La Cámara de Senadores, que se reunirá el próximo 27 de noviembre en sesión plenaria, deberá definir si mantiene los números del presupuesto estatal para el 2020 modificados por la Cámara de Diputados, o si, por el contrario, los rechazará para dar vía libre a cifras más prudentes y que no castiguen tan duramente a la administración del dinero público. Este es el dilema que se tiene a esta altura del año para no permitir que el desenfreno en el uso del dinero público, que ya es grande, llegue al colmo de poner en peligro el equilibrio fiscal.
Fuentes de la Cámara de Senadores señalaron que tratarán de mantener las cifras que habían aprobado inicialmente en la Cámara Alta, que tiene sus cuestionamientos. Aunque también se estima que otra alternativa es aceptar lo aprobado por la Comisión Bicameral de Presupuesto. Pero como el proyecto pergeñado por la Bicameral también tiene sus puntos cuestionados, al final Hacienda podría recurrir al veto.
La Cámara de Diputados aprobó la semana pasada, en una sesión llena de incidentes, un proyecto de ley con muchas sorpresas desagradables como el aumento de salarios sin respetar las normas vigentes, la creación de nuevos cargos y la contratación de mayor cantidad de funcionarios. El principal cuestionamiento que se le hace a lo resuelto por la Cámara Baja es que hará que el manejo de las finanzas públicas en el 2020 sea mucho más complicado, pues le impone ataduras que no tenía el Presupuesto de este año, lo que los técnicos denominan rigidez. La rigidez consiste en que a la hora de administrar el gasto público, el administrador tendrá atadas las manos y deberá usar la mayor parte del dinero disponible para pagar salarios y afines que no se pueden recortar ni dejar de pagar. Ello obligará a que, si hay necesidad, tengan que recortar otros gastos como los sociales o los destinados a las inversiones a favor de las erogaciones improductivas.
Los principales puntos de la discusión se refieren a las reprogramaciones hechas en Diputados para aumentos no previstos. Tal es el caso del adelanto del pago de incrementos ya aprobados para mediados de año a los docentes que se realizará desde abril, o los aumentos de 7,3% al personal de la Ande y a empleados del Crédito Agrícola de Habilitación (CAH). Además de la creación de nuevos cargos para la Corte Suprema de Justicia, Ministerio Público, Defensa Pública, lo que no estaba previsto en el proyecto original del Presupuesto.
Aparte del alza de la rigidez presupuestaria, los incrementos autorizados en el proyecto de ley modificado por Diputados son ilegales de momento, ya que van contra las disposiciones de la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF), pues si se dieran las subas no tendrían que ser superiores al aumento establecido para los trabajadores del sector privado, que es el porcentaje de la suba que prevé el Presupuesto para los que ganan el mínimo.
Si el proyecto de presupuesto que apruebe la semana entrante el Senado no elimina el aumento de los gastos rígidos, el Ministerio de Hacienda podría recurrir al veto del Poder Ejecutivo para rechazarlo y hacer que rija el año entrante el plan de gastos de este año. Así indicaron algunos voceros del ministerio fiscal, que no se sienten cómodos con las cifras establecidas ni por la Bicameral ni por cada una de las cámaras del Congreso. Aunque explicaron que esta medida sería una acción extrema, pero no improbable. En el pasado reciente, durante la administración Cartes, ya se había tenido que recurrir al veto de la ley de presupuesto aprobada por el Congreso para salvaguardar el equilibrio de los gastos públicos.
Por ello las expectativas están puestas ahora en lo que puedan resolver los senadores en la semana venidera.
Sería bueno que en la sesión del Senado se corrijan los defectos más graves que se introdujeron al proyecto de ley para que sea más viable su ejecución en un año económico que hasta ahora es un incógnito. En el manejo de la cosa pública debe primar la cordura y el buen sentido para no poner en peligro la suerte del país, por lo que es un imperativo que el Senado haga los arreglos necesarios.