La misión del Fondo Monetario Inter­nacional (FMI) concluyó su tarea en nuestro país y resaltó que el cre­cimiento este año será nulo, que el aumento del déficit fiscal debe ser acotado, que la economía volverá a aumentar en el 2020 y que hay que tener cuidado con la suba de los gastos públicos porque demandará subir más los impuestos. No hay nada nuevo en lo que dice, pero por ser el organismo internacional que tiene la autoridad técnica de señalar a los gobiernos los caminos que recorrer sus obser­vaciones son de gran importancia.

Algunas de sus conclusiones pueden resultar preocupantes porque señalan que si siguen subiendo los niveles del gasto público y el Gobierno no es capaz de aumentar sustancial­mente las recaudaciones fiscales, se tendrá que recurrir a la suba de los impuestos. Esta obser­vación del FMI es perfectamente lógica y es lo que siempre se ha temido por la insaciable voracidad del Estado, que hará que se apriete todavía más a los que pagan sus tributos.

Destaca que para que Paraguay haga un rápido crecimiento en los próximos quinquenios deberá hacer progresos fuertes en infraestructura, clima de negocios y educación. Y que para lograr algunas de estas reformas necesarias reque­rirá recursos adicionales, lo que ejercerá más presión sobre el gasto. “Los niveles actuales de ingresos no son suficientes para financiar estas reformas”, dice. Si bien reconoce que la nueva ley de reforma tributaria es un buen primer paso, agrega que “es posible que se necesite más”.

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Apunta que el gasto público está aumentando y que se ha deteriorado su calidad, ya que se incrementan las erogaciones en salarios y está pagando mayores intereses por los préstamos. Esto en perjuicio del incremento sustancial en las inversiones.

De todo lo apuntado puede deducirse que el país está entrando en una etapa de deterioro de sus finanzas públicas, por lo que volver a la disciplina fiscal en el año venidero es uno de los mayores desafíos que se tienen en estos momentos.

Acerca del aumento del déficit fiscal que el Gobierno quiere llevar del 1,5% del PIB al 3%, el FMI dice que esta alza debe ser una excep­ción temporal y transitoria. “Eso quiere decir que los gastos van a tener que estar bien con­trolados y, si los ingresos tributarios nos decepcionan de nuevo, los gastos de nuevo van a tener que ajustarse aún más”, según la apre­ciación del FMI.

Refiriéndose a los aumentos al presupuesto estatal que se perfilan en el Congreso, el vocero del organismo internacional señaló que cual­quier gasto adicional que se apruebe en el Parlamento tiene que ser compensado con reducciones de gastos en otras áreas para no aumentar aún más el problema deficitario.

El Fondo estima que en el 2020 la economía volverá a crecer y que lo hará en un 4%. Agrega que, para garantizar un buen desempeño futuro, la economía del país debe diversifi­carse, es decir, no depender en demasía del sec­tor primario.

Las observaciones realizadas por el orga­nismo técnico mundial insisten en que uno de los principales defectos actuales de nues­tra economía es el crecimiento de los gastos del Estado ante la incapacidad que tiene para recaudar, lo que implica un peligro seguro de desajuste de las cuentas públicas.

Por eso, ante la insistencia del Gobierno de incrementar el déficit fiscal para hacer más obras, hay que resaltar que teniendo en cuenta la baja presión tributaria del país, es necesa­rio establecer un tope para usar la deuda como único recurso para financiar las inversiones públicas. Esto porque si se sigue en esa carrera se va a aumentar el endeudamiento, que va a presionar cada vez más contra la buena salud de las finanzas públicas.

El Gobierno no debe esperar que subiendo el déficit se solucionará el problema porque la cuestión de fondo es la baja recaudación. Por ello, para obtener recursos genuinos no tiene otra salida que ser más eficiente en su tarea recaudadora persiguiendo el contrabando, la evasión impositiva y la informalidad. Si no es capaz de mejorar sus recaudaciones, necesa­riamente se verá empujado a apretarle aún más a los contribuyentes mediante la creación de nuevos impuestos, lo que es inaceptable.

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