Tanto el Banco Mundial como el Fondo Monetario Internacio­nal (FMI) y otros organismos económicos internacionales de relevancia insisten en que el Paraguay será protagonista este 2023 de un excelente año económico. Que a raíz de su buen des­empeño tendrá el más alto crecimiento de Sudamérica, por encima de las otras econo­mías de la zona que no podrán llegar a los niveles porcentuales de nuestro país.

En su último informe de octubre, el Banco Mundial destaca que la economía para­guaya crecerá este año 4,8 %, en tanto que el FMI habla de un 4,5 %, lo cual no es una novedad, porque en sus informes de meses anteriores anunciaban cifras similares. Lo importante es que en los últimos meses se ha mantenido fuertemente esa tendencia, por lo que algunas entidades financieras de prestigio como Itaú señalan un alza del 5,6 % en tanto que Standard & Poor’s una del 5 %.

En el documento el Banco Mundial destaca que, por sus buenos números, el Paraguay ocupará el primer puesto en el ranking de Sudamérica, con 4,8 %, seguido de Brasil y Bolivia, con 2,6 % y 1,9 %, respectivamente. Los demás países tendrán incrementos inferiores a los señalados, en tanto que la Argentina registrará una caída del 2,5 % y Chile una disminución del 0,4 %.

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Es reconfortante saber que este año el Paraguay será el de mayor crecimiento eco­nómico en esta parte de América Latina, luego de los números no tan buenos de los años anteriores. Pero lo más importante es que con ese incremento el país se acercará a los niveles que tenía antes de la pande­mia y que su continuidad podría hacer que alcance mejores ubicaciones que garanti­cen la recuperación tan deseada.

El hecho de que en el décimo mes del año se mantenga la visión del buen creci­miento económico que tendrá nuestro país durante este 2023 es un excelente telón de fondo para la nueva administración estatal iniciada el 15 de agosto por Santiago Peña. No es lo mismo comenzar un periodo de gobierno en malos momentos económicos que en situaciones de buen crecimiento, en que el optimismo reinante impulsa la rea­lización de nuevos proyectos y da más fuer­zas a los emprendimientos encarados.

La confianza y el buen humor imperan­tes son condimentos imprescindibles para interesar a los empresarios del exterior y a los paraguayos a traer su capital, a realizar nuevas inversiones y abrir más fuentes de empleo. Así como una nación con pésima situación económica espanta las nue­vas inversiones, un país con estabilidad y excelentes perspectivas tiene un fuerte atractivo para concretar nuevos proyec­tos. Y en eso se tiene una importante ven­taja que hay que aprovechar de manera inteligente.

Una economía que crece en buenos térmi­nos es oportunidad de posibles mayores ganancias para los que producen y comer­cializan los más diversos productos agro­pecuarios e industriales. Y da posibilida­des de crear más fuentes de empleo para la población que necesita mejorar su chance de trabajo.

En estos momentos difíciles para la econo­mía en todo el mundo es importante tener la certeza de la solidez de la situación de nuestro país y que las perspectivas futuras son muy buenas. Indudablemente es una excelente noticia para los que vivimos en este país. Pero es mucho más que solo una buena información, pues constituye un dato de extraordinaria importancia y uti­lidad para todos aquellos que estando en otras naciones puedan ver aquí las excelen­tes oportunidades que existen para reali­zar inversiones.

Si se tiene en cuenta no solo la actual situa­ción del país, sino además las condiciones que se brindan en materia impositiva, en la productividad agropecuaria, la estabilidad económica, la abundante energía eléctrica, la seguridad jurídica, las leyes favorables, un mercado enorme como el Mercosur, la tranquilidad sindical de trabajadores, se puede afirmar que muy pocas naciones tie­nen esos atractivos.

Teniendo en consideración todos estos datos, una de las tareas principales del Gobierno nacional, de los gremios empre­sariales y las entidades civiles es mostrar al mundo en toda su dimensión la verdadera cara del Paraguay. Hay que instalar ante los países del orbe, de manera bien visible, las excelentes condiciones para trabajar, enca­rar proyectos, progresar y obtener ganan­cias que ofrece el país.

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