La integración de la nueva mesa directiva de la Cámara de Sena­dores ha ocasionado fuertes crí­ticas, porque, según todos los indicios, podría ser peligrosa para la segu­ridad jurídica y el sistema democrático del país. Las condenas más duras no vinieron del sector político sino de distintas áreas de las actividades económicas, que divi­san en las nuevas autoridades una ame­naza a la producción, el comercio y al tra­bajo honesto. La postura contra las nuevas autoridades de la Cámara Alta se da princi­palmente por la posición ideológica extre­mista de algunas de ellas y la conducta cuestionable del que ostenta el principal cargo, que representan un peligro para la seguridad del país y sus instituciones. Directivos de los principales renglones económicos de la producción agropecuaria e industrial señalaron que, si con la nueva mesa directiva del Senado se aumentan los impuestos, como había propuesto uno de sus miembros, podría darse una situación caótica, con anarquías y enfrentamientos en el país.

El presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Héctor Cristaldo, pidió responsabilidad y seriedad a la directiva del Senado, señalando que hay gente que quiere el caos, la anarquía y el enfrenta­miento. Que prefiere hacer una cacería en lugar de ser solidarios dando mejores con­diciones de trabajo a los necesitados. Que persigue a los que dan empleo y así busca la parálisis económica y el perjuicio al desa­rrollo del país.

Refiriéndose a la propuesta de aumentar los impuestos, el presidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), Enrique Duarte, señaló que no se debe considerar esa posibilidad actualmente. “El sector económico paraguayo está trabajando en forma sacrificada y este no es el momento para hablar de esto. Hay gremios que piden eliminar impuestos y acá queremos meter más impuestos”, criticó.

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Agregó que hay que dejar trabajar en paz a los que producen. “No miremos el interés político para recuperar la economía. La economía está golpeada. ¿Con esto quere­mos aumentar más el nivel de desocupa­ción? ¿Queremos ir más hacia la informa­lidad? Creo que es una medida totalmente irracional y descabellada”, despotricó.

El presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Pedro Galli, fue más duro y dijo que se está manipulando la situa­ción coyuntural para las ambiciones per­sonales desmedidas, ya que en el fondo del acuerdo de Añetete y Frente Guasu estaría el juicio político al presidente de la Repú­blica.

Resaltó que la situación es preocupante, pues refiriéndose al vicepresidente pri­mero, Sixto Pereira, dijo que encarna “a la más nefasta prosapia comunista, que representa solo a un pequeñísimo grupo de inadaptados, delincuentes y oportunis­tas, que buscan la destrucción del Estado de derecho y de las instituciones republi­canas”, que quiere para el país la anarquía y la destrucción del sistema de produc­ción y ser ellos el centro del poder con el monopolio de los privilegios y riquezas, como ocurre en Cuba y Venezuela. Señaló que varios gremios habían denunciado a Pereira por incitar a la invasión de la pro­piedad privada, acusación que hasta ahora no ha tenido andamiento.

El senador Antonio Barrios criticó que algunos colorados hayan apoyado a Pereira, quien propone el aumento de los impuestos, tributo a la soja, expropiacio­nes de tierra y que ha sido el que más ha pedido el juicio político para el Presidente para sacarlo del poder. Para el senador Ser­gio Godoy, lo que asusta en la directiva del Senado es la izquierda radical empotrada ahora y que propone las ocupaciones de tierras.

Teniendo en cuenta los serios cues­tionamientos mencionados es lamen­table la decisión que se adoptó en la Cámara Alta, porque de ahora en más, en lugar de ser una reserva para conso­lidar la democracia se puede convertir en una amenaza contra ella. El Paraguay requiere en estos momentos de insti­tuciones sólidas que estén en manos de gente confiable y de indudable fe demo­crática. No bajo el mando de enemigos de la libertad y la convivencia pacífica, que predican la autocracia y quieren imponer la dictadura.

Lo deplorable de la nueva directiva del Senado no es que estén personas de algún partido o grupo opositor, sino la poca con­fianza que inspiran para consolidar la vida democrática y para hacer frente a los difí­ciles momentos que vive el país en el con­texto de la emergencia pandémica.

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