Libertad abre esta noche el mano a mano de dos partidos por los octavos de final de la Copa Libertadores de América frente al boli­viano Jorge Wilstermann.

La serie se define la próxima semana en la ciudad de Cochabamba y de ahí la importancia de marcar buena diferencia de goles con resultado a favor en el partido de local, a jugarse en el estadio la Nueva Olla de Cerro Porteño. En caso de paridad, la definición puede darse incluso en la tanda de penales en ocasión de la revancha.

Si bien Libertad ha tenido tropezones y mucha irre­gularidad en su fútbol desde el cambio de entrenador tras la salida del argentino Ramón Díaz y la llegada del paraguayo Gus t avo Morínigo, la motivación debe subir de tono cuando se trata del más legendario torneo a nivel de clubes de Sudamérica.

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BUEN PREMIO

Hay buen premio econó­mico por seguir en carrera y las posibilidades deporti­vas crecen, en caso de sobre­pasar la fase.

Lo primero es pasar la barrera llamada Jorge Wilstermann, un muy buen equipo, que ganó su serie en la fase de grupos. El conjunto del altiplano trae en sus filas a dos futbolis­tas paraguayos, el arquero Arnaldo Giménez y el defen­sor Ismael Benegas, respec­tivamente.

El entrenador liberteño Gustavo Morínigo apela al mejor momento de sus hom­bres para la elección del equipo titular. Lo más des­tacado desde principios de temporada ha sido la inclu­sión y el aporte del goleador Carlos Sebastián Ferreira, quien se ha destacado en lo que más sabe, tanto a nivel local como internacional.

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