Una empresa de la República Popu­lar China ha expresado a gana­deros de nuestro país que está interesada en adquirir 100 mil toneladas de carne vacuna paraguaya para su mercado. La noticia se conoció el mismo día en que la República de China (Taiwán) anun­ció que importará la proteína roja de nues­tro país por vía aérea. Ambas informaciones auspiciosas para las exportaciones de nuestro país son excelentes y, si se concretan, ayuda­rán a dar un fuerte salto a las ventas paragua­yas en el futuro próximo.

Representantes de una de las empresas chi­nas más relevantes se reunieron con expo­nentes de la Asociación Rural del Paraguay (ARP) y les presentaron un pedido formal para establecer un acuerdo comercial para el efecto.

Los asiáticos estarían interesados en com­prar carne de novillo de primera a 3,20 dóla­res por kilo en los frigoríficos, que pueden tener variaciones de acuerdo a los vaivenes de los precios en los diversos países del Mercado Común del Sur (Mercosur).

El interés demostrado por el país más poblado del mundo y gran comprador de ali­mentos ha caído como la mejor noticia del año para los productores cárnicos del país que están teniendo un 2019 de vacas flacas en sus exportaciones globales. Saben que es el mer­cado más importante del planeta y que nues­tros socios del Mercosur le envían alrededor del 60% de sus exportaciones de la proteína roja, con excelente resultado monetario.

De acuerdo con los voceros de la ARP, el pre­cio ofertado por los chinos continentales es superior en 10% al kilo por gancho que paga actualmente la Unión Europea. La suma pro­metida por estos asiáticos sería, en conse­cuencia, el monto más alto que recibiría el Paraguay por sus exportaciones cárnicas, según los ganaderos.

Los registros de ventas de la carne paraguaya revelan que en lo que va de este año el prome­dio de precio a los distintos destinos es muy variable. Y va de los 6.578 dólares la tonelada que paga la Unión Europea, el pico más alto, hasta los 3.294 dólares por tonelada que paga actualmente Rusia, que es el precio más bajo. Y si China paga un 10% más que la UE sería la más alta cotización alcanzada.

Pero antes de concertar las exportaciones existen aún algunos trámites, como la apro­bación sanitaria por parte de las autoridades de salud de dicho país y la efectivización de la operación, que hasta ahora es solo un sondeo.

El optimismo que reina en el sector cár­nico tiene como contraparte el temor de que el gobierno de la República Popular China, con el que el Gobierno del Paraguay no tiene relaciones diplomáticas, pueda poner obstá­culos o condiciones para realizar la opera­ción, pues sus autoridades son las que tienen que autorizar la compra. Se cree que la carne paraguaya podrá superar todas las pruebas, pero subsiste la preocupación de que puedan darse algunas trabas de parte de la política del gobierno chino. Aunque como vendedor, China Continental es uno de los países de donde más compra Paraguay.

El Servicio Nacional de Calidad y Salud Ani­mal (Senacsa) anunció que Taiwán aprobó la importación de la carne paraguaya por vía aérea, lo mismo que la compra de hambur­guesas. Este es un pedido que habían reali­zado últimamente los exportadores paragua­yos para agilizar los envíos a ese país.

Son once las empresas paraguayas habilita­das por la isla taiwanesa y el organismo de administración de alimentos y drogas de Tai­wán terminó el proceso de la auditoría siste­mática de acuerdo con los patrones de seguri­dad alimentaria de ese país.

La ventaja del envío por avión es importante porque mediante ello se podrá vender a Taiwán carne enfriada, cuyo precio puede ser superior en 20% al de la carne congelada que actual­mente se le exporta por vía fluvial y marítima.

Las ventas de carne a ese país han alcanzado hasta noviembre 15.000 toneladas a un precio de US$ 4.405 la tonelada y el Paraguay puede exportarle hasta 20.000 toneladas por año.

La probabilidad de mejorar las exportacio­nes de carne al mercado asiático es una reali­dad casi al alcance de la mano que no se puede pasar por alto. Para ello se requieren conve­nios empresariales inteligentes acompañados de hábiles negociaciones diplomáticas para allanar las dificultades y alcanzar el objetivo.

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