A 29 días del lamentable asesinato de una chica de 18 años en la celda de un peligroso narco brasileño en la Agru­pación Especializada, sorprende al país otro hecho lamentable en la misma institu­ción, la fuga de dos delincuentes brasileños que cumplían pena por sus crímenes y que perte­necen a una de las más famosas agrupaciones delictivas de Brasil. Y no una fuga cualquiera porque todo indica que fue con la escandalosa colaboración de los guardias.

Aunque a primera vista ninguno de los dos hechos tiene relación, excepto el lugar físico en queacontecieron, representan con toda su cru­deza el tamaño de la ineptitud y la corrupción de las instituciones de seguridad del país, que reve­lan también la escasa capacidad de conducción de las más altas autoridades, que hasta ahora no han demostrado su idoneidad para enfrentar los retos del crimen organizado.

En el primer caso, en que el criminal Marcelo Pinheiro Veiga mató alevosamente a Lidia Meza Burgos con unprecario cuchillo, hubo cuando menos desidia de los guardias del lugar que no se percataron del hecho y no pudieron evitar el crimen a pesar de los gritos de la víctima. La espectacularidad del acontecimiento hizo que las autoridades nacionales relevaran de sus car­gos a los responsables de la institución y hasta a lasmáximas autoridades policiales.

En esta ocasión, los dos reclusos sefugaron a plena luz del día, probablemente saliendo por uno de losportones de acceso a la institución. Mostraron que la celda en queestaban los dos presos tenían cortados los barrotes de metal con limas e incluso se encontró un agujero hecho en una pared de hormigón de un tamaño que no permite el paso de una persona. Todo perfecto para dar a entender que la fuga fue pre­parada por losdos hombres, pero lo que no se explica es cómo pudieron haber salido de los patios internos hacia la calle sin que nadie los viera ni sintiera.

Obviamente el montaje de la fuga fue casi per­fecto, pero nadie en su sano juicio puede creer que loscriminales pudieron escaparse sin la ayuda de los uniformados.

Las autoridades nacionales que hablaron del tema afirman que en la fuga corrió dinero sucio paracomprar los servicios de los uniformados de la Agrupación Especializada. En ese caso no sería una fuga, sino más bien unasimple libera­ción, lo que da visos de escándalo mayúsculo al hecho.

Sería muy fácil culpar solo a unos cuantos poli­cías involucrados directamente y no buscar lasverdaderas causas del problema, que son estruc­turales, porque están en la política de seguridad del Gobierno.

En último término, el Poder Ejecutivo es el responsable de estos lamentables hechos y la corrupción en la institución policial es también de su incumbencia. Que hayan ocurrido estos acontecimientos no es por meracasualidad, sino por la falta de idoneidad de las autoridades, que no han sabido tomar las medidas necesarias para evitarlos.

Si el Gobierno sabe que corre dinero para sobor­nar a los uniformados, si las instituciones de seguridad no funcionan como deberían por la corrupción, ¿qué hacen las autoridades nacio­nales para tomar las medidas que se requie­ren para garantizar la seguridad? Si los efecti­vos policiales no están entrenados para cuidar reclusos, si la Agrupación Especializada ya no es segura como cuando era la prisión de presos políticos durante la dictadura, ¿qué espera el Gobierno para actuar?

De una vez por todas debe asumir su responsa­bilidad y proceder como corresponde en la lucha contra el crimen y en el combate a la corrup­ción para garantizar la seguridad de la sociedad paraguaya, que es uno de sus principales com­promisos.

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