Terminó ayer el feriado largo por Semana Santa con el consiguiente movimiento de personas hacia y desde los distintos puntos del país. Un hecho positivo, si lo miramos desde la perspectiva de lo que representan unos días de descanso y encuentro familiar o de tener la posibilidad de conocer lugares diferentes del país, disfrutando del paisaje y de los diferentes eventos y actividades organizados para congregar a los turistas y visitantes.
Hubo un más que interesante movimiento de personas desde la capital hacia zonas en las que la fe y el arte se han unido para crear momentos y manifestaciones de fuerte raigambre popular y muy atractivos a la vez. Hay que destacar la calidad y los valores que estos rescatan en beneficio de quienes acuden a compartir esos momentos en familia o en grupos de jóvenes, que así comienzan a valorar las tradiciones de una manera positiva.
También hay que destacar el importante momento económico que representan estas pausas en las actividades laborales para los miles de paraguayos que trabajan duramente en la organización de esos eventos, como en el rubro de la hotelería y hospedajes. Es importante destacar que hoy por hoy la oferta de todo tipo de oportunidades para disfrutar de un turismo interno variado, adecuado a los diferentes gustos y deseos, se ha desarrollado mucho en el Paraguay. También se han creado nuevas y exitosas formas de hospedaje.
Actualmente, la hotelería del país está a un nivel destacado y se ha dispersado en diferentes puntos, especialmente en zonas como Encarnación y Ciudad del Este, pero existen lugares concebidos a medida de los más exigentes, en lugares llenos de encanto natural, lo que atrae la presencia de quienes tienen en cuenta esos detalles para programar sus estadías.
No podemos olvidar, al mencionar estas posibilidades, la revolución que ha gestado la habilitación de posadas, un sistema que acerca la posibilidad de vivir unas vacaciones o estadía familiar o con amigos a un precio accesible y vivir esos días en un ambiente acogedor con deliciosa comida casera y de buen nivel. Recordemos que las posadas turísticas han crecido desde hace unos años como exitosas pymes, cuyos propietarios se han formado previamente para llevar adelante su manejo y trabajan generando, además, empleo para los habitantes de la misma zona en las que están ubicadas.
Pero como todas las veces en las que existen días feriados y movimientos de personas, también las cifras negativas pasan a la primera plana de la información. De acuerdo con los datos preliminares, hasta el Domingo de Pascuas cerca de 400 conductores fueron retenidos en las rutas por la Policía Caminera por conducir sus vehículos en estado de ebriedad. Y la mitad de ellos corresponde solo al departamento Central. El Operativo Semana Santa, montado junto con la Policía, detectó numerosos casos de personas que circulaban evidentemente bajo el efecto del alcohol, lo que representa un gran peligro no solo para ellos, sino para los demás conductores en la ruta y, especialmente, para las familias que los suelen acompañar en esas circunstancias. Una situación que se lamenta cada vez que ocurren siniestros en las rutas.
Los accidentes de tránsito en las rutas, otras de las cifras negativas, han sido también la preocupación de las autoridades que ven cómo las campañas y las advertencias caen en saco roto a causa de la temeridad y la falta de conocimiento de las reglas de tránsito. La velocidad extrema, la falta de responsabilidad y capacidad de manejo han sumado tristes cifras de pérdidas de vidas humanas; en algunos casos, de varios miembros de una o varias familias, que quedan enlutadas a causa de la imprudencia en la conducción de vehículos de todo porte.
Hoy, cuando debemos regresar a las actividades cotidianas, deberíamos tener presente la responsabilidad que nos corresponde como ciudadanos de un país que tiene en su haber tantas posibilidades de desarrollo como ideas creativas de su gente para salir adelante y generar recursos en forma honesta. Y trabajar para que cada año sumen más las cifras positivas y decaigan o desaparezcan los oscuros números negativos generados por nuestra falta de responsabilidad.