En esta era digital se torna cada vez más urgente la conectividad a internet como una herramienta ya impuesta como básica en el proceso educativo en todo el mundo. Esta realidad sigue siendo materia pendiente en nuestro país, pese a los recursos disponibles y a los proyectos desarrollados, situación en la que necesariamente debemos ir evolucionando hasta llegar al objetivo de manera integral.
Es por ello que el anuncio que hicieron desde el Gobierno en estos días, de una planificación anticipada a las clases para hacer llegar internet a unas 199 instituciones educativas rurales, incluyendo comunidades indígenas, es una iniciativa destacable. Estos son planes que de ser posible se llevarán a cabo a corto plazo que requiere un país, que lastimosamente está muy endeudado con el sector educativo a causa de la desidia, la inoperancia y la corrupción.
Franjas escolares vulnerables serán beneficiadas con instalaciones de equipos de internet con el objetivo de mejorar el acceso donde la señal es deficiente.
El proyecto se enmarca en las ejecuciones que viene realizando el Fondo para la Excelencia de la Educación e Investigación (FEEI) y se prevé una inversión de unos G. 13.300 millones. Desde el Ministerio de Educación explicaron que será un servicio bastante eficiente con acceso a internet, a una velocidad de ancho de banda de 25 Mbps y el 56 % de estos establecimientos pertenecen a la región Occidental, mientras que el 44 % se encuentra en la región Oriental.
Tras el estancamiento de los últimos años el tema de la conectividad escolar vuelve a ser difundida con metas específicas. Este camino debe continuarse con mucha coordinación y estrategia para no seguir lamentando resultados deficientes. Desde el Ministerio de Educación mencionaron, en este sentido, que la inversión no solo garantiza acceso a internet, sino que también los proveedores deberán contar con un sistema de monitoreo y seguimiento constante para asegurar el servicio ante posibles cortes o desperfectos, aspecto clave para el buen funcionamiento.
La celeridad en la ejecución de la iniciativa anunciada por este gobierno es fundamental, principalmente para levantar los números que cayeron por el sueldo en cuanto a la cantidad de establecimientos educativos que debían ser beneficiados con conectividad en la administración anterior.
Cabe remarcar que USD 62 millones se habían dispuesto para llegar con internet a 1.538 instituciones públicas, pero no se alcanzó ni el 10 %, menos aún si se considera la efectividad del servicio.
Una de las situaciones que trascendieron con publicaciones es que hay lugares donde se proveyeron los equipos, pero no están conectados a una red.
El mencionado proyecto de conectividad para escuelas y colegios inició su ejecución en junio de 2020 y, al menos en los papeles, se tenía previsto finiquitar los trabajos antes de diciembre de 2024. A un año del plazo comprometido todavía estamos lejos de cumplir los objetivos, lo que exige mucha responsabilidad en el avance, al menos si no queremos seguir postergando este recurso elemental para la educación.
La gestión eficiente debe marcar la diferencia, el Gobierno debe tomar todos los recaudos para recuperar el ambicioso y esperado proyecto de conectividad, saldar esta deuda con la educación que puede ser uno de los mejores legados de la administración estatal. No podemos seguir cargando con la frustración de un estudiantado que requiere de herramientas, de tecnología para el aprendizaje y la dinámica que impone el mundo contemporáneo.
Usar los recursos eficazmente, promover administraciones más sensibles con profesionales acordes al objetivo y ejecutar lo pendiente. No podemos seguir en el desfasaje y castigar al sector educativo que representa el mayor potencial para el desarrollo del país.