Una misión de técnicos de Arabia Saudita que estuvo inspeccionando el sistema sanitario de los frigoríficos del país dio un informe preliminar positivo sobre la calidad del proceso de tratamiento de las carnes paraguayas. Esto es el inicio para que en dos o tres meses haya un veredicto final para que Paraguay pueda exportar carne vacuna refrigerada a ese país.
El informe que dio el Senacsa sobre la inspección saudí hace presumir que en poco tiempo más el gigante petrolero de Asia podría dar su aprobación para que nuestros productos ingresen a ese país, como actualmente entra en más de 70 naciones del planeta.
La noticia que podría pasar desapercibida entre tantas otras de mayor tono dramático resulta relevante porque significará la apertura de otro mercado y la prolongación de la buena onda exportadora que está teniendo el sector cárnico del país desde hace algunos años.
Luego de un buen desempeño como el del 2016, en el 2017 se ha tenido un año histórico según la evaluación realizada por exponentes de la industria cárnica. Es bueno señalar que la buena acogida del producto nacional no es solo para los productos vacunos, sino también para la carne porcina y la aviar, que están incursionando en el mercado externo con buen suceso.
El valor de las exportaciones de productos bovino, porcino y aviar de enero a diciembre del 2017 alcanzó US$ 1.429.933.449, lo que representa un aumento del 15,25% comparando con el mismo periodo del año 2016. En volumen significa 517.165 toneladas, 13,93% más que el año anterior. Incluye la exportación de carnes, menudencias, productos y subproductos de origen animal del 1 de enero al 31 de diciembre del 2017. Esto representó un nuevo récord en la venta de la proteína animal, que es uno de los productos estrellas de nuestro país. Esto hace muy bien a la economía paraguaya por el ingreso de divisas y porque da ocupación a más de 200 mil paraguayos que trabajan en las empresas del sector.
Otro dato que apunta a mirar con optimismo el área es que en enero último la facturación de la carne avícola tuvo un incremento del 240% con relación a lo exportado en enero del 2016.
Como la vida no se construye solo mirando el pasado, sino sobre todo proyectando el futuro, es bueno destacar que las perspectivas para las exportaciones cárnicas de este nuevo año son alentadoras, sobre todo porque está en curso la posible apertura de nuevos mercados.
Así como ahora acaban de inspeccionar el sistema sanitario paraguayo los técnicos de Arabia Saudita, el año pasado especialistas del ramo de Estados Unidos y de Hong Kong estuvieron en nuestro país realizando sus observaciones. La potencia del Norte y el Estado chino son los nuevos objetivos que se han trazado los empresarios paraguayos para entrar a dos de los más importantes mercados cárnicos del mundo.
En el caso de los Estados Unidos, el año pasado la oficina estatal correspondiente había dado la autorización sanitaria del caso para la exportación de carne vacuna a ese mercado. Aunque faltan todavía detalles que cumplimentar para venderle carne premium a ese país, ya se ha conseguido el primer paso, y se considera todo un logro estar a punto de ingresar a esa gran nación.
Con respecto a Hong Kong, se aguarda con prudente optimismo, puesto que en junio del 2017 una delegación de técnicos sanitarios visitó Paraguay, recorrió frigoríficos, laboratorios y establecimientos ganaderos para interiorizarse del proceso de la producción de la carne. Esta región asiática es el sexto mayor importador de carne bovina del mundo, con volumen de compra de 375.000 toneladas anuales, lo que representa un valor de unos US$ 1.500 millones por año.
El buen desempeño económico del país el año pasado ayuda a ser optimista. El gran esfuerzo que se ha hecho y se sigue haciendo para la apertura de nuevos mercados y la consolidación de los clientes que ya tiene el país animan a pensar que el 2018 podría ser mejor aún que el 2017 para el sector cárnico. Los datos que se manejan y la buena gestión que se realiza permiten creer que así será.