Los números oficiales hablan de que en el primer semestre del año la economía tuvo apenas una leve caída, a pesar del fuerte bajón de abril, gracias al importante rebote registrado especialmente a partir de mayo. El hecho de que se haya producido un repunte pone un poco de optimismo en el panorama actual para ir superando los malos números causados por la emergencia sanitaria en la actividad económica.Los especialistas sostienen que, si en el segundo semestre se mantiene el buen ritmo alcanzado en los últimos meses, en el año podrían tenerse cifras mucho mejores que las estimadas en las previsiones anteriores. Análisis realizados por prestigiosas entidades financieras, como Bloomberg, se hacen eco de ese detalle positivo y hablan incluso de que “Paraguay es el ganador económico de las Américas” porque tiene los mejores números en la región. Analistas del sector público y privado que estudian la realidad paraguaya tienen una opinión prácticamente unánime en la materia.
Los informes del Banco Central del Paraguay (BCP) sobre la evolución económica del primer semestre señalan que la caída acumulada fue de 0,9% y que se vislumbra un mejor cierre para fin de año. Los técnicos de la banca matriz señalaron que, pese a la caída del PIB interanual de 6,5% en el segundo trimestre, la actividad económica está mostrando señales de un mejor comportamiento que el que se había esbozado al comienzo de la pandemia. Por eso se estima que es un hecho que cuando la banca central ajuste su estimación económica del año en octubre lo hará señalando un alza, por encima del -3,5% que había calculado a finales de julio último.
Para el mejoramiento de las cifras fue fundamental el comportamiento de la agricultura, la ganadería y las construcciones. Los números exhibidos así lo indican, pues la actividad agrícola tuvo un crecimiento del 18,8% de enero a junio, en tanto que las construcciones reconocieron una expansión del 9,4% gracias al fuerte movimiento de las obras encaradas desde el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). Aunque algunos servicios registraron comportamiento negativo además de algunas ramas de la industria. Los servicios cayeron 4,4% en el primer semestre estudiado.
Entre las cifras negativas están el consumo privado que tuvo una retracción del 3% de enero a junio. La formación bruta de capital mostró una baja del 14,9% entre abril y junio, de acuerdo con los reportes del BCP.
Teniendo en cuenta la nueva tónica del comportamiento económico mostrada por los datos de la banca matriz, analistas del sector privado, como los del grupo Basanomics han señalado que la caída de la economía este año no será del 3,5%, como preveía en julio el BCP, sino del 1% o del 2%.
Estos datos que son mejores, comparados con los de países de la región, han hecho señalar a Bloomberg que Paraguay logró superar hasta ahora a las principales naciones americanas durante la emergencia de la pandemia mediante una contracción económica amortiguada por los buenos resultados en las áreas mencionadas. La prestigiosa publicación económica no termina ahí su buen comentario sobre nuestro país. Señala también que, en lo sanitario, a pesar de los rigores del momento, el país tiene la tercera tasa más baja de mortalidad e infección por el coronavirus en América del Sur, después de Guyana y Uruguay, tomando datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Todavía es muy temprano para cantar victoria anticipadamente, pero no se puede negar que las cifras son elocuentes y apuntan decididamente a un resultado mejor que el que se había esperado al principio. Lo importante es que la apertura está en marcha y a pesar de las restricciones sanitarias la actividad de los distintos sectores de la producción, el comercio y los servicios va retomando el ritmo anterior.
Si las cifras están indicando un repunte inconfundible, se debe especialmente al empuje de las empresas y su gente. Y no se puede dejar de reconocer los aciertos del Gobierno en su esfuerzo por impulsar la reactivación, especialmente en las obras públicas. Pero no basta. Hay que seguir con más fuerza para reanimar la economía y conseguir el objetivo de una sustancial mejora.