Una brisa de optimismo recorre la evaluación que hacen distintos organismos y especialistas sobre las perspectivas económicas del país para este año. La coincidencia de los pronósticos positivos hace pensar que estamos comenzando a vivir tiempos mejores, luego del golpe recibido debido a la pandemia y sus consecuencias. Durante el 2020 se ha tenido un desempeño mejor a los presagios iniciales. Pero hasta que se produzcan los hechos vaticinados y se hagan realidad las premoniciones de buen signo, falta mucho.
El presidente del Banco Central del Paraguay (BCP), José Cantero, dijo la semana pasada en una reunión de prensa que la economía del país sigue encarrilada por la senda de la recuperación, según los datos que dispone la entidad. Por eso ratificó que el crecimiento será del 4% y no descartó que puedan darse algunas sorpresas. Precisó que si bien las perspectivas son buenas, todavía continúan algunos factores de riesgo que están ligados sobre todo a la realidad sanitaria y que son difíciles de predecir con exactitud. Consideró que el clima y su comportamiento son fundamentales para el sector agrícola y ganadero. Agregó que si el tiempo continúa favorable, con el buen precio internacional de los commodities, mejorará el ingreso de divisas.
La calificadora de créditos Fitch Ratings asegura que Paraguay tendrá un buen desempeño, por lo que estimó el crecimiento para este año en un 4,2%, luego de su previsión inicial de 3,5%. Para apoyar su argumento, resalta que en el tercer trimestre del año pasado, el crecimiento fue de 7,4% frente a la contracción de 9,3% que se había registrado en el segundo trimestre.
Especialistas del sector privado concuerdan con los buenos augurios de la calificadora y afirman que hay signos alentadores en el desempeño de la actividad económica, por lo que calculan que el incremento podría estar entre el 4% y el 4,5%. El ex presidente del BCP y directivo de Basanomics, Carlos Fernández Valdovinos, dijo que si persiste el control de la pandemia y se siguen abriendo los distintos sectores económicos, como los comercios y servicios varios, puede esperarse un alza mayor en la economía. Dijo que el alza de la recaudación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en enero es el reflejo de esa tendencia positiva. Aunque estimó que el crecimiento no sería uniforme, teniendo en cuenta que algunos sectores, como la gastronomía, eventos y afines, todavía no se están movilizando con fuerza. Estimó que el aumento de los ingresos totales del sector agrícola podría tener efectos saludables en otros sectores de manera indirecta. Afirmó que el sector agrícola será un fuerte impulsor por sus efectos multiplicadores.
El ex ministro de Hacienda y directivo de Dende, César Barreto, señaló que la recuperación observada en los últimos meses del 2020 fue más sólida de lo que se había estimado.
Consideró que todo apunta a que se llegará a una buena cosecha agrícola, aunque solo a fines de febrero se podrá tener un panorama más claro. Las abundantes lluvias recientes hacen pensar que los cultivos tendrán un comportamiento satisfactorio. Calificó de positivo el mejoramiento que se está encontrando en sectores de concurrencia masiva, como la gastronomía y los entretenimientos. Dijo que solo en el segundo semestre del año esas áreas podrían recuperarse con más fuerza para volver a la normalidad.
Todas estas previsiones favorables tienen como telón de fondo la situación sanitaria provocada por el covid-19, que está aparentemente controlada, según el número oficial de contagiados, pero que sigue preocupante por la cantidad de internados en terapia intensiva. Su prevalencia en otros países sigue siendo muy alta y los pronósticos de salud no son muy alentadores, aunque ha comenzado la vacunación en varias naciones de la región. La evolución del panorama sanitario es fundamental para que las previsiones favorables de crecimiento puedan convertirse en realidad en lo que va de este año, tanto en nuestro país como en la región.
Esto implica que debe continuar con todo rigor el cuidado sanitario de la sociedad para que no aumente la incidencia de la enfermedad. Ya que para hacer realidad los buenos presagios actuales de crecimiento económico, la condición más importante es tener la pandemia bajo control.