Paraguay y Bolivia, dos países que han vivido de espaldas por mucho tiempo, incluso protagonizando una lamentable guerra, parece que se han puesto de acuerdo para olvidar el pasado y mirar hacia adelante. Las dos únicas nacio­nes mediterráneas de América del Sur, que han sufrido la pobreza y la angustia de la marginación, acordaron finalmente trabajar juntos para buscar el progreso mediante la complementación de sus fuerzas económicas. Eso es lo que se desprende de los acuerdos cerrados entre exponentes del sector privado y las autoridades políticas de ambos países en las alturas de la capital boliviana, La Paz, el miércoles último.

En coincidencia con el octogésimo cuarto aniversario de la firma del protocolo de la Paz del Chaco ocurrida en Buenos Aires el 12 de junio de 1935, se suscribieron 22 acuer­dos bilaterales: 16 que involucran a ambos gobiernos y 6 convenios de cooperación entre empresarios de ambas naciones.

Entre los documentos de mayor relevancia se puede citar el que promueve la construc­ción del gasoducto entre Bolivia y Paraguay, además de los acuerdos para hacer negocios entre empresas paraguayas y bolivianas que se estiman por más de 40 millones de dóla­res. Aparte de los relacionados a la mejora de infraestructura, la conectividad, la seguridad, el comercio fronterizo e integración regional.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

El acuerdo binacional para la concreción del gasoducto es el proyecto más resaltante que se suscribió. El memorándum de entendi­miento prevé realizar acciones para desa­rrollar un estudio de prefactibilidad para el gasoducto que irá de Villamontes, Bolivia, a Asunción. El documento deberá estar listo en 8 meses y luego ambas naciones buscarán los inversionistas que harán la construcción de la obra. El conducto de gas, que tendría 900 kilómetros de extensión, debería estar fun­cionando en el 2024, según la propuesta.

La rueda realizada entre empresarios de ambos países redondeó intenciones de nego­cios por valor de más de 40 millones de dóla­res, señaló el presidente de la Cámara Nacio­nal de Comercio (CNC) de Bolivia. Se prevé para ello la creación de empresas binacio­nales que promuevan el mayor intercambio entre las dos naciones y motoricen el funcio­namiento de la hidrovía Paraguay-Paraná para abaratar los costos en el transporte del vecino país.

En la suscripción de los acuerdos partici­paron la Cámara de Comercio de Bolivia, la Unión Industrial Paraguaya, la Cámara Paraguaya de Exportadores, la Cámara de Comercio Boliviano-Paraguaya, la Confede­ración de Ganaderos de Bolivia, la Asociación Rural del Paraguay, la Cámara de Exportado­res, Logística y Promoción de Inversiones de Santa Cruz, el Centro de Armadores Fluvia­les y la Cámara de Terminales y Puertos Pri­vados del Paraguay.

De cara a la accidentada historia entre para­guayos y bolivianos, los 26 acuerdos binacio­nales firmados el miércoles en La Paz cons­tituyen un paso de vital importancia para construir un nuevo sistema de convivencia que ayude al desarrollo de nuestros dos pue­blos. Nuestras dos naciones ya no pueden vivir de espaldas como hasta ahora y hay que comenzar a construir lazos importantes que nos unan en objetivos comunes y proyectos conjuntos.

Ha llegado la hora de comenzar a mirar hacia adelante e iniciar la construcción de un futuro más auspicioso para nuestros pueblos. Y eso solo podrá lograrse mediante la con­creción de nuevas realidades que signifiquen mejores condiciones de vida para todos.

Por eso los convenios celebrados entre los representantes de nuestros dos países en la capital boliviana son bienvenidos y deben ser apoyados por todos. Paraguay y Bolivia deben progresar juntos y esta es la oportunidad que nos ofrece ahora la historia para concretar ese sueño.

El sector privado de nuestro país es dinámico y ha demostrado su capacidad de trabajo y de gestión inteligente para obtener logros en sus emprendimientos. El progreso que vive hoy día el Paraguay es fruto indiscutible de su esfuerzo. Y ahora tiene el desafío de concre­tar nuevos proyectos con los bolivianos para hacer crecer nuestra economía y aprovechar las nuevas oportunidades que se presentan.

Por su parte, las autoridades nacionales deben garantizar la realización de los acuerdos y tra­bajar con más entusiasmo para que todo lo que se ha plasmado en los documentos se con­vierta en realidad lo más pronto posible.

Dejanos tu comentario