La conducción administrativa de la Cámara de Diputados no se ha distin­guido siempre por su excelencia en el pasado. Ha tenido cuestionamientos por el exceso de politiquería y numerosas defi­ciencias puntuales. Pero nunca ha llegado a tanta desprolijidad ni a situaciones que pueden califi­carse hasta de escandalosas como ocurre ahora durante la gestión de su actual presidente. El hecho más reciente y que produjo la reacción de la ciudadanía es el aumento de salarios que reci­bieron algunos funcionarios de la Cámara Baja contra todas las normas de la buena administra­ción y las disposiciones vigentes: el trato especial a unos privilegiados, que causó la protesta de los propios funcionarios de la institución.

Cuando arreciaron los cuestionamientos al presidente de Diputados, este, muy tranquilo, salió con una respuesta para esquivar el bulto y lavarse las manos, como un irresponsable. Dijo que el que había decidido los aumentos era el presidente de la Comisión Bicameral de Presupuesto y le echó toda la culpa. Al pare­cer ignoraba, o le interesaba ignorar, que como presidente de la institución él es el responsa­ble máximo de lo acontecido y que, como tal, debía responder por los polémicos incremen­tos salariales denunciados. Recientemente, el presidente de la Comisión Bicameral de Presu­puesto salió al paso de la acusación y resaltó que el responsable de los controvertidos aumentos es el presidente de la cámara, el diputado Miguel Cuevas, como cabeza de la institución y ordena­dor de gastos.

El legislador no ha dicho nada nuevo, ya que el máximo responsable de la cámara y de cuanto se hace institucionalmente en ella ha sido y es el presidente. Pero su puntualización tiene el valor de que alguien versado en el tema presupuestario ponga los puntos sobre las íes como corresponde.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Esta historia no termina allí. Ocurre que los funcionarios de Diputados que han mostrado su disconformidad con los aumentazos selectivos de Cuevas y han realizado manifestaciones para protestar por ellos están siendo amenazados ahora y hasta castigados. En la última manifes­tación que hicieron el martes dijeron que están siendo perseguidos. Así han denunciado los representantes sindicales de los trabajadores de la cámara, que indicaron concretamente que se están abriendo sumarios de manera muy rápida y poco habitual a algunos de los trabajadores que encabezaron la protesta, como el caso del fun­cionario que se encargó de entregar a Cuevas la nota de rechazo a los incrementos.

Otra de las críticas que le hacen los empleados de la Cámara de Diputados al presidente de la enti­dad es que cuando le reclamaron por los aumen­tos a los privilegiados, Cuevas, en lugar de rever­tir tales incrementos salariales, anunció que eliminaba las bonificaciones a los funcionarios que los tienen, lo que perjudica a la mayoría.

La desprolijidad con que se maneja la Cámara de Diputados es tan patente que la comisión especial que se encargará de realizar la audito­ría interna para dilucidar los discutidos aumen­tos está compuesta por varios de los funciona­rios que fueron beneficiados con ellos, con lo que para tan delicado trabajo pasarían a ser jueces y partes. Esta es otra de las decisiones de Cuevas que los funcionarios ponen de manifiesto para señalar su ineptitud para manejar los conflictos y conducir la institución.

El presidente de la Cámara de Diputados, así como los altos funcionarios, debe tener no solo la capacidad intelectual requerida para sus fun­ciones, sino también versación administrativa y sobre todo honestidad y patriotismo. Por todo lo acontecido hasta ahora, a lo largo de los nueve meses que está al frente de la Cámara Baja, Cue­vas ha demostrado una notable incompetencia para ello. Y que no se hable de su honestidad, que está en tela de juicio por las denuncias de malos manejos de miles de millones de guaraníes cuando fue gobernador de Paraguarí y que la jus­ticia está dilucidando a paso de tortuga. El enri­quecimiento ilícito por el que se lo investiga no es la mejor condecoración para el presidente de la Honorable Cámara de Diputados, y la osten­tación de riqueza que hace en su natal Sapucai y otros lugares no habla muy bien de la limpieza de sus manejos financieros.

Dejanos tu comentario