El Instituto de Previsión Social (IPS) ha vuelto a ser noticia por un nuevo hecho preocupante. Vuelven a encenderse las alarmas en torno a una de las entidades más importantes para la salud, la vida y la seguridad de gran parte de los paraguayos.

Sus directivos han admitido que últimamente están utilizando para otros fines los fondos destinados al pago de las jubilaciones que los contribuyentes aportaron para la pensión respectiva.Resulta que el Consejo de Administración del IPS decidió autorizar el uso de una parte de la renta de la reserva técnica para cubrir la falta de dinero que tiene para sus gastos habituales, porque tiene más egresos que ingresos. De acuerdo con las explicaciones dadas recientemente por uno de los directivos, la entidad tiene la necesidad de cubrir un faltante de dinero de cerca de 20.000 millones de guaraníes mensuales entre sus egresos e ingresos.

El funcionario aclaró que la institución no está sin dinero, pues las reservas que tiene ascienden a 17,5 billones de guaraníes, pero que afronta el problema de liquidez para hacer frente a sus gastos habituales. Para explicar la situación, indicó que la contracción de los ingresos que se había producido y el aumento del haber mínimo jubilatorio que se decidió en leyes recientes son los hechos que produjeron el déficit que tiene actualmente la institución. Pero sería un fenómeno tan solo temporal, ya que calculan que las finanzas se podrían volver estables el año venidero.

En diversos gremios y sectores el hecho está causando una gran alarma, pues no es normal que se usen las reservas para pagar los gastos corrientes. Ya que es un indicador de mal manejo administrativo. Con eso ponen en peligro los fondos que se requieren para cubrir las pensiones jubilatorias y que pueden terminar dejando sin nada a los aportantes en un futuro muy próximo.

Esa es la razón por la que la utilización de las reservas ha sido duramente cuestionada, y resalta el temor sobre qué puede pasar si es que el Gobierno no toma las medidas adecuadas. Esta constituye otra preocupación, pues la actual administración estatal ha avalado la permanencia de los malos administradores que tiene y hasta ahora no ha sido capaz de tomar las medidas para hacer las correcciones urgentes que se requieren. Con este gobierno no hay esperanzas de garantizar la utilidad y hasta la existencia de la entidad previsional, porque es cómplice de los errores de sus directivos y corresponsable de sus desaciertos.

Con lo ocurrido, como mínimo, se tiene un manejo presupuestario financiero desordenado y caótico, afirman algunos de los críticos. Porque no se presupuestó bien el gasto, lo que constituiría una irregularidad administrativa muy seria. Se habla de que incluso podría haberse dado una malversación de fondos.

La inquietud se agranda porque estos hechos podrían ocasionar que la caja previsional vaya a la quiebra mucho antes de lo previsto, con todo el perjuicio que ello podría ocasionar a los jubilados. Tocando las reservas técnicas como se están haciendo, estiman que el colapso podría producirse ya dentro de una década.

Dado que el Poder Ejecutivo ha demostrado que no hará nada para intervenir el IPS porque es parte del problema y que el Poder Judicial no ha accionado a pesar de numerosas denuncias, lo único que queda es aguardar la instalación de la nueva administración gubernamental.

Es imperioso que los organismos públicos competentes metan la mano en la previsional para obligar a que se hagan las correcciones necesarias para preservar el interés ciudadano e impedir el desfalco descomunal que sería llevar a la quiebra esa institución. Se está a tiempo para tomar las medidas necesarias y evitar tamaña tragedia financiera y sanitaria.

No hay duda de que el nuevo gobierno que asume en agosto es la esperanza para mejorar las cosas. Cuando se haga cargo del país, la previsional debe ser intervenida para hacer las transformaciones necesarias. Para ello cuenta con la decidida voluntad política de cambiar, que será posible solo con los nuevos equipos.

Los gremios involucrados deben sugerir las disposiciones que debe tomar el Estado a fin de hacer que el IPS sea la verdadera entidad de servicio para la que se creó y colaboran los aportantes.