La reapertura de la frontera entre Ciudad del Este y Foz de Yguazú, a la que seguirá la de Salto del Guairá y Pedro Juan Caballero con las ciudades brasileñas fronterizas, es un gran paso hacia adelante en la tarea de reactivar la economía de grandes zonas del país que fueron muy golpeadas por el cierre a causa de la pandemia. Esto, a pesar de que Brasil es uno de los principales países afectados por la enfermedad en todo el mundo. Por lo que la liberación debe hacerse con la responsabilidad sanitaria que corresponde para que el remedio no sea peor que la enfermedad.En forma directa, el destape del Puente de la Amistad beneficiará a 4 localidades importantes del Alto Paraná donde viven alrededor de 500 mil personas que dependen en gran medida del comercio con el Brasil: Ciudad del Este, Presidente Franco, Hernandarias y Minga Guazú. En estos lugares los turistas podrán alejarse hasta un máximo de 30 kilómetros del río Paraná. Las fuerzas de seguridad y el personal de Salud se encargarán de controlar el protocolo sanitario para garantizar que no haya posibilidades de contagios.

La reapertura total en Ciudad del Este con los reglamentos establecidos se experimentará durante tres semanas para determinar si la aplicación de las normas de salud se cumple y no hay nuevos contagios del coronavirus. No había aún fecha oficial, pero se estimaba que el domingo 26 se inicie el operativo de abrir las puertas.

El ministro del Interior confió a los medios que la siguiente determinación será reabrir los pasos entre Salto del Guairá y Guaíra y de Pedro Juan Caballero con Ponta Porá para completar la tarea. Anuncio que ha causado alegría a la población de esas ciudades por su importancia económica y social, ya que están sufriendo el aislamiento desde hace seis meses. No se conocen las fechas para esa medida, pero se cree que no tardará tanto.

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En el afán de terminar con el cierre de las fronteras y de incentivar el comercio internacional, se aguarda ahora que el Gobierno termine el encierro en los pasos entre las localidades fronterizas con la Argentina, donde miles de paraguayos que viven de los negocios de la frontera subsisten con serios apremios económicos debido a la encerrona limítrofe. No han hecho escándalos ni manifestaciones violentas para presionar a las autoridades, como en el Este, pero merecen el mismo trato que se les ha dado a los otros paraguayos que ahora tienen la oportunidad de volver a trabajar en los negocios del intercambio comercial con el país vecino.

Si el motivo principal del enclaustramiento fronterizo fue y es la posibilidad de contagios entre personas de uno y otro país, el peligro existente desde las ciudades argentinas es muy inferior al que puede divisarse desde las poblaciones del Brasil. La provincia de Misiones, Argentina, cuya capital, Posadas, está frente a Encarnación, tenía al 22 de setiembre 77 infectados y 2 fallecidos, según los registros oficiales. En tanto que en Itapúa había 484 casos y 8 decesos, números que son muy inferiores frente a los que pueden exhibir Alto Paraná y el estado de Paraná, Brasil, con el que intercambiará visitas de personas. Al 22 de setiembre, en Alto Paraná se registraban 6.498 casos y 225 defunciones, en tanto que en el estado brasileño de Paraná había 4.146 decesos y 165.000 contagiados.

Por las cifras mencionadas se puede esperar que la seguridad sanitaria podría ser mucho mayor en la frontera entre Encarnación y Posadas que en el citado paso con Brasil. Este razonamiento es el que hace creer a los empresarios y trabajadores del Sur que el Gobierno debe dialogar con la dirigencia argentina para reabrir el paso en el puente entre Encarnación y Posadas, en el que comunica entre Ayolas e Ituzaingó y otros sitios de Itapúa y los departamentos de Misiones y Ñeembucú.

La necesidad de reencauzar la actividad económica tradicional de las localidades aledañas con la Argentina debe hacer que el Poder Ejecutivo paraguayo elabore un plan similar al del Este del país para permitir el paso de mercaderías y personas entre ambas orillas del Paraná, en el Sur. Obviamente, cumpliendo todas las normas aconsejadas para preservar la salud y evitar cualquier percance con la pandemia

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