El monseñor Ricardo Valenzuela, Obispo de Caacupé, leyó una carta al pueblo paraguayo, al término de la Santa Misa por la Solemnidad de la Inmacu­lada Concepción de María, y celebración de la Virgen de los Milagros de Caacupé en la cual lanzó duras críticas por tanta corrupción, impu­nidad a la narcopolítica que se ha ventilado solo en este año, en medio de una crisis tan grande como la que trajo la pandemia covid-19 en el Paraguay.

El obispo de Caacupé indicó que se observa con tristeza tantas muertes, tanta preca­riedad de infraestructuras en la Salud Pública, a pesar de la cantidad de nuevas unida­des sanitarias habilitadas por causa de la pandemia. “Tan­tos profesionales de la salud sin suficientes elementos de trabajo y con bajo salario; tanta corrupción en medio del dolor; tanta impunidad en torno a la narcopolítica, que aprovecha la concentra­ción de la opinión pública en la agenda única de la pande­mia para que políticos reclui­dos recuperen no solamente sus libertades, sino también sus bancas en el Congreso de la República y todo tipo de privilegios”, lamentó.

Indicó que la pandemia del covid-19, no solo afectó a la Salud Pública, sino que dete­rioró la moral pública y pri­vada, al observarse como el “interés económico insacia­ble de algunos líderes” que solo buscó sacar rédito de esta situación, y por ende arroja­ron dudas respecto a diver­sas explicaciones ensayadas.

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ERRADICAR EL INFORTUNIO

En otro momento de su carta, Valenzuela exhortó a todos los habitantes del país, a lograr que esta crisis se con­vierta en una oportunidad de transformación, cambiando la mentalidad y la conducta por “un aire fresco de espe­ranza”. “Mis queridos herma­nos y hermanas, esta segunda carta dirigida al pueblo para­guayo, sean o no católicos, es una invitación a poner fin, por decisión personal y comuni­taria, este largo idilio con el infortunio… No debemos dejar que el país zozobre por unas cuantas almas sin pie­dad. El infortunio no se ena­moró del Paraguay. Jesucristo es el que está enamorado del Paraguay y parece que no nos damos cuenta”, expresó.

El monseñor Valenzuela indicó que es necesario que el Paraguay recupere su “Norte”, poner fin a la desigualdad. “Superar las luchas y con­frontaciones estériles que nos hacen desiguales; ganar la batalla contra quienes tienen una política de la marginación; vencer a quienes se creen due­ños de todo y pretenden eter­nizarse en el poder acumu­lando ilegal e ilegítimamente casi todo”, abogó.

“HOMBRES NUEVOS "

El obispo de Caacupé también instó a elegir a los mejores hom­bres en las próximas elecciones municipales. “Hoy tenemos el deber de afirmar que el Para­guay - en todos los estamentos - necesita líderes lúcidos, bien formados, con espíritu de ser­vicio, mente amplia, honestos y verdaderamente patriotas; en otras palabras, “hombres nuevos”, capaces de conducir a su pueblo hacia un destino de grandeza. No se debe seleccio­nar a los guías de la sociedad por simple afecto, simpatía o conveniencia particular”, instó el prelado.

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