El domingo último concluyó la septuagésima quinta edición de la exposición ganadera, conocida como Expo, que mostró la extraordinaria potencia que tiene el sector pecuario en nuestro país como instrumento para el desarrollo nacional. La muestra se dio después de un año y medio de pausa por la aparición de la pandemia que causó estragos en la salud y la economía. Esta tuvo la virtud de indicar que, a pesar de la grave emergencia, el campo, con sus componentes agrícola y pecuario, es el factor de crecimiento más importante que tiene el Paraguay. Lo cual no es ninguna novedad. Pero en la ocasión se volvió a demostrar nítidamente su importancia dado que en el tiempo más crítico que vivió el país, el agro y su producción emergieron incólumes cuando se sufría la incertidumbre sanitaria, que tuvo efectos terribles en lo económico y social. Y fueron los principales responsables para que se pueda articular una recuperación económica que permita salir de la emergencia con rapidez.
En el acto de culminación de la exposición, el ministro de Agricultura y Ganadería, Moisés Bertoni, señaló la importancia de la actividad agropecuaria en la economía con el repunte de las exportaciones de productos originados en el agro, como los artículos primarios y los agroindustriales, los granos y las carnes elaboradas, principalmente.
Mencionó que, acompañando el gran incremento de las exportaciones de carne bovina, el volumen del comercio exterior de la carne porcina y aviar creció cerca del 15% y el 20%, lo que equivale a 2,1 millones de dólares. A lo que agregó el buen desempeño que está teniendo la producción láctea, que aumentó en 5% comparado con el año pasado y cuyo valor de exportación es de 20 millones de dólares.
“Vemos reafirmada la voluntad de los sectores productivos hacia la construcción de destinos mejores para nuestro país, mediante el esfuerzo, la perseverancia, integrando a gente de trabajo e impulsando desde el campo el desarrollo de la economía”, señaló el secretario de Estado.
El presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Pedro Galli, fue más allá y resaltó que la riqueza y el desarrollo social vienen de la mano de los que producen y de los gobiernos comprometidos en esa tarea. Y agregó que para continuar ese camino se necesita seguridad física, “sobre todo por la amenaza de los grupos terroristas y organizaciones criminales que tanto daño y dolor han causado a tantas familias paraguayas”. Agregó que los productores apoyan el trabajo realizado por los organismos de seguridad y piden que no escatimen recursos para poner fin a la amenaza de los grupos criminales y en la tarea de recuperar la libertad de los secuestrados Óscar Denis, Edelio Morínigo y Félix Urbieta.
Hizo hincapié en que la gente del agro requiere seguridad jurídica para garantizar la propiedad privada mediante el fortalecimiento de las instituciones y la regularización de la tenencia de las tierras, dejando de lado el discurso populista de los sectores políticos que pretenden el enfrentamiento entre los paraguayos.
“No podemos dejarnos llevar por los cantos de sirena provenientes de grupos políticos, que pregonan la cultura del asistencialismo, los discursos demagógicos y populistas, con la satanización de la producción, transformada en ideología política de lucha de clases, que solo conduce a la violencia y el enfrentamiento entre paraguayos”, sentenció. Obviamente, se refería a ciertos sectores campesinos agresivos y sus promotores ideológicos que buscan invadir propiedades ajenas para instalarse en ellas sin respetar el derecho a la propiedad privada.
Por sus características especiales, la riqueza y el bienestar del Paraguay dependen en gran medida del desenvolvimiento del agro, pues tanto la agricultura como la ganadería son los más importantes renglones de la producción nacional. Debido a ello adquiere gran trascendencia el respeto a la propiedad privada, y se hace más necesario que nunca dar tranquilidad y aliento a los que producen las riquezas del país de cuyo aprovechamiento depende el bienestar de millones de paraguayos.
La exposición ganadera ha sido un ejemplo claro de lo que hace ese sector del país para producir riqueza. Por ello las autoridades y la sociedad deben redoblar los esfuerzos para garantizar la seguridad jurídica de los que realizan esa tarea fundamental.