Apenas consumado el voraz incendio que destruyó casi por completo la planta cárnica de FrigoChorti en la ciudad de Loma Plata, inmediatamente sus directivos y asociados salieron a emitir un mensaje de calma y esperanza. Reconocieron que aunque el siniestro provocó enormes pérdidas económicas, que afectarán la producción y trastornarán los compromisos asumidos en materia de exportación, en los próximos días ya comenzará la etapa de reconstrucción de la planta. Un mensaje claro, positivo y que trae alivio no solo a la población de esta pequeña y pujante ciudad chaqueña, sino que también es una verdadera declaración de valores sobre el trabajo y el compromiso.Chortitzer es una compañía por demás importante para la industria nacional, tanto para el sector cárnico como para el lácteo, en el que ha imprimido el sello de calidad con los mayores estándares y excelencia, e invirtiendo enormemente para posicionarse como una de las marcas más solicitadas a nivel local.

En cuanto al rubro de la carne, esta empresa era una de las más competitivas del sector y fue durante el 2018 una de las industrias con mayor actividad, ya que tuvo un volumen de faenas de casi 253 mil cabezas de ganado, gran parte de esta producción era enviada al exterior.

Es por esta razón que el apoyo del sector público, pero también del privado, se torna esencial para poder canalizar la reconstrucción que puede llevar unos cuantos meses, aunque la producción se resienta en las primeras semanas.

Más allá del impacto económico, que es enorme (se calculan pérdidas por unos 20 millones dólares), también tiene un costo social. Tras un gran perjuicio como el incendio de esta última semana, la empresa debe hacerse cargo de los empleados, los aportes al IPS, que son sumas millonarias. La fábrica, que fue construida hace unos años, demandó una inversión de unos US$ 50 millones y daba mano de obra a más de 630 personas de manera directa, mientras que otras 3.000 personas estaban vinculadas directamente con toda la actividad de esta planta. Es decir, la cadena de la carne es el motor de la economía de esa región y desde Loma Plata se expande hacia el resto del Paraguay.

Desde el gobierno de Mario Abdo Benítez se ha dado una clara señal de apoyo al enviar a la zona del incendio –un día después del suceso– al viceministro de Industria, Luis Llamosas, quien fue al Chaco para evaluar el impacto y comprometer la ayuda, así como delinear acciones para lograr el rápido retorno a la normalización de las actividades. Por supuesto, esta acción del Gobierno es un acierto atendiendo la importancia del sector, que es uno de los principales rubros de exportación de la economía paraguaya.

Haciendo un poco de historia, allá por inicios del 2012 se produjo un grave incidente sanitario que comprometió a este sector que moviliza a miles de personas: un brote de aftosa que tuvo devastadoras consecuencias. Luego de aquel brote, el sector de la carne ha tenido un extraordinario ascenso en los últimos años, pues ha corregido errores, mejorado sus controles y, por sobre todo, proyectado un esquema de trazabilidad envidiable. Así, la proteína roja se ha convertido en este período de tiempo en uno de los principales rubros de exportación del Paraguay.

Los números así lo señalan: picos de ingresos por unos 1.500 millones de dólares, un volumen de unas 500 mil toneladas enviadas y miles de puestos de trabajo de manera directa e indirecta.

De allí la importancia que tanto el sector público como el privado (la Cooperativa Neuland ofreció sus instalaciones a la competencia) salgan a brindar ayuda a una empresa que es clave en la estructura del sector cárnico.

La asistencia y la cooperación entre todos los actores de este dinámico rubro –autoridades públicas y empresarios– lógicamente van a provocar que haya el resultado que se espera, la recuperación del frigorífico de Loma Plata que, a su vez, necesariamente conduce al recobro de la industria cárnica.