Felizmente, el Brasil decidió suspender la medida unilateral con la que imponía un gravamen del 16% al ingreso a su territorio de piezas de vehículos que se elaboran en el Paraguay en el sistema de maquila. La suspensión es temporal y mientras tanto se estudiará entre ambos países un régimen definitivo sobre automotores, en el que el vecino país quiere imponer condiciones que no son del todo bien vistas aquí, como la prohibición de importar automóviles usados.

La página del Sistema Integrado de Comercio Exterior (Siscomex) del vecino país dio la noticia acerca de la suspensión de la aplicación del arancel del 16% para las autopartes industrializadas en nuestro país, que la aduana brasileña había anunciado el 30 de junio último. La disposición que se aplicaba desde el 1 de julio queda de ese modo en suspenso, lo que permitirá de nuevo el embarque de las autopartes procesadas aquí que no podían pasar sin el pago del gravamen. La nueva situación es una medida provisoria hasta que los negociadores de ambos países determinen el acuerdo definitivo sobre los vehículos.

En su portal de noticias, la administración aduanera de Brasil indicó que hasta que se definan los alcances de las disposiciones del Art. 13 del Acuerdo de Complementación Económica (ACE), suscrito por los cuatro países miembros del Mercosur (Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay) en 1991, se suspende el cobro del arancel externo del bloque a las autopartes que tienen certificado de origen de nuestro país.

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De este modo, las autoridades brasileñas, quienes habían puesto en vilo a la industria maquiladora paraguaya con su medida proteccionista, concedieron la suspensión temporal que se debe aprovechar para seguir exportando.

Directivos de la Asociación de Industrias Autopartistas del Paraguay (AIAP) habían señalado que desde el 1 de julio las empresas, en su casi totalidad, habían suspendido los embarques al Brasil porque sus productos eran gravados con el arancel del 16% y que solo una de las cinco marcas había realizado algunos envíos. Según los cálculos del gremio empresario, el arancel ahora suspendido significaba una erogación diaria de 300.000 dólares, que implicaba un sobrecosto para las industrias del vecino país que de ese modo ya no veían atractiva la importación de las autopartes desde el Paraguay.

Esta suspensión trae alivio a las industrias paraguayas, temporalmente, porque el tema de fondo está aún sin resolverse. Por lo que ahora comienza realmente la lucha por alcanzar un acuerdo que se aplicará en el futuro.

Las autoridades nacionales encargadas de las negociaciones con el Brasil sobre el régimen automotor no habían podido hasta ahora llegar a un acuerdo. Las negociaciones habían comenzado con los brasileños en el gobierno anterior y la administración que asumió el 15 de agosto último había suspendido los encuentros porque no está de acuerdo con algunos de los puntos negociados, según explicaron los nuevos responsables del tema. El problema es que en los 10 meses que pasaron desde agosto no se ocuparon mayormente del tema hasta que surgieron las trabas brasileñas con la imposición del arancel del 16%.

Los actuales negociadores de nuestro país deben saber que no se pueden quedar dormidos durante casi un año sin tratar un asunto de tal relevancia para los intereses paraguayos, como ha ocurrido en esta ocasión. Aunque hayan cambiado también las autoridades del vecino país, la diplomacia brasileña sabe muy bien lo que quiere y por ello los paraguayos deben dejar la modorra y empezar a trabajar con mucha dedicación para defender los intereses del Paraguay por encima de cualquier otra consideración de facción.

Hay que aprender de los errores cometidos, enderezar lo que corresponda y comenzar la tarea con patriotismo. Este es el momento en que los negociadores paraguayos deben demostrar su capacidad para hacer valer los derechos e intereses nacionales ante las propuestas del vecino país, que tendrá exigencias que no siempre serán bienvenidas aquí. Esa es justamente la tarea de la diplomacia, el saber encontrar el lugar más equidistante entre posiciones antagónicas y acercar las discrepancias para hallar el equilibrio que convenga por igual a las partes. Manos a la obra. Y que para fin de año se llegue al acuerdo deseado con los brasileños, tal como expresaron la ministra de Industria y Comercio y el titular de Relaciones Exteriores en la conferencia de prensa hecha en la Cancillería.

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