La incidencia de la pandemia del coronavirus en la economía paraguaya no sería muy fuerte debido a la solidez macroeconómica del país, sostiene el Banco Central del Paraguay (BCP). Y en el peor de los escenarios, calcula que podría afectar solo en un punto porcentual al crecimiento del producto interno bruto (PIB) previsto para este año.
Desde que hace algo más de dos meses hizo su aparición el COVID-19, la enfermedad se extendió velozmente por varios países. Eso hizo que lo que al principio era una simple epidemia se convirtiera rápidamente en una pandemia afectando en casi 100 países a alrededor de 110.000 personas. Al mismo tiempo, y con extraordinaria velocidad, las noticias relacionadas al mal se multiplicaron por todo el mundo como ninguna otra con su carga de pánico, por lo que también se convirtió en una pandemia del miedo.
Así, la enfermedad que nació en una ciudad de la lejana China se convirtió en poco menos que sinónimo de muerte según la percepción exagerada de los medios de comunicación. La amplificación desmesurada del hecho mediante informaciones falsas solo ayudó a subir de tono la alarma hasta crear un pánico totalmente innecesario.
Obviamente, tal pandemia puede afectar a la economía y a la estabilidad mundial. Por eso no faltan pronósticos de que los efectos del COVID-19 harán que el crecimiento internacional se vea deprimido. Y así empezaron a llover informes de cuánto podría afectar la caída a las principales economías del mundo, especialmente a China, que es un gran consumidor de alimentos y principal proveedor de tecnología a todo el mundo.
Surge la incógnita de cómo y cuánto afectará el cimbronazo económico a nuestro país, en qué medida incidirá en nuestros principales productos de exportación, la soja y la carne. Aunque todavía es muy temprano para tener un diagnóstico acertado, lo más sensato que se ha escuchado en los últimos días fueron las palabras del presidente del BCP, una persona bien informada sobre la realidad económica mundial y que tiene el pulso de la situación real del país.
El alto funcionario afirmó que el efecto económico que podría causar la enfermedad en todo el mundo sería más fuerte en los países débiles que en los que tienen una macroeconomía sólida, como Paraguay. Y agregó que si el escenario económico fuera extremadamente adverso, el impacto en la variación del crecimiento económico de nuestro país podría ser de un punto porcentual en el PIB. Así, si se calcula actualmente el crecimiento del PIB en 4,1%, como dice el BCP, en el peor de los casos el efecto negativo podría hacer que disminuya al 3,1%, es decir, un alza muy superior al 0% del 2019.
En el primer día hábil de la semana la cotización internacional del petróleo tuvo una baja cercana al 30% por la disminución de la demanda a causa del COVID-19, según la interpretación de los mercados, en medio de la disputa de los países productores de hidrocarburo. Esto golpeó a las bolsas en el mundo que se desplomaron fuertemente.
En Paraguay, aunque existe incertidumbre por los precios internacionales de la soja y la carne, la excelente producción agrícola y la buena faena de vacunos sustentan un prudente optimismo. El temor es que la situación de China haga que caigan las compras de granos, lo que disminuirá la cotización de la oleaginosa en el mercado internacional.
Mientras tanto, en China los especialistas médicos sostienen que la pandemia globalmente durará al menos hasta junio venidero y que la tendencia en ese país es la disminución de los nuevos casos. Por eso ya clausuraron 14 de los 16 hospitales de campaña que habían creado para atender a los pacientes.
La primera muerte por COVID-19 en América Latina se produjo el domingo en la Argentina donde aumentan los casos de nuevos afectados. En tanto que en nuestro país el único enfermo confirmado del mal, un hombre de 32 años, sigue sin complicaciones, aunque hay 25 personas en observación.
En medio de estas informaciones que causan ansiedad es oportuna la afirmación del BCP de que, a pesar de las dudas, en el peor de los casos el crecimiento económico del país no se vería muy afectado.