El Paraguay es el país más atrac­tivo de la región para las inver­siones, por su estabilidad econó­mica y su previsibilidad, lo que ha hecho que recibiera muchas inversiones extranjeras. Esta realidad es una gran opor­tunidad que los paraguayos tenemos que aprovechar para seguir creciendo y hacer del nuestro un país con mayor desarrollo.

Estos son algunos de los conceptos expues­tos recientemente por el ex presidente de la República, Horacio Cartes, en una alocu­ción realizada en la Unión Industrial Para­guaya (UIP), donde contó su experiencia empresarial y reflexionó sobre la realidad actual.

Ante una selecta concurrencia de empren­dedores, muchos de ellos pertenecientes a la nueva generación, resaltó que en el Para­guay tenemos la obligación de ser competi­tivos ya que más del 90% de las tierras que existen es cultivable, y que se debe aprove­char esa condición para generar mayor pro­ducción del suelo en beneficio del país. Que debemos aprender a ser más eficientes, ya que los ojos del mundo observan el desen­volvimiento de Paraguay, lo que debe hacer que se valore aún más lo que se tiene.

Afirmó que nuestro país tiene una infinidad de riquezas que se deben aprovechar para incursionar en los países más importan­tes del mundo. Que se tiene que apuntar a grandes proyectos y nuevos mercados para imponer lo que produce y marcar presencia en los lugares más importantes del exterior. Agregó que vienen nuevos proyectos para generar empleos para más compatriotas.

Recordó que ante las dificultades que se presentan en la realidad cotidiana, no existe una fórmula para solucionarlo todo. Pero que lo que nunca debe faltar es el esfuerzo. Dijo que ante las dificultades que se presentan, se pueden solucionar los problemas y dialogar. “Esto se hace entre todos. Y ojalá tengamos la capacidad de sen­tarnos, poner nuestros problemas sobre la mesa y encontrar soluciones. Estoy seguro que se puede”, aseveró.

El nuevo presidente del Banco Interame­ricano de Desarrollo (BID), Mauricio Cla­ver-Carone, en su primera visita al país ha avalado las afirmaciones del ex presidente Cartes destacando que el Paraguay es uno de los cinco países de América Latina y el Caribe que más inversiones extranjeras ha recibido durante el 2020. Señaló que este incremento es un hecho importante. Que hay que reconocer que Paraguay tiene mucha fuerza con una de las poblaciones más jóvenes de la región, con mano de obra, talento y capital humanos extraordinarios, que son una promesa de éxito.

La economía es una actividad de gran rele­vancia en la vida de los pueblos de la que dependen la vida, la producción, el trabajo y que si transcurre por caminos correc­tos construye el bienestar de las mayorías. No hace falta ser un entendido en las cien­cias o en teorías económicas para saber que cuanto más dinero se invierte para produ­cir más, habrá mayor producción, crecerá el empleo y se distribuirán en mayor cantidad la riqueza y las oportunidades de participar de ella. Siempre que se haga en los lugares propicios, con una atmósfera de estabilidad y la contribución humana adecuada. De ahí la importancia de que se incrementen las oportunidades de nuevos negocios, que se facilite la llegada de más capitales financie­ros mediante un clima propicio y de con­fianza en el país.

Pero no basta con ser uno de los más atrac­tivos para captar recursos, empresas y ganas de producir. Es fundamental que con las políticas que desarrolle el país a través de medidas gubernamentales inteligentes se perciban las inversiones y que den resul­tados competitivos.

Como ha dicho el presidente del BID, la población paraguaya tiene un alto porcen­taje de gente joven, que quiere oportuni­dades y que es capaz de producir y compe­tir. Por eso también hay que invertir en la educación de esa porción de paraguayos que muchas veces, por falta de oportunidades, opta por migrar en busca de mejores hori­zontes. Para ello el Gobierno, las empresas y la sociedad deben aumentar sus inversiones en la formación profesional del gran contin­gente de personas que miran el horizonte con nuevas esperanzas.

En esta tarea nadie debe achicarse ante las dificultades, sino sacar fuerzas y encarar­las para conseguir el éxito. Los triunfado­res enseñan que lo único que no debe faltar es el esfuerzo, que es la llave maestra para obtener los objetivos que se persiguen.

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