El anuncio del Ministerio de Educa­ción y Ciencias (MEC) sobre el ade­lanto de las vacaciones de invierno este año tuvo repercusiones diver­sas en la sociedad. La institución pública justi­ficó la medida del cambio de fecha de inicio de las mismas por razones especiales, que esta vez comenzarán el 1 de julio y terminarán el 15 del mismo mes, en lugar de las habituales fechas que iban desde el 8 al 22 de julio.

Por otro lado, algunas voces críticas afirmaron que el anuncio llega tarde, ya que muchas fami­lias organizaron sus vacaciones, especialmente quienes compraron paquetes de turismo para las fechas habituales de las mismas. Se habló de que tal medida podría perjudicar a las agencias de viajes que vendieron por anticipado dichos paquetes turísticos.

Sin embargo, las razones por las que se afirma desde el MEC y también desde sectores educati­vos dependientes de la cartera son importantes. Por una parte, se habla de la urgente necesidad de paliar o solucionar la enorme falta de docen­tes en las escuelas y colegios públicos debido a que miles de ellos se han acogido a los benefi­cios de la jubilación. La urgencia por llamar a concurso para cubrir muchos cargos vacantes es mucha, ya que hay escuelas en las que fal­tan muchos docentes y dichos espacios se están cubriendo en forma precaria con educadores contratados que se desempeñan como interi­nos y cuyos contratos están a punto de vencer el próximo 30 de junio.

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Una solución para paliar la pérdida de días de clases, que se estarían produciendo por esa razón, fue adelantar la fecha de vacaciones para que se llame a concurso inmediatamente para que los exámenes sean en la quincena de vaca­ciones y no se pierdan clases. Así el próximo 21 de mayo, mañana martes, comienza el proceso de concurso para más de 10 mil docentes que serán los que reemplazarán a los interinos y así se evitará el problema de la inestabilidad, tanto de los trabajadores docentes como de los edu­candos, que padecen los cambios de docentes en medio del desarrollo de las clases. Si todo sale bien, para el 15 de junio ya se tendrían confir­mados los nuevos docentes y el año escolar no sufriría las consecuencias de la inestabilidad que se vive en la actualidad en muchas locali­dades del interior del país y en la propia capital. Pensemos que son diez mil los cargos a con­cursar, una cantidad sin precedentes cercanos, por lo que el concurso que se pondrá en marcha mañana es más que importante.

Por otro lado, los responsables de la educa­ción han hablado de más razones por las que las vacaciones anticipadas pueden ser beneficiosas para los educadores y educandos: la situación dramática por la que atraviesan muchos barrios de la capital y Gran Asunción y muy especial­mente en diversos departamentos del país, a causa de las inundaciones.

Además de la falta de docentes, en este momento hay cientos de escuelas que están lite­ralmente “bajo el agua” y miles de alumnos de todos los grados que han sido desplazados de las zonas en las que viven a causa de ese drama. Se pierden muchos días de clases a causa de esa situación tan grave y, por lo tanto, sería más lógico tener a favor mayor tiempo para estable­cer mejoras o, por lo menos, organizar adecua­damente el sistema para que los niños pierdan menos clases. Hay zonas en las que no se puede todavía acceder por medios habituales y todos ellos están en situación de emergencia, por lo que se deberán asumir soluciones a corto y largo plazo.

Cabe recordar que en todos estos casos se habla de la educación pública, dejando a criterio de los que administran las opciones de educación pri­vada las soluciones que crean convenientes.

Es importante recordar que la educación debe ser una prioridad absoluta y que toda acción o resolución que se tome en ese sentido debe buscar siempre ampliar y mejorar el acceso a la misma de la niñez y la juventud del país.

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