Desde el sábado pasado ya está en plena marcha la edición 37 de la Expo Internacional de Industrias, Comer­cio y Servicios, que cada año se rea­liza en Mariano Roque Alonso. Una oportunidad más que especial para quienes desean apreciar de cerca los productos ofrecidos por una gran variedad de expositores, que muestran en esta gran “vidriera” el fruto del trabajo y la creativi­dad nacional e internacional. El propio titular de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), Gustavo Volpe, afirmó a la prensa al habilitarse la expofe­ria que esta es la gran vidriera para todos los pro­ductores del Paraguay.

Es importante destacar que dicha feria no se limita a mostrar solo los logros en el exitoso rubro de los agronegocios, sino que además, expone los mejores ejemplares de todo tipo de ganado criado y producido en el país, que son hoy por hoy admirados en toda la región y en el mundo. En la Expo, cualquier persona, independientemente de si tiene particular interés en dichos rubros, puede encontrar tanta variedad de opciones que hace imposible abarcarla en su totali­dad en solo unas pocas líneas de texto.

En ese gran predio hay lugar para todos, ya que ade­más de las propuestas ligadas al campo, la industria nacional, con sus productos, está presente, ya sea en estos grandes emprendimientos logrados con inver­siones de alto costo como en el resultado del esfuerzo de pequeños o medianos productores que muestran orgullosos el fruto de su dedicación y desvelo.

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Y esa amplitud de posibilidades es lo que seduce en un ambiente como el de la feria, que ya abrió sus puer­tas aguardando la presencia, a diario, de miles de per­sonas de todas las edades. Una visita que se convierte en una caja de sorpresas que siempre ofrece algo más a quienes recorren sus calles interiores y disfrutan de los diferentes stands, todos ellos ejemplos de la crea­tividad de quienes desean mostrar lo mejor de lo que hacen, con arte y tecnología al servicio del público.

Un paseo por la Expo es la cita obligada para los amantes de la tecnología, ya que las firmas más prestigiosas, así como las instituciones del Estado hacen un esfuerzo especial para poner al alcance del público de todas las edades, pero muy especial­mente a los estudiantes de todos los niveles lo último en logros tecnológicos, consiguiendo atraer a miles de niños y adolescentes a ese mundo en el que se sien­ten desafiados a profundizar sus conocimientos y, tal vez, descubrir una vocación o definir el rumbo de su futuro de formación terciaria.

Muchos de esos stands son verdaderos centros de for­mación para quienes ingresan a conocer de cerca los secretos del funcionamiento de todo tipo de maqui­narias, proyectos y emprendimientos. También se puede uno asomar al “backstage” de la producción de todo tipo de productos, desde los más sencillos hasta los más complicados y especializados. Todo está a la vista y al alcance de las mentes curiosas gracias a las explicaciones didácticas en diferentes formatos, que invitan a acercarse al saber sin la presión de un aula o una clase formal.

La Expo también tiene su impronta dedicada especial­mente a la diversión, a la gastronomía y al espectáculo. Todos los aspectos que componen las distintas mane­ras de disfrutar del tiempo libre tienen su oportunidad y espacio en el predio ferial. Sus recitales y fiestas en el Ruedo Central, con la presencia de artistas nacionales e internacionales, son un clásico de la Expo y convo­can a multitudes. También, las diferentes propuestas gastronómicas, que exploran ampliamente el vastí­simo espacio de las alternativas en ese rubro, son un atractivo con peso propio entre las numerosas opcio­nes para ver, hacer y disfrutar en la feria.

La Expo es desde hace años un punto de encuentro más que valioso para emprendedores de todos los rubros y sus ruedas de negocio, ya que convoca a inte­resados de todo el país y del exterior. Las pequeñas y medianas empresas están representadas y son cada vez más numerosas en la feria, aprovechando la ola de crecimiento del país y la mirada de interés positiva desde los países de la región y también de otros conti­nentes. Hoy ya no temen “soñar en grande” y crecer y fortalecerse en las posibilidades de hacer negocios. Y, en ese sentido, la Expo es una oportunidad más que especial.

Por ello y por mucho más, la feria que ha abierto sus puertas merece nuestra atención, pues allí se mues­tra el rostro verdadero del país que trabaja, crea y construye a diario, en todos los ámbitos y con espíritu positivo, esforzándose por ser cada vez mejor.

Etiquetas: #La Expo

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