La inversión económica, en el sentido de utilizar dinero aho­rrado para la compra de activos que luego tendrán un rendi­miento más alto, es una de las acciones significativas de la economía. Es la clave del crecimiento económico y el progreso para cualquier nación. Los países alta­mente desarrollados llegaron a ese nivel mediante las grandes inversiones reali­zadas en su historia, en tanto que los sub­desarrollados se caracterizaron por su nula o baja inversión, por lo que siguen siendo pobres.

Un país que no tiene dinero ahorrado no puede realizar inversiones, a menos que alguien de afuera traiga sus ahorros y los canalice buscando ganancias, hecho que tiene un efecto multiplicador muy posi­tivo. Ya que ayuda a dinamizar la activi­dad económica creando beneficios que antes no había. Ahí está la importancia de la inversión extranjera, que es la fór­mula para mover los resortes producti­vos que sin esa contribución foránea no sería posible en el caso de las naciones sin mayores capitales, como Paraguay.

En el 2022 la Inversión Extranjera Directa (IED) en América Latina tuvo un aumento del 55 % con relación al año anterior, en tanto que en el Paraguay creció en 128,98 %, de acuerdo con los informes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Aunque en términos absolutos el monto es relativamente bajo con relación a los registrados en otros países de mayor porte, como Brasil, Colombia o Chile, para una economía pequeña como la muestra ese crecimiento tiene una gran significación.

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La inversión extranjera directa en Para­guay durante el año pasado fue de 474 millones de dólares, comparado con los 207 millones de dólares del 2021 y resulta el mayor monto alcanzado en los últimos cinco años, ya que en el 2019 se había lle­gado a 402 millones de dólares. Mientras que el nivel más bajo del quinquenio fue el del 2020, con 95 millones de dólares. En el 2018 habían ingresado 218 millones de la misma moneda

Teniendo en cuenta las cifras del 2022, la tarea es tratar de mantener ese flujo o aumentarlo para acelerar la recuperación de la economía y asegurar un repunte sig­nificativo también en lo social, sector que ha sido golpeado con los malos años del gobierno que se va.

Una de las preocupaciones principales del nuevo gobierno es justamente aumen­tar fuertemente el ingreso de capital foráneo para mover con mayor fuerza nuestra economía interna. Por eso el pre­sidente electo ha ido recientemente a Emiratos Árabes Unidos (EAU) con el fin de interesar a ese estado y a los empresa­rios árabes a realizar sus inversiones en nuestro país. Lo mismo está haciendo en estos momentos en su visita de cinco días a Taiwán, un aliado político, que es gran comprador de productos paraguayos y que año tras año está aumentando sus inversiones en Paraguay.

El vicepresidente electo, Pedro Alliana, ha recibido últimamente a una delega­ción de empresarios japoneses que está de gira para invitarles a traer sus capita­les a nuestro país. La veintena de hom­bres de empresa que tienen inversiones en Brasil y Argentina ha demostrado su interés en Paraguay. Los mismos forman parte de la Asociación Keidanren, una organización que tiene como miembros a más de 1.300 empresas niponas. Algunas grandes marcas, como Kawasaki, Sumi­tomo, Toyota, Steel, Hitachi, NEC, Toray estuvieron representadas por sus direc­tivos en dicho encuentro realizado en Asunción.

Alliana mencionó que tocaron varios temas, como el impositivo, las garantías jurídicas y políticas que ofrece el país, y que los visitantes expresaron su interés de realizar inversiones en Paraguay. Esto además de resaltar la tradicional relación de amistad que se tiene con Japón.

El hecho de que la inversión extranjera haya tenido un fuerte crecimiento en el 2022 es un excelente augurio. Y que aumentara en más del doble que en el año anterior es saludable. Sería bueno que se mantenga la tendencia, cosa que depende de muchos factores. Entre ellos que la administración del país se haga de manera acertada y positiva para que pro­duzca la suficiente confianza de los inver­sionistas. Es lo que se aguarda de las nue­vas autoridades que en la actualidad con su actitud y su trabajo responsable están demostrando su capacidad para conse­guir ese y otros muchos objetivos.

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