En el año 2017, uno de los más prolíficos productores argentinos de cine, Fernando Sokolowicz adelantaba lo que su venida a Paraguay representaba. En una entrevista con este diario detalló aquella alianza que había alcanzado entre su empresa y HEi Films y lanzó un pronóstico que hoy poco a poco se va cumpliendo: “vamos a afianzar en Paraguay el modelo de cine industrial”.Sokolowicz puede hablar con propiedad de estos asuntos, y con vasta experiencia. Conoce de medios y de comunicación, ya que fue director del prestigioso “Página 12” de la Argentina y como productor de cine tiene en su haber filmes como el galardonado “El ciudadano ilustre” o la recordada “El lado oscuro del corazón”, que cosechara profusas y positivas críticas en la década de los 90.

El acopio de este pronóstico, o augurio, de parte de un avezado y multipremiado productor audiovisual sirve para poner en perspectivas el ascenso que está teniendo esta hermosa realidad que es hoy el cine paraguayo. Ya no es un sueño, ya no es una quimera, aquello que soñaron durante décadas verdaderos talentos de nuestro país, hoy se torna cada vez más palpable con la gran producción de películas de diversos géneros y que atraen público en buena cantidad a las distintas salas del país.

Aquello que Sokolowicz presagió hoy se está convirtiendo, poco a poco, en una realidad cuya perspectiva es de enorme proyección.

No cabe duda que este auge del cine en Paraguay, que tuvo su efecto disparador con la magnífica opera prima de Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori, “7 Cajas”, se afianzó justamente con la implementación de este “modelo industrial”, que además tuvo consecuencias positivas.

Entre estas puede mencionarse la formulación de una muy necesaria como oportuna Ley del Fomento del Audiovisual o la comúnmente denominada Ley de Cine (aunque esta herramienta es perfectible), que hay que recordar otorga incentivos para la producción de películas así como beneficios; aunque es una ley que aún necesita fortalecerse, no cabe duda que el camino es este. Tampoco hay que soslayar que un factor estamento importante para que el cine paraguayo siga creciendo es el respaldo que dieron, dan y seguirán dando las empresas privadas. Sin ellas, y sin el arrojo y la voluntad de verdaderos precursores del sector privado, mucho de lo que hoy es una realidad no hubiese sido factible. Durante décadas la inversión en el arte era un desperdicio, o al menos, considerado como tal.

Hoy, las cosas son distintas. El séptimo arte es también un negocio y es un negocio que no solo genera rentabilidad, sino también genera un mercado.

Aunque tímido aún, la industria audiovisual mueve en general unos 180 millones de dólares al año, según datos proveídos por la Federación de Industrias Creativas (FIC), además supone empleo para unas 5.000 personas de forma directa e indirecta. Es decir, al tiempo de hacer arte, una “ocupación” como esta genera un interesante mercado que año a año va creciendo y que representa no solamente una expresión cultural, sino también fuentes de trabajo para diversos profesionales como actores, productores, ejecutivos, sonidistas, etc. Y en la academia, unos 800 jóvenes aspiran a poder sumarse a la fuerza laboral cada año en este segmento, además del efecto multiplicador que tiene en el negocio de las salas de proyección y de gastronomía asociado al cine.

En la cartelera de los cines durante este 2019 han desfilado películas paraguayas de notable factura, incluso del siempre complicado género del terror, y hay otras en preproducción o en etapa de rodaje –como es el caso de “Pedro Juan, 2 Caballeros”, que se empieza a rodar mañana, con lo cual se deduce que la apuesta por el talento creativo y técnico locales está creciendo.

El cine de nuestro país progresando y el desafío hoy es consolidar este modelo de industria, puesto que está demostrado que la labor del profesional paraguayo tiene un enorme valor y es capaz de alcanzar los escenarios y las distinciones más importantes a nivel mundial. Por ello, hay que fortalecer la Ley de Cine para que nuestras historias se exhiban alrededor del mundo.