Luego de dos años difíciles y de fronteras cerradas, hay mayor posibilidad de via­jar al exterior para muchos paraguayos, pero la gran mayoría permanece en el país, ya sea por tra­bajo o porque no planificaron con tiempo esos días de descanso y eco­nómicamente se hace cuesta arriba. La opción de hacer turismo interno hasta no hace mucho tiempo era poco tenida en cuenta debido a las dudas sobre los servicios prestados en dis­tintos sitios y, sobre todo, por consi­derarlos caros en comparación con los que se ofrecen generalmente en otros países limítrofes.

Sin embargo, esa realidad ha cam­biado mucho para beneficio de quie­nes deseen pasar unos días de vaca­ciones y también aprovechar para conocer el país, que ofrece su rico pai­saje, sus ciudades y pueblos conocidos y sus sitios que hasta hace poco eran desconocidos por la mayoría de los compatriotas.

La variedad de posibilidades en cuanto a sitios para conocer y dis­frutar dentro del Paraguay es un verdadero abanico de lugares que abarcan desde las opciones más conocidas y clásicas, donde existe infraestructura y se explota el turismo desde hace años, hasta sitios donde la naturaleza muestra su esplendor y permite apreciar la riqueza de paisajes, la frescura de las aguas cristalinas y las anchas playas. También hoy en día la oferta de hospedaje ha ido ampliándose hasta lograr muchas opciones que incluyen la posibilidad de alquilar cabañas, habitaciones en posadas atendidas por sus propios dueños y hoteles que han ajustado sus precios para acercarlos a mayor cantidad de familias paraguayas.

Casi todos los emprendimientos dedi­cados a atender y brindar comodi­dades a turistas y visitantes de un día, semanas o fines de semana son resultado del esfuerzo de personas o familias organizadas en mipymes. El esfuerzo es recompensado, según expresan los propios emprendedo­res de distintas zonas del país, con la publicidad que los propios usuarios hacen ante sus familias, amistades o a través de las redes.

Si bien la Senatur hace un esfuerzo y trabaja cerca de dichos emprendedo­res y se ocupa de darles visibilidad a través de campañas interesantes como Abrazá Paraguay, destinada a pro­mover el turismo interno, faltan más estímulos desde el Gobierno para que la promoción de los distintos sitios por descubrir llegue masivamente a la ciudadanía a través de los medios. Faltan mayor visibilidad de esos sitios y abundancia de detalles útiles sobre cómo llegar y qué esperar recibir en cada sitio.

También es trascendental destacar la importancia del acceso a apoyo econó­mico como créditos a los emprendedo­res que se dediquen al turismo en sus diferentes rubros, como hospedajes, oferta gastronómica y proyectos que sean novedosos y atraigan el interés de quienes luego quedarán gratamente sorprendidos en sus visitas.

La falta de accesibilidad también es un problema que manifiestan quie­nes deseen llegar a sitios ponderados a través de las redes, pero a los que se hace difícil llegar por la mala calidad de los caminos. El compromiso del Estado con el desarrollo del turismo interno debe tener la mirada transver­sal hacia todos los aspectos que hacen a la buena imagen de los diferentes espacios que son atractivos para el turismo, pues nadie quiere ir a sufrir contratiempos ni problemas causados por falta de infraestructura cuando se pretende ir a disfrutar del descanso y acceder a una atención acorde.

Como se dice habitualmente, nadie puede aprender a amar lo que no conoce y esta frase se aplica también al propio terruño, que merece ser redescubierto por sus propios habi­tantes con la mirada renovada y lista para disfrutar con todos los sentidos de sus paisajes, su gran variedad gas­tronómica y la calidez de la atención de la propia gente. Que valga la pena abrazar al país y elegir quedarse.