Mala fe, esta se percibe como la con­ducta sistemática y rectora del grupo mediático Abc, que arremete contra todo aquello que entorpece los intereses personales del Grupo Zuccolillo. Hace pocos días, ese medio de comunicación reiteró su actitud de malicia, mala intención, deshonestidad y falta de respeto con sus lectores y con sectores inversores que sí tienen fe en la patria, como es el caso de Cementos Concepción (Cecon), proyecto empresarial que invierte en Paraguay 200 millo­nes de dólares y por los cuales además aportará al desarrollo nacional con al menos 1.500 empleos, entre otros beneficios comerciales y sociales.

La Industria Nacional del Cemento (INC) es desde hace años la víctima de una campaña maledicente, con la cual buscan construir una crisis en esta empresa del Estado a punta de desinformación, confusión y titulares catástrofe con el único inte­rés de deslegitimar a la nueva empresa cementera privada Cecon, por estar ligada al Grupo Cartes.

En su historia de ficción, Abc pretende demos­trar a la fuerza que el actual problema de produc­ción de cemento que pudiera existir en la INC no es por consecuencia de fallas en los equipos ni de la bajante del río que imposibilita que llegue la mate­ria prima (clínker) desde Vallemí hasta Villeta, sino que todo se debe a una supuesta malversación de recursos en el anterior gobierno.

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La fijación mitómana del matutino de la calle Yegros es que “se dilapidaron US$ 80 millones en proyectos que no derivaron en la mayor pro­ducción prometida ni en el ahorro anunciado”, todo ello durante la administración del anterior gobierno. Claro, todo esto se sustenta como siem­pre en la revelación de “fuentes confiables que piden guardar el anonimato por temor a represa­lias”, o sea nadie, y en informes inconclusos.

El actual presidente de la INC, Ernesto Benítez –nombrado para ese cargo por el presidente Mario Abdo Benítez–, a lo largo de esta semana que ter­mina reiteró hasta el hartazgo que no se puede evaluar la totalidad del proyecto de mejoras en la INC porque este aún no concluyó. Explicó que este gran plan arrancó en el gobierno de Fernando Lugo y su ejecución continuó en el anterior período gubernamental, y aún continuará en la actual administración por al menos un año y medio más.

Pero ninguna explicación verbal o documental le sirve a la posverdad de Abc Color. Ernesto Benítez les reveló que “partiendo de los montos, el total del proyecto ronda los US$ 80 millones de dólares –en bonos–, de los cuales el proyecto principal, que es el cambio de combustible del horno, está en fun­cionamiento. Agregó que incluso se había hecho una auditoría de esos bonos otorgados durante la administración de su antecesor, el ingeniero Javier Rodríguez, y que “no había perjuicio para el Estado”.

Además, explicó que “todavía falta solucionar problemas –burocráticos– con adendas aplica­das a los contratos en la administración anterior y hasta comprar otras maquinarias, como un venti­lador para el horno de clínker”. Asimismo, sostuvo en todo momento que el molino está en funcio­namiento, que trabaja en producción de cemento estructural, y, aunque reconoció que es de origen chino, “cumple todas las normativas”.

La perturbación patológica de Abc se inicia en diciembre del 2014, es decir, desde el día mismo del desembolso de los recursos para inversiones en la INC se cuestionó el proyecto, orientando sus ata­ques al costo financiero de las mejoras más que en los beneficios para esta industria del Estado.

A pesar de que desde la administración de la INC de ese entonces, a cargo de Jorge Méndez, se les proporcionó información y datos (tanto materiales como reuniones informativas y visitas para cons­tatar las obras), las publicaciones se mantuvieron firmes y a su más puro estilo, con datos tergiversa­dos y confusos adrede.

Desde ese entonces el matutino afirma –con base en informes preliminares elaborados por la Con­traloría General de la República (CGR), como son borradores enviados para descargos de observa­ciones– la existencia de una supuesta malversa­ción de fondos en la ejecución de los 80 millones de los bonos soberanos. Vale aclarar que el informe final de la fiscalización realizada aún no fue socia­lizado, por lo que no se conocen las conclusiones.

Entonces, desde hace seis años el Grupo Zuccolillo, a través de su sicario mediático, sostiene, sin éxito, una campaña de desgaste afirmando la existencia de indicios de negociados en procesos de compra de materia prima para la producción de cemento, alimentando su imaginación con un informe de la CGR con observaciones de control interno, sin informar que el mismo informe en el punto seis del resumen ejecutivo indica que la Asesoría Jurídica de la CGR no halló indicios de hechos punibles que ameriten una investigación.

El terrorismo mediático del diario en cuestión es un factor que históricamente ensombrece la imagen del Paraguay, sobre todo entre los inversionistas, porque perciben la existencia de un arma mediática de coacción destinada a beneficiar a ultranza a los intereses de sus propietarios. La mala fe del grupo mediático Abc consiste en sostener una actitud maliciosa y moralmente culpable, caracterizada por la deshonestidad informativa y la mala intención con la que actúa.

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