El Ministerio de Salud Pública realizó un anuncio sobre el avance en el estudio del protocolo para abrir parcialmente la frontera de Ciudad del Este con Brasil para reactivar el comercio de la zona que está muy golpeado por el cierre desde marzo. Aunque no se ha dado fecha de la reapertura la noticia cayó muy bien en la capital del Alto Paraná cuya población depende en gran medida del tráfico de mercaderías entre ambas orillas del Paraná.
El anuncio es auspicioso y constituye un paso más hacia la normalización de la vida económica de un importante sector del país. También es una señal de que en forma paulatina las distintas regiones del territorio nacional pueden volver al trabajo, el comercio y la producción, como se necesita para mantener el empleo y posibilitar el bienestar de la gente. La determinación tomada para Ciudad del Este se debe en gran medida a la presión ejercida por empresarios y trabajadores de la zona que incluso han realizado manifestaciones violentas cuando se conocieron en su momento reglas del nuevo encierro. Pero no deben terminar en esa localidad, sino abarcar también otras ciudades fronterizas tanto con Brasil como con Argentina.
Los protocolos de reapertura permitirán el ingreso controlado de las personas que vengan del exterior con el fin de realizar transacciones comerciales, en forma específica. La idea de las autoridades es habilitar una especie de cordón sanitario que permita el ingreso controlado de extranjeros por un periodo de tiempo determinado no mayor a 24 horas. Al mismo tiempo, se establecería un perímetro de seguridad que impida el contacto de los visitantes y los habitantes de la capital altoparanaense, para evitar posibles contagios.
El propio ministro Julio Mazzoleni explicó que en el protocolo que se prepara para el operativo se hará un censo de las personas que trabajan en el perímetro para garantizar la seguridad sanitaria. La reapertura se haría teniendo en cuenta el descenso de los niveles de contagio comunitario y del número de personas hospitalizadas en el Alto Paraná considerando que también en Foz de Yguazú y zona cercana las cifras de la enfermedad están declinando.
Simultáneamente, la Cancillería informó que se está firmando con la embajada de Brasil en Paraguay el acuerdo binacional para la aplicación de medidas de negocio fronterizo a través del servicio de delivery, para que los comercios entreguen sus productos en los domicilios del comprador en Brasil. En el convenio sobre delivery fronterizo se establecen los requerimientos, especificaciones y exigencias que se deben cumplir para el funcionamiento de este sistema entre Ciudad del Este y Foz de Yguazú. Se podrán hacer transacciones de hasta 500 dólares. La aplicación de esta modalidad comercial binacional estará a cargo de las autoridades aduaneras.
La reapertura del comercio fronterizo es de gran trascendencia, no solo para Ciudad del Este sino para todo el país, que necesita normalizar su vida económica a medida que combate la enfermedad. Aunque al principio la disposición se aplicará solo para los residentes de la frontera y el paso por el Puente de la Amistad será exclusivo para fines comerciales, es una señal positiva, pues no solo ayudará a vigorizar los sectores económicos afectados sino porque será el inicio de la reapertura total que podría darse más adelante.
Se aguardaría observar cuál sea la actitud del Gobierno en relación a la apertura de lugares fronterizos, como Pedro Juan Caballero, Salto del Guairá y Encarnación. Por dar un ejemplo, en la capital de Itapúa el comercio con la provincia argentina de Misiones y su capital, Posadas, es muy relevante para la zona. Centenares de empresas de Encarnación y miles de trabajadores paraguayos viven de ese negocio que tendría que ser rehabilitado, así como en las ciudades del Norte. Pues ocurre lo mismo en la capital del Amambay y en Salto del Guairá, donde se ven afectados por el cierre de frontera muchos comercios y empleados de los mismos.
Si el Gobierno reabre el Puente de la Amistad deberá estudiar la circulación en el Puente San Roque González, que une Encarnación con Posadas, y en las fronteras de Amambay y Canendiyú.