Las consultas nocturnas cosechan primeros logros en Salud
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No todos los objetivos sean públicos o privados dependen de colosales presupuestos. Otros aspectos que indiscutiblemente inciden son la honestidad y la capacidad de gestión. Estos dos últimos tienen la capacidad de convertirse en variables definitorias a la hora de evaluar los resultados.
Muestra de esa capacidad de gestión, de mejorar acciones sin demandar nuevos presupuestos, es la exitosa iniciativa que había adoptado este gobierno apenas asumió la conducción de la República y que consiste en ampliar los horarios de servicios en la salud pública como en el sistema de Previsión Social.
El alto impacto positivo de la implementación de los horarios de consultas nocturnas fue expuesto como parte de los logros de los primeros 100 días de gestión del Gobierno.
La atención médica en horario nocturno aplicada de lunes a viernes, desde las 16:00 hasta las 22:00, fue una medida inmediata que había tomado el Gobierno con el objetivo de acabar con las sufridas largas colas en los hospitales. La ministra de Salud valoraba en estos días el impacto positivo de esta estrategia que en menos de dos meses de su implementación arrojó como resultado más de 45.000 consultas nocturnas en los diferentes centros de salud distribuidos en todo el país.
En el Instituto de Previsión Social (IPS) también hubo mayor cantidad de pacientes atendidos mediante el mecanismo de consultas nocturnas.
Esto también generó mayor agilidad en los procesos para cirugías, estudios clínicos, pero principalmente implica un mayor respeto al cuidado de los pacientes, que además de los servicios merece una atención en condiciones más dignas.
Las especialidades realizadas durante el horario nocturno son pediatría, ginecología, clínica médica, odontología, sicología, cirugía. “Esto trajo un gran alivio a las familias paraguayas”, refirió la ministra de Salud a los medios de comunicación al tiempo de confirmar que este plan se implementó en 31 hospitales del sistema de salud.
Era de esperarse que después de una administración estatal arruinada por la corrupción, el clientelismo, el despilfarro y de frialdad a las necesidades que aquejan a la gente, cualquier gestión que se active en este gobierno –por más pequeña que fuere– marcaría la diferencia. Sin embargo, que las acciones sean palpables depende realmente de llevarlas a la práctica.
Este es el camino que debe ir allanándose para la ansiada mejora de la calidad de vida. Si una buena parte para los problemas que requieren solución depende del bolsillo de los contribuyentes, quienes tienen las riendas de la administración de la República tienen la responsabilidad de aportar gestión y estrategias que optimicen la inversión de los recursos públicos.
El deseo de ocupar un cargo o de asegurar un salario, motivaciones tan mediocres como indolentes, ya no debe ser el parámetro que define a los funcionarios públicos. La gestión abocada a mejorar el servicio a la ciudadanía es una política que se debe ir puliendo y expandiendo.
Días atrás también veíamos que desde el Ministerio de Obras Públicas se están haciendo ajustes y tomando medidas en el difícil proceso de mejora del servicio del transporte. Algo tan elemental como la disposición de carriles para buses que los expertos hablan desde años, pero que la inoperancia de las autoridades la obvió. Esta reorganización, sin embargo, puede cooperar en la agilidad del tráfico que, de resultar también, tendrá un impacto muy positivo en la economía de la gente.
El Estado tiene estructura humana como técnica y se tienen que direccionar hacia proyectos que marquen visiones y misiones bien claras de gestión en favor del bienestar colectivo.
La gran diferencia que puede marcar este gobierno es demostrar mayor acción y diligencias que apunten a una profunda reorganización, acomodar lo desprolijo y avanzar hacia tareas más eficientes en el sector público.
Durante las bajas temperaturas protegemos nuestras manos con guantes, nuestros pies con unas buenas medias bajo el calzado e incluso cubrimos las orejas para evitar que sufran las consecuencias del frío. Sin embargo, olvidamos salvaguardar nuestros labios, una de las partes más sensibles de la cara, advierte una nota de prensa del Instituto de Previsión Social (IPS).
Ponemos a salvo hasta nuestras orejas, pero dejamos expuesta la piel de la cara, y son precisamente los labios la zona que más sufre. Como consecuencia de esto a menudo aparecen las tan habituales grietas y heridas, que no pocas veces son dolorosas y pueden llegar a sangrar con facilidad.
“Cuando el frío y el viento se combinan, los labios se resecan y se producen descamaciones y grietas, conocidas como Queilitis por frío”, explica la dermatóloga Noemí da Ponte, especialista del IPS Ingavi, sobre las principales causas de los labios resecos y agrietados. Para reservar turnos para la especialidad de Dermatología lo puede hacer a través del Call Center 0800115000 o en ventanilla de la Policlínica IPS Ingavi.
- Crear un ambiente húmedo que empeora la situación
¿Cuáles son los síntomas?
Son la sequedad y el enroje además de ardor o las costras y heriditas que pueden formarse en los labios. Da Ponte comparte algunos consejos prácticos para cuidar tus labios en invierno:
- Evita lamerte los labios: esto puede empeorar la situación y crear un ambiente húmedo que propicia la aparición de grietas y descamaciones.
- No estires las costritas: esto puede causar sobreinfecciones y empeorar la condición. En su lugar, usa un bálsamo labial hidratante para suavizar y proteger tus labios.
- Usa bálsamos labiales varias veces al día: esto ayudará a mantener tus labios hidratados y protegidos del frío y el viento. “Si con esto no mejora con los bálsamos debe consultar con una especialista dermatóloga”, finalizó.
La NASA recomienda estas plantas para eliminar toxinas del aire
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Madrid. Europa Press.
Las plantas no solo aportan un toque de frescura y belleza a los espacios interiores, sino que también pueden desempeñar un papel clave en la mejora de la calidad del aire. Aunque muchos las eligen por su valor decorativo, algunas especies destacan por su capacidad para eliminar toxinas y mejorar el ambiente en el hogar.
En este sentido, el experto en plantas y divulgador Álvaro Pedrera, conocido en redes sociales como @ypikue, ha compartido en un vídeo de TikTok las cinco plantas que, según un estudio de la NASA, son más efectivas para purificar el aire en espacios cerrados (“y encima son fáciles de cuidar”).
Según Pedrera, la NASA llevó a cabo un estudio para determinar qué plantas tienen mayor capacidad para eliminar toxinas del aire, y estas fueron las cinco especies destacadas:
Areca (palmareca): esta planta no solo aporta un toque exótico al hogar, sino que también es capaz de filtrar toxinas del aire y adaptarse bien a diferentes condiciones de luz y humedad.
Sansevieria (lengua de suegra o planta serpiente): su gran ventaja es que libera oxígeno incluso durante la noche, lo que la convierte en una opción ideal para colocar en dormitorios.
Dracaena marginata (drácena de hoja fina): esta planta destaca por su capacidad para eliminar compuestos químicos nocivos del aire y, además, es muy resistente y fácil de mantener.
Tronco de Brasil: con su característico aspecto tropical, esta planta ayuda a absorber toxinas y requiere pocos cuidados, lo que la convierte en una opción perfecta para principiantes.
Lirio de la paz: no solo mejora la calidad del aire, sino que también es apta para espacios con poca luz y aporta un toque decorativo gracias a sus elegantes flores blancas.
La recomendación de estas plantas proviene de un estudio llevado a cabo por la NASA en 1989 bajo el título A Study of Interior Landscape Plants for Indoor Air Pollution Abatement. En esta investigación, dirigida por el Dr. B. C. Wolverton en el centro espacial John C. Stennis Space Center, se evaluaron diversas especies de plantas de interior para analizar su capacidad de eliminar contaminantes como benceno, tricloroetileno y formaldehído, sustancias comúnmente presentes en el aire de espacios cerrados y que pueden afectar la salud.
Los experimentos se realizaron en cámaras selladas, donde se introdujeron diferentes plantas junto con estos contaminantes. Los resultados demostraron que ciertas especies tenían una gran capacidad de absorción de toxinas, no solo a través de sus hojas, sino también gracias a los microorganismos presentes en la tierra de la maceta.
El estudio concluyó que las plantas no solo absorben dióxido de carbono y liberan oxígeno, sino que también capturan y descomponen compuestos químicos dañinos presentes en el aire. Además, se comprobó que la combinación de las hojas y los microorganismos en el sustrato potenciaban este efecto purificador.
Otro hallazgo interesante fue que algunas plantas, como la sansevieria, continúan liberando oxígeno por la noche, lo que las convierte en una excelente opción para mejorar la calidad del aire en dormitorios y otros espacios de descanso.
Inversión pública creció USD 94 millones en lo que va del año
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Durante la presentación de avances de las instituciones del Poder Ejecutivo, el ministro de Economía y Finanzas (MEF), Carlos Fernández Valdovinos, informó que las inversiones públicas acumulan un incremento de USD 94 millones en lo que va del año.
El titular de la cartera económica destacó que este aumento responde a una política fiscal responsable, pero firme en su apuesta al crecimiento, priorizando obras de infraestructura y compra de equipamientos estratégicos. En ese contexto, explicó que parte de estos recursos están bajo la administración del MEF, mientras que otras inversiones, como la adquisición de radares, son ejecutadas por otras carteras.
El ministro puso énfasis en el fortalecimiento de sectores clave como salud y educación. Según detalló, la ejecución presupuestaria en salud aumentó en USD 58 millones en los primeros cinco meses del año, lo que permite una mejor cobertura de servicios e insumos en hospitales del sistema público.
En educación se registró un incremento de USD 62 millones, destinado no sólo a garantizar el cumplimiento de los compromisos salariales con los docentes, sino también a la provisión de útiles escolares y otros elementos básicos que impactan directamente en el aprendizaje de los estudiantes.
Por otra parte, Fernández Valdovinos remarcó que la inversión social también ha sido una prioridad para el gobierno. Se asignaron USD 74 millones adicionales a programas que buscan atender a los sectores más vulnerables de la población, en línea con el compromiso del Ejecutivo de no dejar a nadie atrás.
“Estamos priorizando a las personas, con una gestión que busca mejorar la calidad de vida sin apartarnos del crecimiento económico”, expresó el ministro. Al mismo tiempo, reiteró que estos niveles de ejecución son posibles gracias a un manejo eficiente de los recursos del Estado.
Además de los incrementos en inversión y gasto social, el ministro resaltó la importancia de mantener una coordinación eficaz entre las distintas instituciones del Estado para asegurar que los recursos lleguen donde más se necesitan.
El ministro indicó que el crecimiento sostenido de la ejecución presupuestaria refleja no solo una mejor capacidad de gestión, sino también un compromiso político con el desarrollo inclusivo. “No se trata solo de ejecutar más, sino de ejecutar mejor”, finalizó.
“La interconexión ha generado nuevas formas de sufrimiento psíquico”
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Jimmi Peralta
Fotos: Mariana Díaz/Archivo
La geopsiquiatría como un campo emergente de estudios y nuevo enfoque de salud mental profundiza su mirada respecto a la influencia del entorno cercano y global en la psiquis de las personas. En este diálogo con El Gran Domingo de La Nación, el Dr. Julio Torales habla sobre esta novedad académica, su alcance, campo de acción y estudios existentes.
La reconfiguración del plano geopolítico global, la digitalización, el cambio climático y la pandemia, entre otros fenómenos que pueden ser mundiales o locales, pero de interrelación planetaria, sin dudas marcan huellas en la condición psíquica de las personas. En procura de desarrollar una mayor comprensión de esa situación, surge un nuevo enfoque médico que ya viene desarrollando estudios al respecto: la geopsiquiatría.
En contraposición al síntoma del momento que experimenta el sujeto individual, surge una forma de comprender la salud psíquica que pone el acento en la condición social del ser humano y parte de un enfoque holístico.
En este contexto, el médico psiquiatra paraguayo Julio Torales fue electo senior fellow del Instituto Internacional de Geopsiquiatría (International Institute of Geopsychiatry), con sede en Suiza, y nombrado director del Centro Colaborativo en Geopsiquatría en Paraguay.
Actualmente, Torales es profesor titular de Psiquiatría y líder del Grupo de Investigación sobre Epidemiología de los Trastornos Mentales, Psicopatología y Neurociencias de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción (FCM-UNA). Además, es coordinador del Centro de Investigaciones Médicas de la Universidad Sudamericana e investigador de la Universidad de Los Lagos (Chile).
–¿Cuál es la definición de la geopsiquiatría?
–La geopsiquiatría es una subdisciplina emergente de la psiquiatría que estudia las interacciones entre los factores geográficos, sociopolíticos, económicos y ambientales y su influencia en la salud mental de las poblaciones. Se trata de un enfoque integrador que reconoce cómo el entorno, el territorio y los procesos históricos afectan el bienestar psíquico individual y colectivo.
URGENCIA
–¿Cuál es la necesidad a la que viene a asistir?
–La geopsiquiatría surge para responder a una necesidad urgente: comprender y abordar los determinantes contextuales de la salud mental que han sido tradicionalmente subestimados. En un mundo marcado por desigualdades estructurales, crisis humanitarias, migraciones forzadas y colapsos ecológicos. Esta disciplina busca ofrecer marcos de análisis y acción sensibles a la realidad geopolítica de cada territorio.
–¿Existen otras especialidades o disciplinas que trabajen el factor social dentro de la psiquiatría?
–Sí. La psiquiatría social, la psiquiatría transcultural y la psiquiatría comunitaria son disciplinas que han abordado aspectos sociales, culturales y contextuales. Sin embargo, la geopsiquiatría se diferencia por su énfasis en los determinantes geopolíticos y ambientales globales, proponiendo una lectura más amplia y situada de los fenómenos mentales.
–¿Qué tipos de patologías se enmarcan en el ámbito de competencia específica de la geopsiquiatría?, ¿su labor se centra más en lo estadístico?
–La geopsiquiatría no se limita a una categoría diagnóstica específica, pero suele enfocarse en trastornos vinculados al contexto, como el estrés postraumático, la ansiedad climática, la depresión asociada a crisis humanitarias o las psicosis en contextos de violencia estructural. Más que limitarse al análisis estadístico, busca interpretar los datos a la luz de las realidades sociales, políticas y ambientales en las que se inscriben.
–¿La interconexión virtual y real del mundo globalizado visualiza y/o genera nuevos problemas mentales?
–Ambas cosas. Por un lado, la interconexión ha permitido visibilizar condiciones mentales antes silenciadas o estigmatizadas. Pero también ha generado nuevas formas de sufrimiento psíquico: adicción a las redes, ansiedad informativa, dismorfia corporal digital, aislamiento paradójico, entre otras. La vida en red ha transformado los modos de vincularnos con efectos directos sobre la salud mental.
PUNTO DE INFLEXIÓN
–¿Qué peso tienen en estos nuevos escenarios la virtualidad y la pandemia?
–La pandemia de covid-19 fue un punto de inflexión. Aceleró procesos de digitalización y puso en evidencia la fragilidad de los sistemas de salud mental a nivel global. La virtualidad se volvió una herramienta clave para sostener vínculos, pero también potenció el aislamiento, la fatiga psíquica y la desigualdad en el acceso a recursos digitales, sobre todo en contextos de vulnerabilidad.
–¿Existen antecedentes de estudios y análisis anteriores que se hayan clasificado dentro del análisis de la geopsiquiatría?
–Sí, aunque no con ese nombre. Durante la Guerra Fría se investigaron los efectos del miedo nuclear y tras el 11-S se estudió el impacto del terrorismo y la securitización en la salud mental colectiva. La geopsiquiatría retoma estas experiencias para construir un marco conceptual más sistemático y global capaz de integrar esas realidades al análisis contemporáneo.
–¿Qué tipo de acciones globales podrían impulsarse en el marco de las necesidades que plantea el nuevo panorama de la salud mental en el mundo?
–Se necesitan políticas públicas globales que integren la salud mental como componente esencial del desarrollo sostenible. Esto incluye el fortalecimiento de sistemas comunitarios de atención, la capacitación de profesionales en enfoques contextuales, la investigación transnacional de determinantes psicosociales y la inclusión de la salud mental en agendas climáticas, migratorias y de derechos humanos.
MISIÓN
–¿Qué es el Instituto Internacional de Geopsiquiatría? ¿Cuáles son sus funciones y qué trabajo desarrollará usted allí?
–El Instituto Internacional de Geopsiquiatría fue creado en 2025 bajo el auspicio del Grupo de Interés Especial en Geopsiquiatría de la Asociación Mundial de Psiquiatría. Su misión es promover la investigación, la formación académica y la incidencia política en torno a la relación entre geopolítica y salud mental. Como senior fellow y director del Centro Colaborativo en Paraguay, me corresponde impulsar estudios regionales, fortalecer capacidades locales y contribuir al desarrollo de marcos teóricos y prácticos que reflejen las realidades de América Latina en el contexto global.
–¿En qué sentido la problemática del subdiagnóstico, la escasez de profesionales y los prejuicios sociales que postergan las consultas menguan el avance en este tipo de aristas investigativas emergentes?
–Estas problemáticas no solo dificultan el acceso a atención oportuna, sino que también limitan la capacidad de los sistemas de salud para generar datos representativos y contextualizados. El subdiagnóstico oculta la verdadera magnitud del sufrimiento psíquico en las poblaciones; la escasez de profesionales impide establecer redes de investigación clínica sólidas y el estigma social retrasa tanto la consulta como la participación en estudios. Esto repercute directamente en la producción de evidencia científica que permita desarrollar políticas sensibles al contexto geográfico y sociocultural. La geopsiquiatría, al enfocarse en los determinantes estructurales y globales de la salud mental, pone de relieve la urgencia de superar estas barreras para avanzar hacia una comprensión más completa y justa del sufrimiento psicológico en cada territorio.
DESARROLLO DE LA GEOPSIQUIATRÍA EN PARAGUAY
Profesionales paraguayos publicaron en el International Journal of Social Psychiatry un estudio que analizó, por primera vez en el país, la relación entre condiciones meteorológicas extremas y las consultas psiquiátricas de urgencia.
Utilizando un diseño case-crossover, el estudio evidenció que el calor extremo y la baja humedad relativa se asocian con un incremento significativo de consultas por episodios bipolares, trastornos de la conducta alimentaria y depresión.
En contraste, se observó una disminución en las consultas por esquizofrenia. Además, se constató que cada 1 % menos de humedad relativa aumentaba en 11 % el riesgo de consulta, lo que subraya la vulnerabilidad de ciertos cuadros ante condiciones climáticas adversas.
Otro trabajo recientemente publicado, esta vez en la revista Geopsychiatry, consistió en la primera encuesta global sobre la incorporación de la geopsiquiatría en la formación de médicos residentes en psiquiatría. Participaron 401 profesionales de más de 20 países. Los resultados muestran que, si bien la familiaridad con la disciplina aún es baja (4,2 %), más del 60 % considera muy importante incluirla en los programas formativos. Este estudio también identificó las principales barreras institucionales, como la falta de docentes capacitados y de materiales educativos específicos.
Actualmente Paraguay lidera un estudio multinacional sobre los efectos del cambio climático y fenómenos meteorológicos extremos en la salud mental de la población general.
Esta investigación se encuentra en fase de recolección de datos en los cinco continentes, en colaboración con centros académicos de América, Europa, África, Asia y Oceanía.
Está en fase de diseño final un nuevo estudio que evaluará la relación entre la exposición a partículas finas en suspensión (material particulado PM2.5) y la aparición o intensificación de síntomas comunes de enfermedades mentales.
Esta línea de investigación apunta a profundizar el entendimiento del impacto de la contaminación ambiental en el bienestar psicológico, un aspecto cada vez más relevante en contextos urbanos y vulnerables.