La Comisión Bicameral de Investigación del acta bilateral sobre Itaipú postergó la entrega del informe final que estaba prevista para el miércoles. Pero a pesar de no haberse divulgado el documento definitivo, los hechos que se conocen y que motivaron el rechazo oficial del acta entre ambos países muestran la responsabilidad final de las más altas autoridades del país.
El vocero principal de la comisión ha sido muy expresivo en esa materia al señalar que con base en los testimonios que escucharon en el grupo investigador queda patente que tanto el presidente de la República, el vicepresidente y el ex embajador paraguayo ante el Brasil estaban en conocimiento de las negociaciones para la suscripción del acuerdo bilateral finalmente repudiado.
Por detalles que se conocen de las declaraciones de los informantes de la Comisión Bicameral se sabe que, desde el comienzo hasta el final de las negociaciones, el Brasil intentó imponer sus condiciones. Ante la anuencia del principal negociador paraguayo, tales exigencias que avasallan los intereses nacionales se admitieron en el documento que suscribieron las representaciones de los dos países. De no haberse generado disidencias, el acta bilateral habría podido pasar desapercibida.
Otro de los miembros de la Comisión Bicameral dijo que la conclusión a que se ha llegado luego de las numerosas audiencias de los testigos no permite dudas: la responsabilidad más importante en acordar la cesión de energía de Itaipú en beneficio del Brasil es del principal negociador, el ex embajador ante ese país. Y los que comparten esa carga son los altos funcionarios de quienes dependía, como el entonces canciller y el presidente de la República.
Todos los documentos, informes y declaraciones que se hicieron en la investigación están disponibles en las páginas de internet del Senado en las que se puede hacer el seguimiento de las negociaciones para determinar finalmente las responsabilidades. Con el solo análisis de los mismos se puede llegar a la conclusión de quiénes son los que tuvieron participación en el acta rechazada, sin necesidad de recurrir a interpretaciones forzadas por intereses político-partidarios.
Viendo los documentos se puede conocer el primer proyecto de acta propuesto por Brasil, que incluye las modificaciones que se establecieron sobre el régimen vigente para perjuicio de Paraguay, que finalmente se admitieron en el acta firmada el 24 de mayo.
A fines de marzo, Brasil señaló a Paraguay la necesidad de que se estudie la contratación de potencia de Itaipú para el 2019, y más tarde hizo lo mismo para el período 2020-2022. El 16 de abril, Brasil pasó a Paraguay el primer proyecto del acta bilateral y el 20 de ese mes nuestro país respondió aceptando el 70% de lo propuesto por los brasileños, por lo que el 22 se redactó otro proyecto, que finalmente fue aceptado el 24 de mayo con la firma del acta final entre ambos países.
Para los miembros de la comisión pertenecientes a partidos de la oposición, la responsabilidad del presidente de la República en la aceptación del acuerdo bilateral luego rechazado no se puede desconocer. Y, por consiguiente, podría dar lugar a un nuevo requerimiento en el Congreso para un juicio político. Esta posibilidad había sido rechazada en agosto pasado, pero ante las nuevas circunstancias y los reacomodos partidarios, acaso podría volver a plantearse.
Aunque las conclusiones de la Comisión Bicameral no son vinculantes, en el sentido de que no podrían dar lugar a inculpaciones penales, lo importante es que el país tiene claras las responsabilidades en la frustrada acta bilateral.
Pero lo más importante es que los responsables de la aceptación de dicho acuerdo que iba contra los intereses del Paraguay no deben quedar sin el castigo que corresponde no solo desde el punto de vista político, sino también penal. No basta con las renuncias, las movidas de funcionarios, las declaraciones condenatorias, si no hay una penalización proporcional al hecho denunciado.
Por eso la investigación que está realizando el Ministerio Público es de suma importancia, pues mediante su trabajo se podría llegar al juzgamiento de las personas que resultaren responsables del hecho para que la Justicia finalmente determine su culpabilidad y les dé el castigo condigno.