Con la vigencia del Decreto N° 4.115, el lunes 5 de octubre comenzó una nueva etapa de convivencia con la pandemia mediante la eliminación del aislamiento más rígido y la apertura de establecimientos que estaban cerrados, pero manteniendo siempre en vigor las medidas preventivas ya establecidas por Salud Pública. Según voceros del Gobierno, el denominado “nuevo modo seguro de vivir” pretende liberalizar la convivencia recurriendo a la responsabilidad de la gente en el cumplimiento de los protocolos sanitarios, sin apelar a la cuarentena, pero sosteniendo el cuidado necesario.Han dicho que con el levantamiento gradual del aislamiento preventivo conservando los cuidados de rigor se quiere combatir la expansión del covid-19 y buscar volver a la normalidad en la vida social y en la realización de operaciones económicas que aún estaban restringidas. La vigencia del nuevo régimen es hasta el 25 de octubre, para observar la evolución de la enfermedad y el comportamiento de la ciudadanía. En caso de que la experiencia no sea positiva, existe la posibilidad de que se vuelva al sistema de cuarentena por fases.

La nueva reglamentación establece que todos los habitantes podrán circular libremente de 5:00 a 23:59, con la obligación de usar tapabocas en la vía pública, en lugares cerrados, en el transporte público y en lugares donde no se pueda mantener el distanciamiento físico mínimo. Además de poner en práctica el protocolo de lavarse las manos y observar el distanciamiento entre los individuos. Los comercios podrán abrir sus puertas desde las 5:00, ya no hasta las 20:00, sino hasta medianoche, sin áreas comunes. La apertura de los locales gastronómicos también se hará en el horario mencionado más arriba, con agendamiento previo, registro de clientes, como estaba previsto. Los hoteles y afines podrán volver a atender al público. No se permiten los espacios bailables ni barras.

Las clases presenciales continúan suspendidas, en tanto que los encuentros sociales en locales privados y públicos podrán realizarse hasta con 30 personas, con agendamiento previo y registro de personas. Las reuniones en residencias privadas podrán llevarse a cabo hasta con un máximo de 12 personas, incluyendo a los residentes, tomando los cuidados sanitarios exigidos.

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Sigue prohibido llevar a cabo reuniones infantiles. Los niños y adolescentes podrán circular solamente en compañía de un adulto de su parentela. Las actividades culturales y artísticas, además de los actos de culto religioso podrán llevarse a cabo hasta con 50 personas, observando el distanciamiento de al menos 2 metros entre cada individuo. Entre las nuevas disposiciones está la posibilidad de que todas las personas puedan realizar actividades físicas al aire libre, con la recomendación de no agruparse más de 4 y que a los mayores de 65 años se les otorgue un horario especial. También se permite la realización de clases grupales en academias, gimnasios, polideportivos y otros espacios, excluyendo las actividades de contacto físico.

El Gobierno dispuso la suspensión de las medidas más rígidas teniendo en cuenta que la evolución de la enfermedad así lo permite. El ministro de Salud sostuvo que, en comparación con otros países, Paraguay ocupa una posición privilegiada en materia de tasa de mortalidad. Señaló que en las últimas semanas se ha percibido una suerte de estabilización de los casos y que los nuevos contagios crecen de manera más lenta. Dijo que lo que se espera es que se sostenga así y no aumente. Por lo que insistió en que la ciudadanía debe seguir observando escrupulosamente las medidas de prevención y cuidado establecidas.

Sin embargo, sectores médicos y reconocidos especialistas en el área demostraron su oposición a la medida mencionada dado que la enfermedad sigue creciendo y el número de fallecidos está por llegar al millar de personas. El último informe de la cartera de Salud reportaba que se habían registrado 44.715 contagios y 947 decesos. El hecho de que en los primeros 4 días de octubre se hayan tenido 3.424 nuevos casos y 72 fallecidos demuestra que el peligro de la enfermedad sigue siendo importante y que la apuesta hecha por el Gobierno es riesgosa, aunque muy necesaria. Ello implica un mayor compromiso para la gente, que tiene que extremar los cuidados y que debe aplicar de manera estricta las medidas sanitarias para evitar la enfermedad y así alcanzar un modo de vivir más seguro.

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