El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, en compañía del gobernador de Paraguarí, Juan Car­los Baruja y otras autorida­des locales, inauguró ayer el Parque Ecológico y Recrea­tivo Cerro Hû, el primero en el citado departamento. La gobernación invirtió en la obra construida en el pre­dio que tiene 30 hectáreas, G. 2.800 millones. Se anun­ció también la construcción de un teleférico, que estaría listo en unos 6 meses.

El Parque cuenta con acceso pavimentado, caminero de 2,5 km, estacionamiento con capacidad para 300 vehícu­los, sanitarios sexados, siste­mas de higiene instalados en todo el trayecto, iluminación led-solar, parque infantil, área de camping, laguna arti­ficial, sendero hasta la cima del Cerro Hû. El Presidente destacó el trabajo realizado en el departamento y afirmó que será un gran legado “en homenaje a un pueblo sano tanto física como espiritual­mente”.

El predio cuenta con 30 hectáreas y próximamente también se construirá un teleférico.FOTO:PÁNFILO LEGUIZAMÓN

Por su parte, el gobernador Juan Carlos Baruja afirmó que se concretó un sueño lar­gamente acariciado y pon­deró el trabajo en conjunto realizado.

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En la ocasión, el Presidente hizo mucho énfasis en expre­sar que Paraguay es la única economía de la región que creció 2,9%, ninguna otra. Al iniciar su alocución, Abdo hizo una pregunta retórica: “¿Fue o no un mal año?”, a lo que el mismo se respondió para decir que sus 2 años al frente de la conducción del Gobierno fueron difíciles. Reiteró que el primer año se sufrió la sequía, bajaron los precios de los commodities (materia prima) agropecua­rios, más una baja en la pro­ductividad. Justificó que, en 2019, tras iniciar el plan anti­cíclico, hasta febrero 2020 hubo un crecimiento y luego llegó el coronavirus.

Mencionó también el lado bueno de la pandemia, ya que de acuerdo con el Presi­dente, sin ella no se habría despertado “el espíritu soli­dario del paraguayo”. Y puso en resalte la asimetría del sis­tema de salud, es decir la dife­rencia entre el sistema sani­tario paraguayo con el resto de los países del mundo con altos índices de desarrollo, para explicar que a pesar de la abismal diferencia, el res­peto a los protocolos sanita­rios nos ubica como ejemplo para el mundo.

“La institucionalidad per­mite que las personas seamos iguales. Cuando una nación depende menos de la persona y más de las instituciones, sig­nifica que estamos avanzando hacia una democracia consoli­dada que pueda generar previ­sibilidad y que cada uno pueda cumplir su rol que le asigna el pueblo en los procesos electo­rales”, expresó para dar cuenta del trabajo interistitucional que desarrolla su gobierno.

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