En los últimos días algunos medios de comunicación señalaban que a la vuelta de la Semana Santa se acabaría la emergencia nacional establecida ante la pandemia declarada por la Organización Mundial de la Salud y la obligación de usar tapabocas en todo el país. La versión que surgió del Palacio de López se extendió rápidamente y ya se ha dado como un hecho que a partir del lunes 18 de abril se extinguirán ambas medidas de protección de la salud. Sin embargo, aparte de que se promulguen las disposiciones jurídicas, es importante tener en cuenta la opinión de los especialistas de la salud, que son los que tienen la autoridad científica y sanitaria para pronunciarse sobre el tema. La pandemia del covid-19 ha sido y es una cosa demasiado seria para que su cuidado sanitario dependa de una norma jurídica que no tenga el respaldo de rigor.
Uno de los aspectos que se deben considerar es que la obligatoriedad de usar el barbijo y la declaración del estado de emergencia han sido establecidas por dos leyes y no por simples decretos. Por lo tanto, el Gobierno no las podrá dejar de lado si no se produce la norma jurídica correspondiente en el Congreso Nacional con su posterior promulgación por el Poder Ejecutivo. Ambas legislaciones deben derogarse por una ley que la tramite el Legislativo y le dé el proceso final la Presidencia de la República.
La emergencia nacional fue declarada por la Ley N° 6524 del 26 de marzo del 2020 para darle más fuerza al Decreto N° 3456 que había promulgado el Ejecutivo diez días antes, el 16 de marzo de ese mismo año.
Por su lado, la Ley N° 6655 que dispone la obligatoriedad temporal del uso de mascarillas para la protección contra el coronavirus fue promulgada el 25 de noviembre del 2020.
Desde el punto de vista sanitario, la evolución de los casos de coronavirus en las últimas semanas hace pensar a los expertos de la salud que estamos iniciando un nuevo proceso en que el mal irá a su menor expresión. Aunque no se extinguirá totalmente, por lo que deberemos de convivir con él con los cuidados requeridos.
Según lo señalado el viernes 8 por el director de Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud, Guillermo Sequera, el país está entrando a una meseta baja de contagios. Dijo que era la novena semana de disminución continuada de los casos de covid-19 y que ante esta situación favorable se analizará con el equipo jurídico la derogación de la ley de uso obligatorio del tapabocas. Aunque invitó al uso inteligente de las mascarillas en los sitios cerrados y concurridos. Resaltó que es un momento epidemiológico interesante para empezar a desprenderse paulatinamente de esa obligación impuesta para protegerse de los contagios.
Para ejemplificar la situación actual, informó que durante la última semana se habían producido solo 565 contagios, un número muy bajo, y se reportaron tan solo 7 fallecimientos por el virus, lo que equivale a uno por día. “Estamos prácticamente en la meseta que queríamos estar, una meseta baja”, se congratuló. Dijo que en los últimos siete días se tuvo un total de 37 internaciones de las que solo 3 pacientes se encuentran en una unidad de terapia intensiva.
El funcionario explicó que el poder de las vacunas contra el covid-19 no ayuda a prevenir nuevas olas de la enfermedad, pero sí evita los casos graves, lo que implica menos cantidad de internación de pacientes.
Para tomar cualquier decisión que afecte al cuidado de la salud contra la pandemia hay que ser muy responsables y no cometer errores que después pueden costar más vidas humanas. No hay que olvidar que esta enfermedad causó la muerte de 18.734 personas en poco más de dos años. Por eso la eliminación de la obligación del uso del barbijo debe ser determinada por las autoridades sanitarias, luego de un exhaustivo análisis, para evitar cualquier consecuencia desagradable. Tal vez sea aconsejable seguir usando barbijos en los lugares cerrados y con mucha concurrencia de personas, tal como se suele aconsejar ante las afecciones respiratorias. Porque la prudencia aconseja que es mucho mejor prevenir que curar, como dice el sabio proverbio popular.