El Gobierno ya no tiene fondos para encarar las inversiones previstas en el Plan de Reac­tivación Económica y deberá agenciarse de dónde conseguir recursos porque las recaudaciones han tenido una fuerte merma por la pandemia econó­mica. Debido a la falta de recursos se cor­taron los nuevos proyectos de inversio­nes en infraestructura y se ha mutilado uno de los principales pilares del plan gubernamental, el de crear más empleos mediante la profusión de obras públicas.

El panorama financiero del Estado es actualmente de cuidado, por lo que todas las medidas que se tomen en la conduc­ción económica deberán ayudar a resistir los violentos golpes de la pandemia con las menores bajas posibles y encarar con mucha más fuerza todos los resortes del plan de reactivación.

El ministro de Hacienda, Benigno López, reconoció el lunes en una sesión virtual con la Comisión Bicameral para el Con­trol de los Recursos Previstos en la Ley de Emergencia que el Estado ya está sin recursos económicos para enfrentar los planes que tiene. En diversos momentos de la conferencia admitió la mala situa­ción de las arcas públicas para afrontar la coyuntura que nos aflige.

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Afirmó que de los 1.600 millones de dóla­res autorizados en la referida ley todos los fondos ya están comprometidos, por lo que ya no hay sobrante que se pueda utilizar en el plan de reactivación ni plata para Salud Pública para el año venidero. Detalló que, de los 1.600 millones de dólares, 1.338 millones de dólares ya fue­ron asignados y están en vías de ejecu­ción. Dijo que si el saldo de 262 millones de dólares se aplica a la nueva cobertura que el Congreso quiere dar al Fondo de Garantías del Paraguay (Fogapy) de 272 millones de dólares más el subsidio de 206 millones de dólares para la Ande se va a tener un faltante de 218 millones de dólares. Por consiguiente, no sobrarán recursos para el plan de reactivación, como se tenía previsto. “No hay rema­nente para que Salud pueda disponer el año que viene, tampoco queda rema­nente para que nosotros podamos redis­tribuir en el plan de reactivación. Hoy deberíamos generar los recursos para hacer frente a los 218 millones de dólares ya autorizados. Esa es la situación que tenemos y la cuestión a resolver”, se sin­ceró.

“Con las leyes aprobadas, hoy la ley de los 1.600 millones de dólares está total­mente comprometida”, aseguró y agregó que su obligación era alertar sobre la situación mencionada.

La semana pasada se había conocido la nota enviada por el ministro de Hacienda al de Obras Públicas en la que le comu­nicaba que no hay financiamiento para nuevas obras y le pedía que ya no llamara a nuevas licitaciones ni hiciera otros contratos por encima de los existentes debido a la falta de recursos financie­ros. La noticia no había caído bien en el MOPC porque echaba por tierra algunos de sus proyectos con los que se quería crear más fuentes de trabajo en el inte­rior del país, como se preveía en el plan de reactivación.

Otra cara de esa realidad que no se puede obviar es que las recaudaciones fiscales están mal. El ministro López reconoció que actualmente la caída de los ingresos tributarios es el equivalente a 400 millones de dólares y se estima que para fin de año ascenderá a 600 millones de dólares. La Subsecretaría de Estado de Tributación (SET), de enero a julio, percibió un 18,6% menos de lo que había recaudado en igual período del año pasado. La Dirección General de Aduanas, por su lado, también tuvo una severa merma en la percepción de los impuestos aduaneros, y se estima que más del 40% de la caída total de las recaudaciones fiscales provienen de esa dependencia.

El derrumbe de las finanzas públicas constituye una parte muy delicada del escenario nacional. Obligará a mayores esfuerzos y una gestión más sólida de parte del Gobierno en el campo econó­mico. El Ejecutivo debe ser más eficiente en sus recaudaciones persiguiendo el contrabando y la informalidad, y el Con­greso tendría que poner su parte apro­bando las leyes que se requieren para buscar la mejora de la situación. Hay que dejar de lado las rencillas y abocarse a salvar al país de esta adversidad.

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