Insistir en la única vía para eludir los casos graves de covid-19, la vacunación
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El incremento de casos de covid-19 en algunas regiones del país y la amenaza del ingreso de la nueva variante están poniendo en guardia a los especialistas en salud. La enfermedad está muy activa y es necesario insistir en la inmunización masiva como una de las principales armas contra los nuevos contagios.
Si bien la vacuna no protege en un ciento por ciento contra la dolencia y sus derivaciones está visto que hay menos complicaciones en las personas vacunadas. Por lo tanto, el razonamiento válido es que hay que vacunarse para tener una razonable defensa contra el mal y sus consecuencias, porque es la única vía más segura para resguardarse contra el peligro. Y, en la contraparte, los que no se inmunizan, sea porque no lo desean o porque no tienen oportunidades, son los más propensos a los nuevos contagios y las complicaciones.
Un ejemplo de los repuntes de la pandemia que se están dando es lo que acontece en la zona del Alto Paraná donde se han registrado muchísimos nuevos casos de internaciones, más que en otras regiones del país. Y la principal causa es el bajo porcentaje de vacunación. En este departamento, hasta el 15 de diciembre la cantidad de personas vacunadas con las dos dosis alcanzaba al 38% de la población y las que tenían solo la primera dosis representaban 47,2%.
Según Salud Pública, desde el comienzo de la pandemia, en el Alto Paraná han fallecido 1.710 personas a causa del covid-19 y sus complicaciones. Por resultados de laboratorio se han confirmado 27.718 casos y se estima que el virus se encuentra actualmente activo en un centenar de personas.
Con el apoyo de Itaipú, la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) y las fuerzas públicas constituyeron 100 brigadas de vacunación que están recorriendo el departamento. En la primera semana de tareas visitaron 20.720 viviendas que recibieron a los vacunadores. El reporte más llamativo de la Décima Región Sanitaria es que en las casas visitadas el 56,6% de las personas no inmunizadas rechazaron ser vacunadas, que en este caso representan 7.507 individuos. Una información que resulta preocupante porque representa un alto porcentaje de personas que están a expensas de los contagios que podrían darse.
El informe indica que están aumentando los casos graves y fallecidos por coronavirus en el Hospital Integrado de Ciudad del Este, donde la mayoría de los internados son personas no vacunadas, aunque está creciendo también el número de vacunados con casos graves. De los 31 internados en terapia intensiva del Hospital Respiratorio IPS-Ministerio de Salud, 24 no están vacunados y el resto tiene una o dos dosis. El neumólogo Carlos Morínigo señaló que la situación que se vive en el Alto Paraná es un llamado de atención para todos porque están repuntando los nuevos casos a raíz del bajo porcentaje de inmunizados. Llamó la atención sobre la importancia del comportamiento social, que consiste en la adopción de las medidas sanitarias y la vacunación para las mayorías.
Como han señalado los centros para el control y la prevención de enfermedades, es posible que ocurran casos de infección en personas que están vacunadas con las dosis completas. Destacaron que, contra otras variantes, como la Delta, las vacunas fueron efectivas para evitar enfermarse gravemente, ser hospitalizados por la gravedad de los casos e incluso llegar a la muerte.
El Gobierno y el sector privado deben trabajar en forma conjunta para buscar la inmunización de la mayor cantidad de personas. Para ello se debe hacer un mayor despliegue de las brigadas de vacunación en las zonas con menor cobertura e intensificar las campañas de educación y de concienciación para lograr que la gente se sensibilice y admita la necesidad de inmunizarse como una de las formas más seguras de protegerse contra la enfermedad y sus derivaciones.
Las empresas de comunicación tienen que jugar un papel de trascendencia, pues, de común acuerdo con las autoridades sanitarias, deben intervenir en la tarea informativa. Ya lo están haciendo de diversos modos. Pero hay que insistir con nuevas cruzadas, con diversos tipos de operaciones de divulgación y publicidad dirigida para movilizar a la mayor cantidad de personas hacia el objetivo de la inmunización.
En la mañana de este sábado se habría dado el deceso de Agustín Ramón Martínez Martínez, alias “Soldado Israelí” en el interior de la penitenciaría de Tacumbú.
La víctima fatal habría manifestado fuertes dolores en el pecho cuando se presentó a la enfermería de la prisión, motivo por el cual fue trasladado hasta el Hospital de Barrio Obrero, donde ya llego sin signos de vida, según las autoridades del recinto penitenciario.
Si bien por disposición fiscal el cuerpo será sometido a una autopsia para determinar a cabalidad el motivo de la muerte de Martínez Martínez, considerando que los síntomas son de una muerte súbita.
Según el informe de los médicos, Martínez Martínez presentó síntomas de un infarto, de acuerdo a la inspección preliminar realizada por los médicos que lo asistieron, por lo que fue traslado a un centro asistencial.
Martínez Martínez fue condenado por un Tribunal de Sentencia a 30 años de cárcel, más 10 años de medida de seguridad, totalizando así 40 años de pena privativa de libertad tras ser encontrado culpable por homicidio doloso por el crimen del abogado Lucilo Cardozo. El mismo cumpliría recién la totalidad de su pena el 23 de mayo del 2048.
Los jueces Gerardo Ruiz Díaz, Hugo Ríos Alcaraz e Hilario Bustos, mencionaron que se probó en juicio oral la responsabilidad de Agustín Martínez en el homicidio de Cardozo.
Si bien no hubo testigos del hecho, sí se presentaron elementos de prueba como el informe del GPS de la camioneta de la víctima, así como el cruce de llamadas entre el abogado asesinado y su esposa que dan fuertes indicios de que el acusado Agustín Martínez es el responsable del homicidio de Cardozo.
Antecedentes
Agustín Martínez ya estuvo durante seis años –desde el 2009 y liberado en el 2015– recluido por estar implicado en un triple homicidio, cuando hallaron cuerpos incinerados en un horno. En aquella oportunidad fueron víctimas el político Ricardo Cabello y dos de sus empleados, Hilario Marecos y Alberto Medina.
El caso tomó mayor trascendencia cuando se confirmó que los cuerpos de los tres hombres fueron incinerados en un horno para carbón, un patrón que se repetiría con el caso del abogado de Paraguarí.
Pero no era su único antecedente, en aquella ocasión se informó que el hombre ya había realizado delitos similares en Misiones, Argentina y Quiindy, donde habría procedido de la misma manera.
Reducir el consumo de sal en un 25 % podría salvar unas 900.000 vidas de enfermedades cardiovasculares para 2030, dijo el director para Europa de la OMS. Foto: Ilustrativa
Estadística mortal: cada día mueren 10.000 europeos por enfermedades del corazón
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Las enfermedades cardiovasculares son responsables del 40 % de las muertes en Europa, el equivalente de 10.000 muertes al día o cuatro millones al año, indicó la OMS el miércoles, e instó a los europeos a reducir su consumo de sal.
“Implementar políticas específicas para reducir el consumo de sal en un 25 % podría salvar aproximadamente 900.000 vidas de enfermedades cardiovasculares para 2030″, dijo en un comunicado Hans Kluge, director para Europa de la Organización Mundial de la Salud.
En Europa, uno de cada tres adultos de entre 30 y 79 años padece hipertensión, a menudo debido al consumo de sal.
Cincuenta y uno de los 53 países de la región europea de la OMS tienen una ingesta diaria promedio de sal superior a los cinco gramos, el equivalente de una cucharadita, el máximo recomendado por la OMS, en gran parte a causa de los alimentos procesados y los aperitivos.
“El alto consumo de sal aumenta la presión arterial, un factor de riesgo principal para enfermedades cardiovasculares como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares”, dijo la OMS.
Europa tiene la prevalencia de presión arterial más alta del mundo, según el informe de la OMS Europa. Los hombres en la región tienen casi 2,5 veces más probabilidades de morir por enfermedades cardiovasculares que las mujeres.
Las lluvias inundaron algunos campos en la zona sur del país, pero en las demás regiones no habría inconvenientes para avanzar con el segundo periodo de vacunación contra la fiebre aftosa y brucelosis. Foto: Ilustrativa
Inundaciones en el Sur podrían complicar la inmunización contra la fiebre aftosa
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El sur del país, específicamente en el departamento de Ñeembucú, está atravesando por una serie de dificultades por la gran crecida tras las intensas lluvias de las últimas semanas, zona en la que se registran campos inundados, por lo que es probable que los trabajos del segundo periodo de vacunación contra la fiebre aftosa y la brucelosis bovina puedan complicarse de alguna manera.
Es lo que señaló el presidente de Fundación Servicios de Salud Animal (Fundassa) y vicepresidente primero de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Mario Apodaca, en entrevista con el diario La Nación/ Nación Media, quien aseguró que el equipo de trabajo tiene la capacidad de inmunizar al rebaño proyectado más allá de inconvenientes de acceso, que tal vez retrasen un poco.
“Fuera de lo que es la zona del sur, donde es probable que sea más difícil llegar a los establecimientos por las inundaciones, creemos que en las otras regiones no habrá mayores inconvenientes paran cumplir con los objetivos, que es vacunar a unos cuatro millones quinientos mil contra la aftosa y un millón ochocientos cincuenta o poco menos en brucelosis bovina”, expresó.
El resto del país está en condiciones por el tema de acceso, y aparentemente todo está encaminado para llegar a los objetivos, para lo cual Fundassa cuenta con unas 3.300 personas operativas para los trabajos, de los cuales más de 300 son los veterinarios acreditados para vacunar a nivel país a través de las 22 comisiones de salud, dijo.
En cuanto a los trabajos específicos, el titular de Fundassa indicó que es en todo el territorio nacional y el hato ganadero, que además implica la realización de actas y registros, por lo que implica un importante despliegue logístico y de personal humano, aunque menos que el primer periodo.
“Por todo este movimiento es que Fundassa es todo un logro para el sector ganadero, por que de alguna manera tenemos que tener empoderamiento sobre más de 3.000 personas y toda la hacienda, por el impacto multidireccional tanto económico, social y por la sanidad animal y la importancia que eso implica para nuestro estatus sanitario. Esto tenemos que cuidar, llevar adelante y lucirnos porque eso habla bien de sector y el país”, agregó.
El segundo periodo de vacunaciónarrancó el 6 de mayo, y se extiende hasta el 7 de junio próximo, mientras que el registro será hasta el 14 de junio. La proyección es inmunizar a unas 4.500.000 contra la aftosa a animales de menos de 2 años, terneros, desmamantes machos y desmamantes hembras en bovinos y bubalinos. En tanto que contra la brucelosis, se pretende llegar a 1.800.000 hembras jóvenes terneras y desmamantes bovinos y bubalinos.
Datos claves
Las intensas lluvias que provocaron inundaciones hacia el sur del país podrían complicar tareas de vacunación.
El resto del país está en buenas condiciones para avanzar con el segundo periodo de inmunización contra la aftosa y brucelosis bovina.
Fundassa cuenta con capacidad operativa para llegar a nivel país, con más de 300 veterinarios vacunadores y cumplir con la meta.
Fuente: Mario Apodaca, presidente de Fundación Servicios de Salud Animal (Fundassa)
Vivir y morir son los dos momentos culminantes de una obra poética que la humanidad compone.
Por Ricardo Rivas
Periodista - X: @RtrivasRivas
Fotos: Gentileza
“La muerte es cosa de vivos”, decía una y otra vez aquel vecino tal vez sabio, de piel rugosa y voz inaudible sentado en el umbral de acceso a un conventillo con paredes desconchadas en una pequeña cortada empedrada de mi pueblo natal, el Bajo Belgrano en Buenos Aires, poco más de 1.300 kilómetros al sur de mi querida Asunción. Nunca supe su nombre. Pero aquellas palabras quedaron en mí.
Supe de la muerte desde muy joven. Vaya a saber por qué razón (si la hubiere) tuve amigos-maestros bien mayores. Periodistas, escritores, artistas plásticos, músicos. Sus nombres y sus enseñanzas –como aquellas palabras– también quedaron en mí. Helvio “Poroto” Botana; el Lolo Bourse Herrera; Ulises Petit de Murat, por nombrar solo a los que más me enseñaron el oficio y a caminar en la noche porteña.
Con ellos supe que a la calle Suipacha la llamaban desde muchos años la Nieve porque en esa estrechísima arteria céntrica a metros de la avenida Corrientes –en algunos bares, tal vez, demasiados– circulaba intensamente la cocaína y también aprendí –escuchándolos en aquellas madrugadas increíbles– de las bellezas y tristezas de la vida.
“Morir es una cuenta pendiente de cada persona desde el momento de nacer”, decía una y otra vez Poroto, que levantaba copas en honor de aquellos que ya no estaban y hasta alguna vez lo vi bailar en el cruce de Corrientes con Montevideo, frente al bar La Paz, para homenajear a aquel amigo-hermano que la noche anterior había partido. “Cada tanto hablo con él”, decía con frecuencia cuando recordaba lloroso a Pitón, su hermano que se pegó un tiro frente a él en la tarde del 17 de enero de 1928. “Siempre le pregunto por qué lo hizo”, explicaba con tristeza.
¿Hablan los muertos? “El hombre ha olvidado demasiado a la muerte”, sostiene el maestro Edgar Morin (103) en “El hombre y la muerte”, uno de sus 36 libros, que publicó en 1951. Cursé con él cuando cumplió 99. A distancia. Eran tiempos de pandemia. Inolvidable. La muerte, siempre la muerte. Inseparable de la vida.
“TRAFICANTES DE LA INMORTALIDAD”
Erich Weiss nació en Budapest el 24 de marzo de 1874. Su papá fue rabino. Desde niño trabajó. Su familia lo necesitaba. Fue vendedor de diarios y lustrabotas callejero. Por aquellos años junto con su padre presenció la actuación de un mago viajero. El doctor Lynn (nombre artístico) lo deslumbró y marcó su vida para siempre. El circo –hasta donde llegó con un reducido grupo de pibes tan humildes como él– fue su ilusión y lugar de trabajo antes de cumplir 10 años. Era un excelente trapecista y contorsionista. Por algún tiempo, desde el 28 de octubre de 1883, en esa condición se lo conoció como Ehrich, el Príncipe del Aire.
Cuando comenzó a ser conocido, su familia decidió dejar atrás Hungría para emigrar a los Estados Unidos. Volver a empezar en Nueva York. Nueva vida y nuevo nombre. Harry Houdini, mago y escapista. Deslumbró a miles. Su fama desde entonces no tuvo más que el límite natural de todo humano. El mundo lo aplaudía y vitoreaba. Pero en 1913 la muerte de su madre, Cecelia Weisz, de gran influencia en todas sus decisiones, lo sumió en la tristeza. Beatrice, su esposa –Bess, como la llamaba– angustiada, desesperaba. La riqueza económica que poseían de nada servía para cicatrizar aquel corazón herido.
Sir Arthur Conan Doyle –el creador de Sherlock Holmes– escuchó a Houdini con atención. Harry extrañaba a su madre. Para remediarlo, Doyle lo acercó al espiritismo. Miles de dólares en cada sesión le permitieron durante algún tiempo creer que se acercaba a la difunta que –a través de una médium– se hacía presente. Un “mensaje” falso de su madre que recibió en uno de esos encuentros puso fin a aquellas ilusiones. Rompió para siempre con aquellas prácticas, con quienes las practicaban y lucraban con ellas. Los acusó ante el mundo categorizándolos como “traficantes de la inmortalidad”.
Como ilusionista que era comenzó a revelar los trucos más comunes que se aplicaban en cada sesión de espiritismo. Su amistad con Conan Doyle dejó de ser. Construyó como enemigos a espiritistas famosos como Agramasilla, español, y a un par de médiums británicas. Pese al distanciamiento, sir Arthur Conan Doyle no dejaba de escribirle. Muy probablemente Bess respondió aquellas cartas. Houdini, sin embargo, no detenía y ni siquiera moderaba su combate contra lo paranormal.
Previsor, acordó con su mujer un código secreto que apoyó sobre una decena de palabras que seleccionó cuidadosamente e instruyó a Beatrice para que cuando él no estuviere, si algún médium la contactaba para que “dialogaran”, supiera que solo habría de mencionar esas palabras claves. “Si no las escuchas, sabrás que no soy yo”, aseguran que le dijo a Bess.
Harry Houdini falleció poco después de cumplir 52 años, el 31 de octubre de 1926. Una multitud que la policía estimó en poco más de cinco mil personas lo despidió. No faltaron entre aquellos quienes aseguraron que “no ha muerto” y apostaron por que “volverá”. No fue así. Conan Doyle viajó desde la Gran Bretaña a los Estados Unidos para despedirse de su amigo y presentar sus condolencias a la viuda.
Aquellos “traficantes de la inmortalidad” siguieron adelante. Tal como Harry lo imaginara, numerosos espiritistas aseguraron estar en diálogo con su espíritu. Arthur Ford fue uno de ellos. Tomó contacto con Bess, quien luego de numerosas sesiones en el lapso de una década desistió de continuar con esas prácticas. Nunca escuchó ninguna de aquellas palabras claves que habían acordado en la más absoluta intimidad.
Los tertulianos de época aseguran que la viuda, desde el momento mismo que regresó a su casa después del intento final, apagó la vela que durante esa década mantuvo encendida junto a una foto de su esposo e hizo pública su decisión. “Diez años son suficientes para esperar por cualquier hombre”, dicen que dijo. La voz esperada, desde el más allá, nunca llegó hasta su más acá. Pero... ¿es posible comunicarse con quienes han muerto?
ORACIÓN
Algunas semanas atrás leí en una publicación del portal digital cristiano Zenit que “el hermano capuchino Maciej (Mateo) Zinkiewic”, director de la Editorial Serafín, sostiene que “según enseña la tradición de la Iglesia y diversos documentos magisteriales” –aunque no precisa cuáles– “los difuntos, que todavía están en camino al cielo, desde el purgatorio, nos piden oración”.
Revela que “a menudo me he encontrado con personas que afirmaban haber recibido señales claras de esto”. Detalla que esa “situación cambió cuando se celebraron las santas misas por las almas” de aquellos, pero enfatiza que “todavía no me ha visitado ningún muerto o, al menos, no manifestó su presencia ni espectacular ni discretamente”, aunque dice creer que “a veces los muertos me acompañan en silencio”.
¿Cómo replicar? El más allá... el más acá. La vida después de la muerte. Las presencias. La muerte es una cosa de vivos. ¿Cómo hablan quienes mueren? “Si yo pudiera unirme / A un vuelo de palomas / Y atravesando lomas / Dejar mi pueblo atrás / Os juro por lo que fui / Que me iría de aquí / Pero los muertos están en cautiverio / Y no nos dejan salir del cementerio”, canta el Nano Serrat desde 1971 cuando presentó “Mediterráneo”, el que fue su octavo álbum discográfico. La idea de la muerte –o la muerte misma– camina junto con nosotros. ¿Por nosotros o los otros, cómo dejarla de lado?
“Aquí pasé momentos hermosos y felices. Era muy niña”, nos dijo la querida China Zorrilla en Montevideo mientras paseábamos por Punta Carretas junto con el querido amigo-hermano colega periodista y aviador Mario Zorzoli. Los dos partieron, pero siguen conmigo
PESADILLA
“Cuando tenía 12 años mi viejo me obligó a ir al velorio de un amigo suyo que yo no conocía. Cuando llegamos me quedé en un rincón esperando la hora de irme, y mientras esperaba, se acercó un hombre, se agachó para verme cara a cara y me dijo... ‘Aprovecha la vida, chiquillo, persigue tus sueños, sé feliz, vive hoy como si fueras a morir mañana’, pasó la mano en mi cabeza y se fue. Antes de irnos, mi papá me obligó a despedirme del difunto. Durante todo el tiempo que estuvimos ahí me sentí muy nervioso, pero cuando miré el ataúd me asusté como nunca. El muerto era el hombre que conversó conmigo cuando estaba en el rincón de la sala. Esto me atormentó durante muchos años y no se lo conté a nadie… pero hoy me vine a enterar… Aquel difunto hijo de su… tenía un hermano gemelo”.
Décadas de pesadilla por el recuerdo de una muerte. Aunque con perfume de tragedia, el relato no deja de tener algún grado de hilaridad. Casi un paso de sainete. Aquella historia me impresionó. La escuché no hace mucho tiempo en Montevideo, sentado a una de las mesas del bar Tabaré en el 154 de la calle José Zorrilla de San Martín, a donde vuelvo una y otra vez en cada oportunidad que el corazón me lleva hasta el “otro lado del río”, parafraseando a Jorge Drexler.
La relataba entre risas y chanzas un hombre de alrededor de 70 años acompañado de una media docena de contemporáneos que compartían un alegre aperitivo en el mediodía de un sábado. Como ellos, reí. El Tabaré es un lugar entre encantador y mágico al que alguna vez conocimos unos treinta años atrás junto con mi amigo-hermano Mario Zorzoli, periodista y aviador con quien luego de partir desde el Aeroclub Argentino y hacer una escala en la Isla Martín García aterrizamos en el aeropuerto de Carrasco en Montevideo. Nos acompañaba Concepción Matilde Zorrilla de San Martín Muñoz del Campo, la querida China, buena amiga, gran actriz a la vez que inigualable contadora de historias.
Con ella entre ambos tomada de nuestros brazos lentamente subimos la cuesta que va desde la rambla Mahatma Gandhi que bordea el Río de la Plata hasta la ochava misma de lo que alguna vez fue –como ahora– un punto de encuentro. A poco de llegar nos invitó a detener la marcha. Era un atardecer fantástico en el barrio de Punta Carretas. Con el índice de su mano derecha señaló una casona recoleta tan singular como magnífica.
“Aquí pasé momentos hermosos y felices. Era muy niña”, dijo. Hicimos silencio para acompañarla en lo que imaginamos eran sus recuerdos más entrañables. Nos pareció percibir que hablaba con alguien. Sonreía. Había mucho para preguntar, pero no quisimos ser sacrílegos de lo que sentimos como un sublime ejercicio de memoria. Recordar la hacía feliz. Hija de José Luis Zorrilla de San Martín, escultor. Nieta de Juan Zorrilla de San Martín, escritor al que llamaban en Uruguay el Poeta de la Patria. También era descendiente de José Gervasio de Artigas, prócer rioplatense. “Cada domingo teníamos misa en familia”, precisó. “No podías faltar y los que faltaban el domingo siguiente debían confesar con el cura antes de entrar en la capilla familiar”, agregó. ¿Habrá sido totalmente así? ¿Por qué no?
“Tengo cáncer de esófago. En mi vida más de una vez anduvo la parca rondando el catre (...) esta vez me parece que vengo con la guadaña en ristre”, dice Pepe Mujica
LA PARCA
José Alberto Mujica Cordano era muy pequeño cuando Demetrio, su papá, falleció en 1943. Tenía apenas 8 años. Pepe –como se lo conoce desde varias décadas– protagonista principal de aquella historia que escuché en el Tabaré, desde la “cuenta homenaje” en la red X (@pepemujicacom), el expresidente, el excombatiente popular, el exprisionero de los dictadores en la penitenciaría de Punta Carretas [que desde 1994 es un lujoso centro de compras], relata en primera persona y se hace cargo de revelar aquel episodio de temor extremo que le provocó cuando niño acercarse al misterio de la muerte.
“Yo les quiero transmitir que en mi vida más de una vez anduvo la parca (muerte) rondando el catre. Pero me siguió pastoreando todos estos años. Seguramente que, por obvias razones, esta vez me parece que vengo con la guadaña en ristre. Veremos lo que pasa”, dijo Mujica el 29 de mayo ante un grupo de periodistas que lo escuchaban con atención. Reveló que tiene cáncer en el esófago. “Es algo muy comprometido y doblemente complejo en mi caso, porque tengo una enfermedad inmunológica hace 20 años que me afectó los riñones”.
Pepe sorprende. Una vez más. Y anuncia la patología diagnosticada llamándola “parca”. Una de las tres deidades de la mitología romana que aquella civilización representaba como tres mujeres viejas que eran hermanas. Cloto, que hilaba; Láquesis, que devanaba; y Átropos, que cortaba el hilo de la vida. La que cesaba la vida. Esa es la parca. La que, según Pepe Mujica, se le acerca “con la guadaña en ristre”. Pepe hace público lo inesperadamente probable para todo vivo. “La vida es hermosa, que se gasta y se va”, describe Mujica, que también exhorta a los jóvenes para que “luchen por el amor”; para que “no se dejen engatusar por el odio” y les explica que “la única libertad está en la cabeza y se llama voluntad. Y (que) si no la utilizamos, no somos libres. Esto hay que entenderlo” porque “el quid de la cuestión de triunfar en la vida es volver a empezar cada vez que uno cae. Y que, si hay bronca, la transforme por la esperanza”.
Solo un vivo puede hablar así de la muerte para, como Pablo Neruda, confesar que ha vivido. Vivir y morir son los dos momentos culminantes de una obra poética que la humanidad compone.
¿IA (inteligencia artificial) para hablar con el más allá? ¿Traficantes de la inmortalidad 2.0? ¿Qué será del duelo?
DIÁLOGO CON EL FUTURO
Pero irrumpió la IA (inteligencia artificial) y el recurso del Chat Generativo. Con esa herramienta tecnológica, StoryFie –una empresa norteamericana– por un precio que va desde los USD 50 hasta alcanzar los USD 500 produce vídeos sociales con los que proponen dialogar en el futuro cuando quien lo protagoniza haya muerto. En ese contenido el futuro finado hablará de aquellos temas inolvidables de la vida. ¿Generan un avatar que dialogará con alguien “desde el más allá”? ¿Será ético?
Un par de psicólogos con los que consulté que prefieren mantener sus identidades en reserva porque se enteraron del tema por mí creen que ese diálogo eventual podría devenir en una patológica fantasía cruel por la que quien muere no ha muerto. Pienso: ¿qué será del duelo? Al parecer, no es un problema ni un interrogante StoryFie que, hasta marzo pasado, tendría unos cinco mil clientes. El acopio de datos ha comenzado.
El talk show español “El hormiguero”, que propone Antena3, semanas atrás emitió algunos de esos “diálogos post mortem”, por llamarlos de alguna manera. Pienso en Harry Houdini. ¿Traficantes de la inmortalidad 2.0?