Los datos provenientes del Brasil indican que la economía de ese país ha registrado un inesperado y buen crecimiento en los prime­ros meses del año. Tanto que, de acuerdo con el nuevo pronóstico, el producto interno bruto (PIB) del vecino país podría superar más del doble lo que se había espe­rado inicialmente para este año. El buen desempeño económico brasileño no solo hará que pueda superar los malos años anteriores y tenga un respiro en la trágica situación ocasionada por la pandemia del coronavirus, sino que tendrá repercusio­nes significativas en los países socios del Mercosur, que tienen una fuerte depen­dencia de su miembro más poderoso.

Debido a esta circunstancia los estudiosos de los países del grupo miran con mucha atención el desempeño brasileño, ya que, para bien o para mal, tendrá una decidida incidencia en el desenvolvimiento de las demás naciones que están atravesando también la emergencia ocasionada por la pandemia.

El crecimiento de la economía brasileña fue del 1,2% en el primer trimestre de este año comparado con los tres meses ante­riores, de acuerdo con lo informado por el Instituto Brasileño de Geografía y Esta­dística (IBGE). Este porcentaje es superior a las estimaciones iniciales del mercado financiero de ese país, que hablaban del 0,9%. El alza ha hecho que la proyección del crecimiento total de la economía bra­sileña de este año vaya del 2% al 4,9%. Una de las entidades financieras más influyen­tes de ese país, el Banco Itaú, sostiene que el crecimiento superaría el 5%.

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La economía brasileña registró una dis­minución del 3,8% en el 2020, por lo que el aumento previsto para este año viene en buena hora, más cuando el covid-19 está haciendo estragos con su población. Los expertos que estudian el tema refirieron que la semana pasada las acciones y bonos del Brasil tuvieron un importante aumento en el mercado y la moneda brasileña, el real, alcanzó uno de los niveles más altos frente al dólar en los últimos seis meses.

Más de uno podría preguntarse por qué tanto interés en la situación de Brasil. Teniendo en cuenta nuestra realidad, con la alta dependencia económica brasileña que tenemos, por las exportaciones, las importaciones, las reexportaciones y su influencia social en Paraguay, la mejoría de esa nación podría tener su repercusión para que también aquí repunte la maqui­naria económica. Aunque las previsiones para nuestro otro gran socio y vecino, la Argentina, no sean muy buenas por ahora.

No hay que olvidar que el gigante sud­americano es el mayor socio comercial del Paraguay. De todas las transacciones realizadas con el mundo durante el 2020 por nuestro país, el Brasil participó con el 28,93%. Esto fue así porque del total de las exportaciones paraguayas del año el 35,59% fue a parar al vecino país. Mien­tras que de todo lo que se ha importado el año pasado, el 23,37% de las mercaderías ha venido del Brasil. Esto sin contabilizar lo que ingresa de manera ilegal a través de la frontera paraguayo-brasileña, que tiene un caudal importante.

Un detalle que tener en cuenta es que la balanza comercial de nuestro país con el Brasil nos favorece, porque le vendemos más de lo que le compramos. En el 2020, las exportaciones paraguayas alcanzaron la suma de 3.036 millones de dólares, en tanto que las importaciones fueron por valor de 2.387 millones de dólares. Mediante esa diferencia se ha obtenido un superávit comercial de 649 millones de dólares.

En la Argentina, que tiene un gran inter­cambio con Brasil, los expertos han salu­dado con entusiasmo la recuperación de ese país, porque eso ha hecho que las com­pras brasileñas a la Argentina hayan cre­cido en 33% en los primeros cinco meses del año respecto a lo adquirido en igual periodo del 2020.

En nuestro país se considera que el buen crecimiento económico que está teniendo Brasil tendrá efectos positivos en la ali­caída economía paraguaya, que, a pesar de algunos buenos números, todavía no se está consolidando. Apuntan que, aunque hay buenos números para algunos secto­res, otros, como el de servicios y comer­cios, se ven todavía afectados negativa­mente. Por ello estiman que el repunte brasileño ayudará a apurar la recupera­ción paraguaya.

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