La reciente visita del presidente Mario Abdo Benítez al presidente de los Esta­dos Unidos, Donald Trump, en Washin­gton, ha suscitado numerosos comenta­rios favorables. Algunos analistas sostienen que la recepción que le hizo el mandatario de EEUU al paraguayo tiene gran significación política, especialmente porque constituye un espaldarazo importante, sobre todo después de unos meses de la fuerte crisis interna que tuvo el presidente Abdo que lo llevó al borde del juicio político. Destacaron que se trata de un claro apoyo a la gestión del man­datario paraguayo y a la importancia que tiene nuestro país en la región en la lucha contra el cri­men organizado multinacional, que es una de las grandes preocupaciones de Estados Unidos.

No hay ninguna duda de que el gesto del presi­dente Trump es de gran relevancia, porque los Estados Unidos es la potencia más importante de Occidente y constituye uno de los grandes aliados de nuestro país en el concierto internacional.

En este momento político, Paraguay está ubicado en una importante situación estratégica en el con­cierto internacional de la región. Forma parte de la Triple Frontera, siempre señalada como punto crítico del terrorismo internacional, además de ser una vía importante del tráfico de drogas y del crimen organizado. Está al lado de Bolivia que hace más de una década tiene una ferviente polí­tica antinorteamericana y es socio de la Argentina donde ahora ha vuelto a asumir un gobierno que se caracterizó en su gestión anterior por su hos­tilidad hacia el país del norte y su acercamiento indisimulado a China Continental, del que es importante socio comercial. Paraguay, junto con el Brasil de Bolsonaro tiene su importancia para EEUU, porque el Uruguay de Lacalle Pou recién comienza.

No solo de ahora, sino desde hace décadas, la República del Paraguay es un socio ideológico y estratégico de los gobiernos norteamericanos, lo que no cambió ni siquiera con la gestión de Fernando Lugo que también fue invitado por el entonces presidente George W. Bush a visitar la Casa Blanca.

En este encuentro de ambos presidentes que tuvo lugar el pasado viernes 13 de diciembre en la Casa Blanca, los mandatarios acordaron fortalecer las relaciones entre los dos países en materia de defensa y seguridad, economía, comercio, inver­siones, desarrollo. También se habló de fortale­cer la democracia en la región, lo que se conoció en una declaración conjunta.

En la ocasión se anunció que Estados Unidos ofreció dos eventos del Programa de Intercam­bio Combinado de Entrenamiento de las Fuerzas Especiales en Paraguay durante el 2020 y el 2021, y que el Comando Sur de los Estados Unidos eje­cutará un ejercicio de respuesta conjunta a crisis regionales en Paraguay en el 2021. También se indicó que Washington proveerá financiamiento para entrenamiento militar y educativo interna­cional al Paraguay.

En materia de cooperación entre ambos países, el gobierno de Estados Unidos expresó su intención de abrir el acceso de su mercado a la carne para­guaya y otros productos cárnicos, una vez garanti­zadas la seguridad alimentaria y la sanidad animal en nuestro país.

Ambos gobernantes también se pronuncia­ron sobre la situación de Venezuela, reiterando el apoyo de los Estados Unidos y Paraguay a las democracias de la región, incluyendo al presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, a la Asamblea Nacional y al pueblo venezolano en su afán de res­taurar el orden constitucional en Venezuela. No hay que olvidar que Paraguay fue uno de los pri­meros países en condenar la dictadura de Maduro.

A su vuelta a Asunción, el presidente Abdo explicó la posibilidad de que se instale aquí un hospital con una inversión de 200 millones de dólares con capital norteamericano.

No hay dudas de que Paraguay recibió un reco­nocimiento extraordinario en Washington y que los acuerdos y proyectos de cooperación que se concreten más adelante ayudarán al desarrollo de nuestro país y a consolidar nuestras relaciones con la potencia mundial más importante. En el aspecto comercial, uno de los sueños del Paraguay exportador es mejorar sus ventas al país del norte con la Cuota Hilton y otros cortes de carne para ir fortaleciendo nuestra economía y aumentando nuestros ingresos. Estar de buenas migas con la patria de Washington y Lincoln es fundamental para los proyectos del país.