriormente.

Al mismo tiempo, los organismos recaudadores del Estado tienen que mejorar su función para que la evasión impositiva, que está por encima del 40 %, disminuya sustancialmente y se produzca el alza significativa de las recaudaciones. Que es una de las novedades que espera el país.