Tal como sucede en la inaugu­ración de la Expo de Mariano Roque Alonso con el empresa­riado y los grandes productores, Caacupé es la palestra desde donde la Igle­sia Católica sienta posición sobre los temas más acuciantes de la actualidad nacional. Ante cientos de miles de fieles y con fre­cuencia frente a las principales autorida­des, los líderes de la Iglesia expresan su postura sobre asuntos de la mayor relevan­cia para el país. Se trata de una declara­ción poderosa, muy significativa, que debe ser debidamente escuchada por quienes dirigen los rumbos de la nación. Este año no fue la excepción. A través del obispo Ricardo Valenzuela, la jerarquía ecle­sial hizo oír sus críticas, preocupaciones y reclamos sobre varios temas de impor­tancia.

Es especialmente destacable, en este sen­tido, la referencia de la renegociación del Tratado de Itaipú con el Brasil, prevista para el 2023, el último año de la actual gestión gubernativa. La Iglesia pide más transparencia y un “hondo patriotismo” a aquellos que deben sentarse a la mesa de negociaciones con nuestro poderoso vecino.

La alusión a la transparencia está cla­ramente asociada a la firma del acuerdo secreto con Brasil, que en su momento le costó el cargo al canciller nacional y al director de Itaipú y puso al borde de un juicio político al propio presidente, Abdo Benítez. La reacción en aquel momento crítico fue la conformación de una suerte de comisión asesora que debía aunar plu­ralidad política y solvencia técnica. Pare­cía que finalmente el Gobierno empezaba a sacudirse de la modorra y del secretismo en torno a un asunto tan vital para el Para­guay como la hidroeléctrica de Itaipú. A decir verdad, poco y nada es lo que pro­dujo esa instancia, con lo que fue tomando fuerza cada vez mayor la idea de que su creación tuvo la única finalidad de bajar la temperatura de la indignación ciudadana.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

En Caacupé se reclamó también una fuerte inyección de patriotismo al momento de encarar esta tarea histórica. Es que inevitablemente este gobierno será recordado en la historia por lo que hizo o dejó de hacer en relación a Itaipú. Desde una perspectiva histórica, ninguna otra iniciativa, conquista o meta alcanzada por las actuales autoridades tendrá el mismo peso que lo realizado en la renegociación de Itaipú. Para ilustrar la importancia del tema, podría decirse que es el mayor desa­fío en política exterior que nuestro país ha afrontado en tiempos de paz, fuera de los tratados de límites territoriales.

Así las cosas, es evidente que la misión de renegociar Itaipú con el Brasil no puede quedar en manos de politiqueros movi­dos por pequeñas e inmediatas ambicio­nes personales, por mucho que sea el poder que hayan acumulado en su partido o sec­tor. Así lo entiende la Iglesia, que acerta­damente señala que “si no actuamos con espíritu de honestidad y unidad por el bien común, perderemos definitivamente con la futura renegociación del Anexo C la opor­tunidad de sacar a nuestro pueblo al menos de la extrema pobreza”.

Es imperativo que el Gobierno escuche el mensaje de la Iglesia que, en este caso, encarna el sentir de la mayoría de la pobla­ción: una renegociación positiva para el Paraguay es una prioridad absoluta hoy mismo, no dentro de algunos meses o años. Trabajar desde ahora, sin más pérdida de tiempo y con la mayor energía para hacer respetar los derechos de nuestra nación es la misión más importante de la gestión de Abdo Benítez.

Dejanos tu comentario