La escasa ejecución presupuestaria del Ejecutivo, que es signo de su débil gestión económica, está preocupando ahora a la más alta autoridad del Gobierno porque a ese ritmo no podrá llevar adelante los proyectos previstos y será imposible ayudar a la recuperación. Uno de los referentes del Poder Ejecutivo señaló que el lunes último el presidente de la República, en una reunión que mantuvo con altos funcionarios, mostró su preocupación por los bajos niveles de ejecución presupuestaria actuales y pidió que se aceleren los trabajos previstos.
Un informe dado a conocer por el Ministerio de Hacienda acerca de la ejecución presupuestaria del primer cuatrimestre revela que el promedio de realización de gastos es del 21%, porcentaje que no revela hasta qué punto están ausentes las inversiones porque la cifra señalada incluye los salarios y otros gastos corrientes que no inciden en la financiación de obras.
Lo llamativo es que en el reporte de Hacienda, los ministerios con más alto porcentaje de ejecución son aquellos en que la mayor parte de sus gastos se destina a salarios y nada tienen que ver con las inversiones físicas. Por otro lado, entre los que menos han realizado gastos de su presupuesto están los organismos que habitualmente encaran gastos en infraestructura como los ministerios de Obras Públicas, de Agricultura y Ganadería, de Urbanismo y Vivienda, y las entidades autónomas como la Ande, la INC y Petropar.
Si se divide el año en tres cuatrimestres, en los primeros cuatro meses tendría que concretarse una tercera parte de los gastos, un 33%. Pero según Hacienda, el Gobierno no llegó a ese porcentaje, sino solo al 21% de ejecución presupuestaria con la salvedad de que los organismos responsables de las obras son los que menos usaron su presupuesto y no llegan a esa cifra.
Así, por ejemplo, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), el principal promotor de las inversiones físicas del Gobierno, solo ha invertido el 19% de su presupuesto, incluyendo los salarios, y en los casi nueve meses de gestión solo ha adjudicado pocas licitaciones de obras.
El Ministerio de Urbanismo y Vivienda, hasta abril, solo ha ejecutado realmente el 12% de su presupuesto, si se tienen en cuenta los montos efectivamente pagados. Esta cartera, según declaraciones de su ministro, no ha hecho hasta ahora ni una licitación para la construcción de nuevas obras y promete realizar los llamados recién en el segundo semestre del año.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), que tiene obras que construir, hasta abril solo pudo ejecutar el 18,7% de sus disponibilidades. Recién este mes hará el llamado a licitación para la construcción y reparación de varias escuelas agrícolas y sucursales de la Dirección de Extensión Agrícola.
Por su lado, la Ande, que tiene incluso más presupuesto que el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), solo ha podido ejecutar el 9% de lo previsto. En tanto que Petropar concretó el 12% y la INC un 10% de lo estipulado para todo el año.
Si el titular del Poder Ejecutivo está preocupado por la baja ejecución presupuestaria, tendría que estar alarmado porque los ministerios y entidades que tienen que invertir en obras están haciendo muy poco. El MOPC no puede dejar la realización de las grandes obras para los meses venideros y el Ministerio de Urbanismo y Vivienda no tiene que posponer sus licitaciones para el segundo semestre del año, igual que la Ande y otros entes de servicio que tienen previsto invertir en obras.
La necesidad de reactivar el ritmo económico es de urgencia y no se puede admitir que los principales organismos del Gobierno actúen con displicencia, como si las urgencias del país pudieran esperar el ritmo cansino de la burocracia inoperante. Hace falta un golpe de timón en esas entidades y si el primer mandatario ve que no se actúa con la rapidez y eficiencia que requiere la situación, tiene que remover a las personas y realizar los ajustes.
El Paraguay no puede aguardar la esclerótica actuación de los ministerios y entes públicos que no comprenden las urgencias del momento. Y el Presidente debe hacer rápidamente las correcciones si no quiere fracasar.