Comenzó a aplicarse de manera oficial la Ley 3680/19 “De Modernización y Simplificación del Sistema Tributario” ante la crítica del sector empresario y la satisfacción del Gobierno, que estima que con la nueva norma aumentarán sus recaudaciones para hacer frente a su cada vez mayor presupuesto de gastos. La disposición tributaria tiene como virtudes la corrección de algunos desajustes de la ley anterior y hace más fácil el cumplimiento de la obligación impositiva en algunos casos. Pero, aparte de las novedades, en el fondo subsiste el problema de siempre, la alta tasa de evasión impositiva que hace que las cargas caigan solamente sobre los que ya están pagando sus impuestos, por lo que se trata de un sistema criticado por injusto, especialmente por los sectores de contribuyentes que se ven con mayores obligaciones impositivas.
Básicamente, la nueva ley mantiene los tributos ya existentes, pero modifica algunos de ellos para darles mayor alcance. Hace algunos ajustes de tasas y de rango de incidencia de algunos tributos y crea nuevas aplicaciones impositivas que no existían.
Entre las novedades, puede citarse la creación del Impuesto a los Dividendos y Utilidades (IDU) que se aplica justamente a las ganancias de los empresarios, con una tasa del 8% para los que residen en el país y del 15% para los que viven en el extranjero. Otra novedad es el Impuesto a la Renta Empresarial (IRE) que unifica el Impuesto a la Renta de las Actividades, Comerciales e Industriales (Iracis) con el Impuesto a la Renta de las Actividades Agropecuarias (Iragro) con una tasa del 10%. El Impuesto al Valor Agregado (IVA) tiene a partir de ahora una tasa del 5% para los productos de la canasta familiar, productos farmacéuticos y agropecuarios, una tasa del 5% para los alquileres de viviendas y del 10% para los demás productos y servicios. El Impuesto a la Renta Personal (IRP) lo pagarán las personas que ganen 80 millones de guaraníes o más al año, con tasas que van del 8%, 9% y 10% en el servicio personal y del 8% para renta y ganancias de capital. El Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) tiene aumentos para el tabaco, bebidas alcohólicas, azucaradas y otras.
Para hacer más sencillo el cumplimiento tributario a las pequeñas y medianas empresas, se establecen regímenes especiales de liquidación dentro del IRE, el sistema simplificado para medianas empresas (Simple) y el Régimen Simplificado para Pequeñas Empresas (Resimple).
De acuerdo con la apreciación de empresarios y especialistas tributarios, el principal déficit de nuestro sistema impositivo no son las normas, sino la falta de energía del Gobierno para hacer cumplirlas y lograr que los evasores paguen sus impuestos. Esto sobre todo teniendo en cuenta que la evasión impositiva ronda el 40%, lo que quiere decir que de cada 100 guaraníes que se deben recaudar solo se reciben 60.
Entonces la clave está en que el Gobierno debe ampliar la base tributaria haciendo que los que no pagan sus impuestos finalmente entren en el circuito legal y tributen como corresponde. Actualmente el número de contribuyentes es de 824.000 personas, entre físicas y jurídicas, para una población de alrededor de 7 millones de habitantes, lo que quiere decir que sobre ese número de entidades, que representa el 11,7% del total, está cayendo todo el peso del pago de impuestos.
Otro de los cuestionamientos que no se pueden dejar de hacer es la calidad del gasto público, ya que cada vez es mayor, sobre todo en el campo de las erogaciones corrientes, que no tienen ninguna utilidad para el país. Lo que implica que, aunque se recaude más, no será de mayor provecho para la nación, sino para los sectores que privilegia la estructura estatal.
Si no se hiere de muerte a la evasión y se elimina el malgasto estatal, la así llamada modernización tributaria no garantiza para nada el mejoramiento del país, ya que subsisten el fraude fiscal y el pecado de que a más ingresos el Estado hace más erogaciones para salarios y otros gastos que no dejan ninguna utilidad en perjuicio de las inversiones, la salud, la educación, viviendas y afines.