Este fin de semana parece haberse encendido la chispa del entusiasmo por la vacunación y ello constituye un hecho positivo. A los días de angustia por la escasa concurrencia de personas a los vacunatorios, tuvimos entre el sábado y el domingo una máxima presencia.
El alivio tiene que ver con el hecho de que encontrar resistencia en la voluntad de vacunarse puede ser un problema muy difícil de superar en un tiempo en que se busca la ansiada inmunidad colectiva, para lo cual falta aún un largo trecho que recorrer.
Es de esperar que –en contrapartida– desde el Gobierno den una señal positiva y repunte la provisión de vacunas de manera de lograr que un sector significativo de la comunidad pueda encontrar en los vacunatorios la garantía de ser inmunizado en tiempo y forma, lo que hasta hoy no se ha dado y de hecho ha provocado la muerte de muchas personas.
También es valorable que se construyan más estructuras destinadas a alojar vacunatorios más apropiados para la etapa de mayor masividad en las vacunaciones, en la medida en que se aborde a franjas de la población que son más numerosas.
En todos los casos, el factor preponderante lo jugará la capacidad que pueda tener el Gobierno de superar su mala gestión anterior y ponerse a la altura de un país que necesita imperiosamente salir del miedo covid mediante la vacunación de sus connacionales.
Los anuncios son favorables con relación al potencial de obtención de vacunas. Se espera también de tradicionales aliados de Paraguay como Estados Unidos y Taiwán una pronta respuesta efectiva a los planteos de colaboración. A ello debe sumarse una incesante acción de la diplomacia paraguaya para localizar y adquirir partidas de vacunas que alcanzan el volumen estimado de “inmunidad de rebaño” que se considere necesario.
Al mismo tiempo, no deben cesar las iniciativas de comunicación que sirvan para despertar en los ciudadanos mayor conciencia a fin de evitar el contagio. Ya sabemos lo que ha representado cada una de las fechas claves de reunión familiar en términos de ensanchamiento del volumen de infectados y ello debemos llevar en cuenta en ecuación con la inminente celebración del Día del Padre el fin de semana, lo que coincide también con los comicios internos.
Las autoridades del TSJE y las partidarias deben poner genuinos esfuerzos para evitar que tales oportunidades cívicas se trasformen en una tabla de multiplicar los casos de covid. Por cierto, es enorme la responsabilidad de los organizadores comiciales en este sentido.
A seguir repuntando la suma de vacunados, a seguir asistiendo a los lugares de vacunación con entusiasmo y a seguir observando esa cátedra de solidaridad que se percibe en muchos paraguayos que ayudan a sus vecinos y prójimos en general a llegar a los puestos de vacunación. Eso es sembrar sentido social.
Es de esperar que –en contrapartida– desde el Gobierno den una señal positiva y repunte la provisión de vacunas de manera de lograr que un sector significativo de la comunidad pueda encontrar en los vacunatorios la garantía de ser inmunizado en tiempo y forma, lo que hasta hoy no se ha dado y de hecho ha provocado la muerte de muchas personas.
Las autoridades del TSJE y las partidarias deben poner genuinos esfuerzos para evitar que tales oportunidades cívicas se trasformen en una tabla de multiplicar los casos de covid. Por cierto, es enorme la responsabilidad de los organizadores comiciales en este sentido.