La adulteración de datos o la vacu­nación fraudulenta es también una forma de traición al resto de la sociedad que espera la opor­tunidad de ser vacunado. Esto, con rela­ción a situaciones que se divulgaron ayer y que involucran a personajes conocidos del mundo de la política y aún si no fueran conocidos, tendría la misma gravedad.

No solo es una aviesa utilización de influencias que tienen unas personas por sobre otras, sino además, pone al descu­bierto la fragilidad del sistema de control en Salud Pública o la venalidad de ciertos funcionarios.

En estos momentos sensibles en los que la vacunación de personas es la tabla sal­vadora de la humanidad misma en tér­minos de su lucha contra el covid-19, la irrupción de formas de corrupción para anteponer a unos por sobre otros en su oportunidad de vacunarse es una patada en el hígado de la convivencia social y la ratificación que en nuestra sociedad la combinación de poder y malas prácticas nunca deja de funcionar.

Sucede justamente en momentos en el que el Ministerio de Salud está buscando y encontrando algunas medidas que faci­liten la tarea de vacunación, como la eli­minación de trámites para los procesos de vacunación de las franjas de edades que son convocadas, ya que con su sola inscripción –sin necesidad de un espe­cífico agendamiento– pueden acudir a partir del lunes a los lugares donde se consignan las vacunaciones toda vez que responda a códigos relacionados con su documento de identidad, lo cual facilita enormemente el proceso.

Es de esperar que las autoridades tomen medidas y sanciones con los funciona­rios que forman parte de las vacunacio­nes irregulares conscientemente y obvia­mente, con las personas que utilizando el poder y la influencia acceden a tales pro­cedimientos. No existe nada que repro­duzca más los estados de corrupción que el silencio y la impunidad.

Paraguay debe acelerar su proceso de adquisición de vacunas, siendo auspi­ciosos en este sentido todos los anun­cios, pese a que la impaciencia de los ciudadanos es absolutamente razona­ble y hasta plausible porque genera en las autoridades mayor prontitud en las reacciones.

El anuncio formulado por el embajador de Taiwán en Paraguay de que su país fabricaría la vacuna a nivel serial a par­tir de junio y que Paraguay podría tomar parte de los estudios clínicos de la misma es otra gran noticia. Tomar parte de los estudios clínicos en la producción de una vacuna ofrece a los países que acceden la posibilidad de ser prioritarios para la obtención de tales dosis.

Si todo funciona tan como se aguarda –anunció el propio embajador– a partir del mes de julio podrían liberarse más primeras partidas de la vacuna de Tai­wán rumbo a Paraguay, lo cual sería en un volumen que reforzaría notablemente el nivel de las adquisiciones que se han hecho hasta este momento.

Por ahora, los ciudadanos deben seguir vigilando que no existan avivados que se aprovechen de la situación para bene­ficio propio y a seguir aguardando la vacunación que es la herramienta cono­cida más eficaz contra el riesgo de con­traer el covid-19.

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