El Gobierno paraguayo pidió a las autoridades argentinas la posibili­dad de reabrir el paso en los puntos fronterizos entre ambas naciones para normalizar la vida de las personas ubi­cadas en los puntos limítrofes reanimando el comercio, del que viven miles de familias. Lo hizo el presidente Mario Abdo Benítez en la última cumbre virtual del Mercosur realizada el miércoles 16, ocasión en que la República Argentina se hizo cargo de la presidencia pro tempore del bloque regional.

Durante la quincuagésima séptima reunión ordinaria del Consejo Mercado Común y Cumbre de Presidentes del Mercosur y Esta­dos Asociados realizada de manera virtual, el presidente Abdo abordó al presidente de la Argentina, Alberto Fernández, pidiéndole la reapertura de la frontera con nuestro país. “Estimado presidente Fernández, Paraguay también aspira a la apertura paulatina de las fronteras con todos los países”, comenzó diciendo el mandatario. Para concretar luego: “Le pido, por favor, considere abrir nuestras fronteras, teniendo en cuenta que la política que hemos tomado de generar conciencia al interior de nuestro pueblo creo que ha dado resultados importantes”.

Abdo recalcó que la Argentina tendrá en el Paraguay a un aliado en la tarea de aunar esfuerzos para la profundización y el perfec­cionamiento del bloque regional. Alabó las palabras de Fernández, quien había señalado la importancia del compromiso de una gran alianza regional y resaltó el lazo común que constituye el compromiso con el desarrollo de nuestros pueblos. Ratificó el compromiso del Paraguay de seguir trabajando y así avanzar en los temas que permitan profundizar el proceso de integración en medio del irreversible camino de la globalización que se vive en todo el mundo.

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Insistió en que el proceso después de la pan­demia debe encontrar a los países juntos para seguir fortaleciendo al Mercosur como una herramienta de progreso. Por lo que recalcó la necesidad de seguir trabajando de manera coor­dinada para acceder a la vacuna contra la enfer­medad para las personas de nuestros países.

Oficialmente, la frontera con la Argentina se cerró el 24 de marzo, cuando Paraguay decidió hacerlo con todos los países limítrofes a raíz de la aparición de la pandemia. En los próximos días se cumplen 9 meses de esa decisión y nues­tro país ya rehabilitó sus cruces fronterizos con Brasil hace un mes. Ahora necesita hacerlo con la patria de San Martín para ir completando paulatinamente el restablecimiento de activi­dades con todos los vecinos a través de sus zonas colindantes.

La Argentina sigue renuente a abrir totalmente sus pasos fronterizos por la gran cantidad de casos de la enfermedad, que ya ha provocado hasta el 16 de diciembre 41.365 fallecidos de los 1.520.000 contagiados, lo que representa el 2,7 % de mortalidad. El gobierno argentino ha exten­dido la cuarentena con mucho rigor, sobre todo en los partidos y ciudades con mayor cantidad de casos, como la provincia de Buenos Aires, la ciu­dad de Buenos Aires, las provincias de Santa Fe y Córdoba, que junto con la de Tucumán son los sitios con más enfermos de covid-19.

A pesar de ello, desde mediados de noviembre se han reanudado los vuelos aéreos con algunas aerolíneas del vecino país entre la capital para­guaya y Buenos Aires, con varias frecuencias semanales. Esto hace pensar que los estrictos protocolos que se aplican en los viajes por avión se podrían emplear también para el cruce por vía terrestre, atravesando los puentes de los ríos limítrofes, para facilitar el contacto entre las localidades afectadas.

El tránsito de camiones de carga en los dos puentes internacionales que se tienen con la Argentina, el San Roque González, entre Encarnación y Posadas, y el San Ignacio de Loyola, entre Puerto Falcón y Clorinda, no ha conocido mayores obstáculos durante esta época crítica. Diariamente centenares de vehí­culos de alto porte con su correspondiente car­gamento han pasado y pasan de un lado a otro como parte del comercio entre ambos países.

Lo mencionado hace pensar que, así como se permite el cruce de tales vehículos, se podría facilitar también el pasaje a autos más peque­ños y personas, tomando todos los cuidados sanitarios de rigor. Cosa que podría hacerse además en otros puntos donde se cruza con embarcaciones fluviales.

Se tiene la experiencia reciente de lo que suce­dió con Brasil a partir del 15 de octubre cuando se liberaron los pasos fronterizos con ese país. A partir de ese momento, por influjo de la medida, se reanimaron los comercios, se vol­vieron a contratar trabajadores en las empre­sas y aumentó el flujo de compradores, con lo que se restableció la actividad económica de las zonas afectadas.

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