El Gobierno debe entender que por la adversa situación económica que atraviesa el país no es conveniente ni inteligente elevar los impuestos y crear nuevas tasas fiscales que afectarán negativamente al desarrollo del Paraguay. Eso ha salido a señalar enfáticamente la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP), luego de haber enviado el Ejecutivo al Congreso el proyecto de reforma tributaria con alzas impositivas y nuevos tributos que ahora deberá estudiar el Congreso. El gremio alerta que el consumo ya cayó el 30% acumulado en los últimos meses, que la producción ha disminuido, que hay un importante bajón en los precios internacionales de nuestros principales productos de exportación, lo que configura un delicado escenario con preocupantes desafíos que tienen que ver con la pérdida de la dinámica del crecimiento económico, la alarmante caída del consumo local, la disminución de la competitividad, ventas y servicios en sectores importantes de la economía paraguaya.
Remarca que es necesario dotar de previsibilidad y sostenibilidad a la economía con un tipo de cambio estable ante el hecho de que la informalidad, el contrabando, la evasión y la elusión son una lamentable competencia desleal para los que cumplen adecuadamente con las normas fiscales vigentes.
La CAP dice que la economía paraguaya no puede soportar un escenario de estas características, y que se impone tomar medidas drásticas para encontrar la calma y redireccionar la realidad actual. Teniendo en cuenta el panorama señalado no es oportuno aumentar los impuestos como pretende el Gobierno, hasta que no se hayan agotado los esfuerzos para hacer que los evasores sean incluidos en la base impositiva y tributen como corresponde, aparte de mejorar la gestión y la calidad del gasto público.
Los empresarios sostienen que es imprescindible que la ejecución del presupuesto público se concentre en mejorar la calidad de los gastos del Gobierno. Piden que el Estado atienda en forma oportuna la demanda de servicios públicos en rutas y caminos, energía, agua potable, saneamiento, vivienda, salud pública. Que se ocupe de la educación y generación de empleo digno para que se pueda asegurar un pacto social de equidad y desarrollo para el país.
El análisis realizado por la Cámara de Anunciantes del Paraguay resume todos los cuestionamientos que se han realizado hasta ahora por los más diversos gremios del sector privado, ante la intención del Gobierno de aumentar algunas tasas del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) y de crear otros tributos, que en definitiva serán más cargas para los productos de consumo y que llegan en un mal momento.
Inicialmente el Poder Ejecutivo había elaborado un proyecto de ley que contemplaba fuertes aumentos en las tasas del selectivo al consumo y la creación de nuevos impuestos para la adquisición de algunos artículos. Ante el rechazo unánime de los sectores de contribuyentes, el Gobierno se avino a disminuir el porcentaje de las alzas, deseoso de disminuir la oposición. Pero siguió manteniendo los aumentos y eliminó algunos de los nuevos tributos.
Pero como el Estado es miope para ver que la situación de la economía es mala y que el consumo se ha retraído fuertemente, los sectores que se oponen a los aumentos impositivos no cejan en su propósito de llamar la atención sobre esta realidad. Y de que las alzas tributarias, antes que ayudar, empeorarán el panorama actual de nuestra realidad económica.
El proyecto de suba de impuestos se encuentra ahora en el Congreso y serán los diputados y senadores quienes en definitiva darán andamiento o no a las subas de las tasas y a la incorporación de nuevos tributos de acuerdo a la tendencia ideológica y el parecer que tengan. La responsabilidad está ahora en manos de los mismos y dependerá de cómo sepan leer la realidad del país, su buen sentido de la oportunidad y la percepción que tengan de las necesidades de los ciudadanos para tomar las determinaciones a la hora de legislar.
Teniendo en cuenta la experiencia, existen razonables dudas sobre el proceder de los legisladores, por lo que la ciudadanía debe insistir en rechazar los aumentos de impuestos por el daño que puede producir a los contribuyentes y al desarrollo del país.