Voceros de la Comisión Bicameral de Presupuesto indicaron que en el pro­yecto de ley de Presupuesto General de la Nación (PGN) el déficit fiscal no sobrepasará el 1,5% del PIB, como manda la Ley de Responsabilidad Fiscal, y no se autori­zarán aumentos de salarios para los funciona­rios en el 2019. Que se respetará la línea de aus­teridad fijada en el proyecto por el Ministerio de Hacienda, que ya se estableció en la elabora­ción del documento durante la administración Cartes. El proyecto pasará esta semana a la Cámara de Diputados, que tendrá 15 días para analizarlo y enviarlo luego al Senado para su estudio final.

Lo decidido en la Bicameral es una exce­lente noticia, que se aguarda sea respetado en ambas cámaras del Congreso para dar la seguridad de que se mantendrán la estabilidad macroeconómica y el equilibrio de las finan­zas públicas del país.

También refirieron que se ha hecho un since­ramiento en materia de provisión de gastos para cada una de las instituciones del Estado teniendo en cuenta la ejecución presupuesta­ria realizada durante el año para no asignar recursos que están por encima de su capacidad de administración. Mediante este mecanismo se logró reducir la previsión de recursos para varios gastos superfluos, que se reasignaron a áreas de mayor importancia.

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El Ministerio de Hacienda había remitido una adenda al proyecto de presupuesto, que respeta el tope de gastos con dinero prove­niente de las recaudaciones, pero que auto­riza ampliaciones para ciertos organismos que serán cubiertos con recursos propios y sin tocar el dinero del fisco.

El panorama establecido por la Comisión Bicameral de Presupuesto es altamente tran­quilizador y muy plausible, pues demuestra mesura y profesionalidad en la tarea de los legisladores de este estamento, que se aguarda sea respetada y enriquecida por cada una de las cámaras componentes del Congreso Nacional.

Mantener el equilibrio fiscal es y debe ser una de las principales tareas de los legislado­res, así como lo ha entendido el Ministerio de Hacienda y lo ha establecido el gobierno ante­rior. Para ello, el ex presidente Horacio Cartes había fijado en el Decreto N° 8.837, en mayo pasado, que el aumento del gasto corriente primario en ningún caso debería sobrepasar el 8% del plan financiero previsto para el ejer­cicio fiscal de este año. Además, prohibía cual­quier aumento salarial para el 2019.

Inspirado en la prudencia y equilibrio, el Eje­cutivo había establecido estos lineamientos en la confección de la ley de presupuesto para el año entrante, que la Comisión Bicamercal está respetando, lo que resulta muy auspi­cioso. Porque ahí está uno de los principales capitales que tiene actualmente el Paraguay, su equilibrio fiscal, que es envidia de muchos países de la región.

Teniendo en cuenta que ahora el proyecto de ley pasará a Diputados y luego a Senadores, el temor es que en ambas cámaras los legis­ladores no se porten con la misma mesura de la Bicameral e introduzcan los aumentos de gastos, presionados por diversos sectores de la sociedad como los sindicatos y las corporacio­nes. En años anteriores la conducta poco equi­librada en esa materia hizo que se elevaran los gastos corrientes sin tener en cuenta la no existencia de la contrapartida de ingresos con qué financiarlos. Esto había llevado incluso al veto del Ejecutivo a la Ley de Presupuesto san­cionada por el Poder Legislativo.

Por las dudas, el ministro de Hacienda ya ame­nazó con el veto del Poder Ejecutivo a una Ley de Presupuesto para el 2019 que no respete el equilibrio fiscal, extremo al que esperamos no sea necesario llegar en esta ocasión.

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