La operación policial-militar de tomar el control de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú por parte del Gobierno es un enorme triunfo de la nación paraguaya que los distintos sectores de la sociedad están considerando como una gran victoria contra los delincuentes.
El operativo Veneratio es un primer golpe mortal contra la criminalidad empotrada en las cárceles del país, que, por deficiencias e incapacidad del gobierno anterior, ha llegado a tener un poder extraordinario. Tanto que para capturar al reo que dirigía a la mafia dentro de la cárcel se tuvieron que realizar enormes esfuerzos para prenderlo físicamente, cosa totalmente inentendible en la existencia de una nación que debe regirse primordialmente por el ordenamiento legal correspondiente.
Con esta acción exitosa de las fuerzas estatales se supera la inacción anterior y se da un enorme paso para iniciar una etapa diferente en que prime sobre todo la vigencia de las leyes y se ponga fin a la lamentable primacía de la delincuencia en tantas instituciones públicas.
Distintos sectores de la ciudadanía han celebrado con alegría el logro del operativo, en que políticos opositores y gente de las más diversas extracciones alabaron la acción del Ejecutivo. “Creo que fue un golazo del Gobierno actual. Esto tenía que haberse hecho hace años. Este era el operativo que estábamos esperando hace años”, sostuvo una conocida legisladora opositora, caracterizada habitualmente por sus cuestionamientos al gobierno. Expresiones que resumen en gran medida los elogios de los diferentes sectores contrarios a la administración actual.
La Unión Industrial Paraguaya (UIP) aplaudió la acción del operativo, pues con ella se está devolviendo la esperanza a la sociedad paraguaya que está golpeada por los golpes de la inseguridad y criminalidad.
Según la Asociación de Importadores y Comerciantes del Paraguay (Asimcopar), “el operativo Veneratio representa algo más que una buena señal. Es un hecho concreto que demuestra que podemos cambiar y hacer que las cosas sean como deben ser”.
El Partido Patria Querida (PPQ) señaló que con la restauración del orden en Tacumbú y la captura de Armando Rotela, se demuestra que la acción decidida y coordinada supera la retórica superficial. “La victoria contra el crimen organizado no es definitiva. La voluntad política puede lograr grandes cambios”, resaltó el comunicado de ese partido. El presidente Santiago Peña destacó la importancia del hecho señalando que se trata de una acción histórica y sin precedentes con el propósito de construir un país más seguro para las familias.
El mandatario reconoció que, por décadas, y a sabiendas de todos, el penal de Tacumbú se había convertido en “un centro desde donde operaban grupos criminales planeando asaltos y distribuyendo estupefacientes que envenenan a más de 90 mil jóvenes de solo Asunción y Central y a muchos más de todo el país. Golpeamos a estos grupos con nuestras fuerzas del orden, desbaratando un esquema que les permitía seguir delinquiendo desde ahí”.
Dijo que su gobierno tiene la convicción de llevar adelante un modelo beneficioso para la sociedad, apuntando a la reinserción laboral, lo que solo es posible descomprimiendo las cárceles, que en el caso de Tacumbú se encuentra sobrepoblada y con bandas criminales que impiden la rehabilitación de reclusos.
Manifestó que hay que seguir luchando por un Paraguay más seguro, y que la toma de Tacumbú es un paso importante para lograrlo. “Pido a todo el país su apoyo para que erradiquemos a estas bandas que han traído de afuera un modelo de vida al margen de la ley que no representa al Paraguay. No va a ser una lucha fácil ni breve, pero estamos determinados a ir hasta el final para que las familias paraguayas vuelvan a sentirse seguras en su país. Esto recién empieza”, afirmó.
El exitoso operativo demuestra que en el Paraguay se puede cambiar y hacer que las cosas sean como deben ser. Este acontecimiento auspicioso tiene que ser el comienzo del triunfo del Estado paraguayo sobre la criminalidad anteriormente tolerada. En esa tarea se debe fortalecer la institucionalidad del sistema penitenciario nacional y adoptar una gran cantidad de medidas políticas e institucionales.
Para ello se tiene algo muy importante, la firme determinación del presidente de luchar por un país más seguro para las familias donde todos podamos vivir en paz.